Buen yantar con fogones llenos de estrellas
Córdoba es tierra de buen yantar. De ello presume, no sólo la capital sino también la provincia, y de ello hace gala un año más a través de un evento que siempre crece. Un almuerzo de catorce estrellas Michelín y trece soles Repsol no es algo, desde luego, que suceda con asiduidad. Y la ciudad sabe lo que es, gracias a Córdoba Califato Gourmet, cuyo cierre llegara este martes con el tradicional Show Cooking en el que participan todos los chefs invitados al certamen. La cuarta edición del mismo acaba con un festival para los sentidos, principalmente el del gusto, de la mano de parte muy importante de lo mejor de la gastronomía del país.
Unas 250 personas son las que se dieron cita en el Real Círculo de la Amistad este martes con motivo de esa comida de clausura, en la que los chefs estrella Michelín, un total de ocho esta vez, elaboraron una tapa cada uno. A sus propuestas se sumaron las que ofrecieron los ganadores del Concurso In the Street de 2016. Sobre la mesa los platos elaborados por chefs como Francis Paniego, que cuenta con hasta tres de las mencionadas distinciones -y otros tantos soles Repsol-, Albert Raurich, salido de los fogones de El Bulli y con una estrella en su Dos Palillos de Barcelona, o los cordobeses Kisko García, Paco Morales -ambos con una distinción- y Celia Jiménez.
De esta forma, el Círculo de la Amistad se convirtió en escenario de un almuerzo de altos vuelos. Un hecho que destacó un par de horas antes el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, Pedro García, quien considero que “haciendo un símil futbolístico, éste evento es de Champions League de la gastronomía, y es maravilloso que se haga en Córdoba”. El también delegado de Turismo del Consistorio expresó su deseo de perseguir “un reto, que es el de la internacionalización” de Córdoba Califato Gourmet. “Que el año que viene traspasemos las fronteras de nuestro país e invitemos a otro”, añadió. Además, a modo de broma, solicitó a los chefs invitados que hablen “muy bien de Córdoba” cuando regresen a sus puntos de origen o vayan de viaje.
Está claro que Córdoba Califato Gourmet va a más cada año que pasa, lo cual supone también un refuerzo para la cocina cordobesa. Como la de Paco Morales, estrella Michelín y sol Repsol con su Noor. “Es un evento muy importante para nosotros, que a nivel andaluz y nacional cada vez está cogiendo más peso. Es importante que vengan de fuera y que puedan conocer nuestros monumentos y nuestra cultura. De alguna manera nos pone en el mapa”, explicó el chef. Una idea que también expuso Kisko García, estrella Michelín y dos soles Repsol con Choco y Kisko García Bar. “Nos permite mostrar a todos los chefs que vienen nuestra idiosincrasia y nuestra cultura, que hace que algunos de ellos cuando se van compartan algunos de nuestros productos. Cada año se supera”, indicó acerca del certamen.
Por su parte, Celia Jiménez resaltó que “estar presente en cualquier evento gastronómico tiene una repercusión, porque son días en los que se hace promoción”. “En lo personal te enriquece, pues es la oportunidad de poder recibir cada año a distintos cocineros”, agregó. Chefs como Francis Paniego, con tres estrellas Michelín y otros tantos soles Repsol. “La cocina de nuestro país trasciende mucho más de lo que vemos en televisión. La misión del cocinero es poner en valor los productos del sector agropecuario, defender nuestra tierra y crear cultura gastronómica”, señaló en relación a lo que significa Córdoba Califato Gourmet. Además, apuntó la necesidad de “mirar hacia adentro” en todas las cocinas, puesto que “la técnica y el conocimiento ya están”. Mientras, Albert Raurich, estrella Michelín con Dos Palillos, aseguró que “el diálogo es la base de la cocina española”. “El hecho de compartir conocimiento, esta interrelación, es lo que nos hace crecer”, aseveró.
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