Existe un público creciente, de toda edad, que busca otros mundos olfativos, horizontes distintos a los del tipo de perfume que más gusta y se huele aquí y allá mientras paseas. Y ahí es donde brilla, cual sol naciente para orientar al viajero, el proyecto de Gallivant.
Gallivant, que en francés significa callejear, vagabundear por placer, es una firma de perfumes independiente de Londres, galardonada con múltiples premios. Su creador y fundador, viajero vocacional (y “nerd del travelling”), Nick Steward, la ha diseñado como una colección de fragancias unisex divertidas, reflexivas e inspiradas en los viajes. Doce lugares, doce de sus destinos nos esperan, desde Abu Dhabi, Amsterdam, Berlin, hasta Los Angeles, Naples, Tel Aviv y Tokyo, pasando por Brooklyn, Bukhara, Gdansk, Instambul y London.
Se presenta como “escapismo perfumado”, celebración de los placeres sencillos y de la diversidad cultural del mundo, voluntad exploradora, ritmo lento y conciencia plena del instante (#slowlife, #slowperfume) junto con el minimalismo de ‘menos es más’, porque “un perfume de calidad habla por sí mismo; no necesita ser ruidoso y llamativo”.
Nick Steward funda Gallivant con el bagaje de dos décadas de experiencia durante las que ha creado para grandes marcas globales, entre ellas la pionera casa de culto L'Artisan Parfumeur. De esta cima, como les ha ocurrido a otras figuras en esta industria, Steward idea su propio proyecto: Gallivant, para ofrecer un enfoque reflexivo, honesto y sencillo de la perfumería.
Gallivant tiene en su equipo a los perfumistas más originales, divertidos e interesantes del negocio de las fragancias, entre ellos Karine Chevallier, Giorgia Navarra, Nicolas Bonneville, Ralf Schwieger y Luca Maffei.
Todos los productos de la marca están hechos a mano en Gran Bretaña. Además, la colección de Gallivant se nutre con los mejores materiales de la perfumería, compuestos en el laboratorio privado Art et Parfum y la casa de abastecimiento en Cabris, en las colinas sobre Grasse (Francia), fundada por el legendario perfumista Edmond Roudnitska.
Vamos a las fragancias. London, por ejemplo, está inspirada en “el West End Girls de los Pet Shop Boys”, como ha contado en su entrevista con Persolaise. Cazadoras de piel de segunda mano. Humedad. La idea de un tatuaje. Una rosa en la piel. Londres para él es “valor y glamur”. Istambul es “una creación de ámbar, llena de notas familiares, avainilladas y balsámicas, que se vuelve fresca y moderna por el cardamomo. Pero no quería que fuera sobre el pasado, porque es una ciudad viva, no un museo”. Y en Brooklyn, que es “una ciudad dentro de una ciudad”, su luz deslumbrante de mayo inspira “un perfume que tenía que sentirse realmente limpio”, gracias a una sobredosis de almizcles aterciopelados y una generosa ración de limón. Es nuevo y optimista“, señala Steward.
Lo cierto es que los viajes y ciudades de Gallivant se merecen una visita a su web, donde puedes encontrar un set de fragancias para descubrir diez de ellas (cuyo coste se descuenta en una compra posterior), así como una descripción detallada de todas. Además, su opción de presentación en 30 ml, apta para aeropuertos, además de la clásica de 100 ml, resulta una magnífica idea.
Está claro. Las fragancias de Gallivant han nacido para ser compañeras de nuestra aventura: la vida y sus viajes.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación
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