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Sobre este blog

Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

El Arcángel se queda pequeño

Panorámica del estadio El Arcángel a oscuras

Alfonso Alba

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Hace unos años, con el Tamaraceite y el Córdoba Club de Fútbol jugando en Segunda RFEF, el Arcángel abrió sus puertas a miles de alumnos de los colegios de Córdoba. Este verano, el club, ya en Segunda División, está cerca de batir su récord de abonados para una temporada, unas 17.000 personas, que lo convierten en la mayor asociación o colectivo, con diferencia, de la provincia.

El gran patrimonio del Córdoba, que no tiene ni estadio ni ciudad deportiva en propiedad, siempre ha sido una afición fiel y bastante numerosa, incluso en los peores momentos. La gran inversión del fondo soberano de Bahrein en la ciudad ha sido esa, especialmente. Ahora, a su alrededor se quiere construir algo más, un patrimonio físico, inmobiliario y también sentimental, que aglutine a esas 17.000 personas que han ido a pagar ya su abono para ver partidos que siguen siendo de Segunda División, no lo olvidemos.

No era tan difícil. Pero ha ocurrido. En las últimas temporadas, especialmente en la pasada, se ha notado una especie de conexión del club con la ciudad y gran parte de la provincia que no había sucedido antes. A unos terribles dirigentes, que llamaban “clientes” a los aficionados, o que, presuntamente, se llevaban su dinero a manos llenas, se unía una especie de club gafado, con cierta mala suerte y peores decisiones.

Ahora hay algo que ha hecho clic. Es bastante fácil encontrar a niños con la camiseta del Córdoba por la calle o en el colegio, luciéndola orgullosos y no primándola como antes a la del Madrid o el Barça, que también. Pero sobre todo se ve una especie de rejuvenecer en el Arcángel, un estadio en el que hay más familias que los aficionados de toda la vida, donde los niños y las niñas tiran de sus padres para tener un plan de fútbol cada fin de semana. Una afición en común, incluso, de las que tan pocas quedan.

Pero todo se puede venir abajo, y lo sabemos. Aunque la afición del Córdoba es dura y constante, su número mengua cuando llegan muy mal dadas, como ya hemos visto. Y el Arcángel, ese estadio a medio construir donde siempre pasa algo, se queda medio vacío. Todo dependerá no solo de los resultados deportivos, sino de si toda esta gente, los 17.000 de ahora, se sienten escuchados, queridos y respetados. Si nadie los vuelve a llamar “clientes” o se quieren aprovechar de su dinero y su sudor. De si de verdad los abonos son accesibles y no muy caros, y de si se le es sincero.

No es tan difícil volver a conectar con la afición.

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Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.

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