El atracador que huía en taxi
La Policía Nacional detuvo el viernes al autor de otros tres atracos a bancos en la ciudad que siempre hacía lo mismo: asalto y huida en taxi a Las Palmeras
Agentes de la Policía Nacional han detenido a un individuo de 53 años natural de Barcelona, momentos después de haber cometido un atraco con un arma de fuego larga, tipo escopeta, en una entidad bancaria situada en la avenida de Gran Capitán, logrando apoderarse de un botín aproximado de unos 2.000 euros, que una vez recuperados fueron entregados nuevamente a la entidad afectada. Según informa la Policía Nacional, el atracador intentó huir en taxi y, en ese momento, fue detenido.
Los hechos tuvieron lugar a las 14.00 del pasado día 19 de julio cuando agentes que se encontraban realizando labores de prevención de la delincuencia recibieron un comunicado por parte de la Sala Operativa del 091 donde informaba a los indicativos en servicio que se acababa de producir un atraco en una entidad bancaria para recibir momentos después un nuevo comunicado en el que informan de que dicha persona había abandonado el lugar a bordo de un taxi, no si antes dejar una bolsa con diversas pertenencias entre ellas la escopeta, debajo de un vehiculo.
Ante dicho comunicado se procedió realizar un cierre de la zona con la finalidad de interceptar al vehiculo con el que el atracador se dio a la fuga, siendo interceptado minutos mas tarde cuando circulaba por la Carretera de Palma del Río, pudiendo recuperar el dínero.
Al detenido además de este hecho se le imputan dos atracos perpetrados mediante el empleo de armas de fuego. El primero de los atracos tuvo lugar en mayo del 2012 en la entidad bancaria de Cajamar, donde el detenido logró hacerse con un botín de 1.200 euros y el segundo un mes mas tarde en la entidad bancaria de Cajaduero, ambos situados en la zona centro, en donde se apoderó de 3.000 euros.
El autor de los hechos utilizaba como modus operandi en sus atracos la entrada a la sucursal con el rostro al descubierto, vestido con dos camisetas de colores, superpuestas una en la otra, entrando a última hora de la mañana justo antes del cierre de la oficina, cuando se encontraba la sucursal sin clientes. Entonces, se dirigía hacia una de las cajeras y tras encañonarla con el arma que ocultaba en un bolso, tipo bandolera, le exigía que le entregara el dinero. Una vez conseguido su objetivo se marchaba del lugar, quitándose la camiseta superpuesta y quedándose con la que vestía bajo esta, cogiendo un taxi en las inmediaciones, haciendo trasbordo con otro taxi con dirección a las afueras de la ciudad, concretamente hacia la barriada de las Palmeras, donde residía.
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