Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Lee ya las noticias de mañana

La almendra, el cultivo que se puso de moda en Córdoba y el más amenazado ahora por la guerra arancelaria

Un almendro en flor

Alfonso Alba / Redacción Cordópolis

31 de julio de 2025 19:58 h

0

Cada primavera desde hace una década los campos de la Campiña cordobesa transforman el paisaje. El florecer de los almendros con las primeras jornadas de temperaturas templadas convierten las suaves montañas de la zona en un espectáculo. Es la prueba más evidente de un cultivo, el almendro, que se puso de moda hace una década por sus excepcionales rentabilidades, superiores incluso a las del olivar. Pero que ahora es la “víctima silenciosa” de la guerra arancelaria destada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha denunciado la situación de desprotección que sufre el sector de la almendra española como consecuencia directa de las decisiones tomadas en el marco de la guerra comercial entre Estados Unidos y la Unión Europea. La situación, agravada especialmente durante el último año, se ha tornado insostenible tras el anuncio por parte de la UE de los “ridículos aranceles aplicados a la importación de almendra californiana el pasado martes, lo que ha convertido a la almendra española en la gran sacrificada dentro del contexto de intereses entorno a la guerra arancelaria protagonizada por ambos titanes geopolíticos”, indica Javier Fatás, miembro de la Comisión Ejecutiva de COAG y responsable del sector de frutos secos de COAG.

En la provincia de Córdoba y según datos oficiales del Ministerio de Agricultura, la superficie cultivada alcanzó las 17.118 hectáreas en 2024. Es prácticamente el doble de la superficie de almendra cultivada en Córdoba en 2016. Eso sí, el año pasado ya notó un descenso de este cultivo con respecto al anterior, cuando había 18.559 hectáreas de almendros en Córdoba. Muchos productores han vuelto a arrancar sus árboles y han regresado al olivar, con unas rentabilidades más estables.

El problema vuelve a estar en los precios. Y a una situación internacional que hace que la almendra europea haya dejado de ser competitiva a nivel mundial. Según COAG, la guerra arancelaria “es el golpe de gracia sobre el sector de los frutos secos españoles al verse obligado a competir ante el mercado americano, generador del 85% de la almendra mundial —principalmente en California—, que, además, es producida en explotaciones intensivas de regadío, con amplio acceso a recursos hídricos, suelos fértiles y un uso extensivo de fitosanitarios”. En este sentido, COAG lamenta que la Unión Europea haya perdido la oportunidad de establecer una igualdad arancelaria real que garantice unas condiciones justas de competencia. En su lugar, la UE continúa permitiendo que la almendra estadounidense entre con tarifas mínimas (entre el 2% y el 5,8%), mientras los productores europeos ven cómo se encarecen sus exportaciones y se degrada su posición en el mercado internacional.

Frente a esta situación, que dibuja una forma de cultivo voraz por parte de la almendra californiana, orientado al mercado y a entrar en el juego de la especulación; la producción española, se encuentra sometida a fuertes restricciones medioambientales, tanto en el uso del agua como en el empleo de productos fitosanitarios, lo que, a su vez, limita, de forma determinante, su capacidad competitiva; aunque, si bien por otro lado, aumenta su valor en términos de calidad de sabor y ambiental, llegando a ser muy superior respecto a la californiana.

Sin embargo, “esta ventaja en la calidad ha sido sacrificada por la UE en la negociación de la guerra arancelaria, convirtiendo a la almendra española” en la “moneda de cambio de estos intereses pues se está viendo obligada a pagar aranceles que, en el mejor de los casos, triplican los que soporta la americana al entrar en Europa”, explica Fatás, una clara desventaja comercial que está terminando de catapultar al sector hacia una competencia desleal difícil de sostener, victimizando el producto y dañando gravemente a sus productores.

Por todo ello, COAG exige al Ejecutivo español y a las instituciones comunitarias que, en caso de no corregirse esta desigualdad, se habiliten compensaciones directas al sector que permitan paliar los efectos de esta política comercial claramente perjudicial. “Si Europa opta por sacrificar al sector de la almendra, al menos debe asumir su responsabilidad y proteger a quienes sostienen nuestras zonas rurales”, ha añadido Fatás.

Por último, COAG expresa su preocupación ante las posibles consecuencias derivadas del conflicto comercial entre EE.UU., la UE y terceros países como China. Con un 10% de las exportaciones españolas de almendra dirigidas al mercado chino —frente al 7% de las estadounidenses—, existe el riesgo de que los flujos comerciales se desvíen o se utilicen de forma especulativa, afectando aún más a los productores europeos. “La especulación siempre encuentra su oportunidad en la incertidumbre. Y quienes más tenemos que perder somos quienes producimos con criterios sostenibles y cuidando el territorio. No queremos privilegios, sólo condiciones justas para competir”, ha concluido Fatás.

Etiquetas
stats