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La Asamblea Antinuclear pide más información sobre El Cabril y anuncia más protestas

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Alfonso Alba

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Cerca de 200 personas protestan ante la Subdelegación del Gobierno en Córdoba contra el anuncio de Enresa de ampliar el cementerio nuclear de Hornachuelos

“Oa, oa, oa, bidones a La Moncloa”. Hace muchos años que estas consignas dejaron de gritarse. Hasta esta mañana, cuando han regresado las protestas contra el cementerio nuclear de El Cabril en Hornachuelos. La Asamblea Antinuclear de Córdoba ha reunido a cerca de 200 personas a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en Córdoba para protestar contra el anuncio de la Empresa Nacional de Residuos (Enresa) de ampliar el cementerio nuclear de El Cabril. Muchos de los manifestantes eran los mismos, sólo que con unos años más, de los de la famosa Córdoba No Nuclear de los años 80, cuando trascendió que en Hornachuelos había un cementerio nuclear. Algunos también eran jóvenes hoy y niños entonces.

La Asamblea Antinuclear de Córdoba ha registrado hoy mismo en la Subdelegación del Gobierno un escrito para demandar más información sobre el proyecto del Ministerio de Industria en El Cabril, ya que sus portavoces denuncian que “lo que sabemos es a través de los medios de comunicación”. Por eso, han denunciado el “secretismo” con el que trabaja Enresa en sus intenciones en El Cabril. Además, han anunciado más protestas y manifestaciones para exigir “el cierre inmediato de El Cabril”.

Con un altavoz y bajo la lluvia, el histórico líder ecologista en Córdoba José Larios recordó la historia de El Cabril y explicó el material radiactivo que acoge desde su construcción, en el año 1961 en el interior de una antigua mina en la Sierra Albarrana. Larios también coreó eslóganes contra El Cabril que se creían ya olvidados y que formaban parte de la historia contemporánea de Córdoba.

La actual previsión de generación de residuos radiactivos en España ronda los 180.000 metros cúbicos, de los que 90.000 son de baja y media intensidad y los otros 90.000 de muy baja intensidad. “La capacidad actual de El Cabril es de 50.000 metros cúbicos para residuos de media y baja intensidad y los otros 130.000 para muy baja intensidad, con lo cual, tenemos un desfase”, reconoció el lunes pasado Álvaro Rodríguez Beceiro, director de la División Técnica de Enresa (Empresa Nacional de Residuos). Una de las estrategias para solucionar esta diferencia de capacidad entre los residuos de media, baja y muy baja intensidad es la que ha perfilado el presidente de Enresa, Gil Ortega, quien espera construir otras 28 celdas, es decir otras tantas como las actuales, que están ocupadas al 70% de su capacidad.

La Junta de Andalucía ya ha manifestado, en reiteradas ocasiones, su oposición a la ampliación de El Cabril. El Gobierno andaluz, que es quien tiene la última palabra a la hora de conceder o denegar el permiso a Enresa, apuesta por cerrar el cementerio nuclear una vez que alcance el 100% de su actual capacidad de almacenamiento de residuos radiactivos.

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