Isolée: acertarás
Las cosas hermosas nunca son demasiadas. Otra cuestión es que necesitemos brújulas en el extenso y creciente mundo de los perfumes exquisitos, las marcas de culto, los nuevos tratamientos para la piel y el cabello, e incluso de las fragancias para el hogar. Por este motivo, y para que quienes aman lo bello tengan mucho y bueno donde elegir y acierten siempre, nació el multiespacio Isolée, que, en cierta forma, no es una isla, sino un selecto continente al que se puede arribar a través de puntos de venta físicos y de su tienda on line.
¿Cómo lo he descubierto? Una tarde de agosto curioseando y haciendo algunas compras en el Corte Inglés Costa Marbella de Puerto Banús, donde las marcas de lujo exhiben lo último a cada a paso, me atrajo un lugar acogedor con perfumes y cosmética niche, jabones envueltos con estampados vintage y misteriosas piezas de cerámica de Fornasetti. Acababa de avistar Isolée, su cornisa dorada y sus estantes blancos, y me recibía con una amabilidad elegante y cálida, Lourdes, la responsable de Isolée en el Corte Inglés marbellí, que es junto con los centros de Madrid (Castelllana) y Barcelona (Diagonal 617) uno de los enclaves de los grandes almacenes donde la firma ha abierto un multiespacio.
Isolée es una apuesta segura para quienes buscan fragancias exclusivas o niche como Maison Francis Kurkdjian, Terry de Gunzburg, Molinard, Floris, Ramón Monegal, Juliette Has a Gun, Pozzo Di Borgo o Claus Porto (Musgo Real); para los/as sibaritas de las firmas de cuidado capilar y de la piel, entre ellas Philip B, Oskia, Aesop o Valmont y de maquillaje y cosmética como By Terry, a las que resulta bastante difícil acceder si no es a través de tiendas on-line en ocasiones sin traducción al español; y desde luego, para elegir un regalo especial que no se recibe todos los cumpleaños. Los precios son elevados, pero también es cierto que en determinados niveles para las marcas de la cosmética selectiva -sin la exclusividad y la menor difusión niche- lo son igualmente.
Entre mis preferencias en Isolée está el perfume Habanita de Molinard, cuya singularidad me fue revelada del modo en que los excelentes perfumes han de mostrarse: con tiempo y libertad, dejándolos hablar por sí mismos desde la piel. Me habría gustado disponer de horas y horas para probar los protagonizados por la madera de agar, el preciado oud, que últimamente inunda el mercado de las fragancias exquisitas, bien porque en el petrolífero golfo pérsico llevan siglos adorando su perfume, bien porque a una mayoría puede envolvernos en un abrazo del paraíso.
Pero sí he podido paladear la joya de los oud, los de Terry de Gunzburg, cuya tríada de Terryfic Oud, elaborada con materias primas de naturales de alta calidad, es una lujosa y adictiva declinación de la majestad enigmática del oud, razón por la que ocupa un espacio privilegiado en Isolée.
Esta escala en Puerto Banús ha sido un feliz descubrimiento. Porque lo recomendable en lugares que conviene visitar con brújula y sin excesivas tarjetas de crédito, es un oasis como Isolée.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación.
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