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Castañeando

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Vanesa Cortés

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¡Por fin!

¡Han llegado a nuestra ciudad los puestos de castañas!

Un poco más y se nos solapan con los caracoles. Lo digo por este otoño tardío también llamado “veroño” que casi nos quita las ganas de castañas, brasero y perol cordobés.

Siempre diré que tenemos una ciudad para pasearla y que, por suerte, nos brinda la oportunidad de vivirla en la calle. No sólo por el mes de mayo y la festividad que conlleva, sino por todo el elenco de oportunidades gastronómicas y culturales que nos ofrece a lo largo del año.

Hablé de los puestos de caracoles y de las propiedades de los mismos, y ahora que estamos en temporada de castañas, les haremos una maravillosa mención pues se lo merecen y con creces.

A nivel nutricional las castañas tienen esta composición por 100 g de alimento:































































































































Energía223 kcal
Proteína vegetal4 g
Ácido fólico85 mg
Ácidos grasos monoinsaturados0.6 g
Ácidos grasos poliinstaturados1.3 g
Ácidos grasos saturados3.2 g
Agua40.5 g
Azúcares digeribles7.9 g
Calcio47 mg
Fibra7.1 g
Fósforo88 mg
Glúcidos totales39.7 g
Magnesio39 mg
Potasio592 mg
Vitamina E1.4 mg

Y entre sus beneficios encontramos:

  • Gran poder saciante: son ideales para calmar el apetito y no poseen nada añadido ni perjudicial para la salud. Eso sí, al tener taninos debemos comerlas cocinadas para que no sean indigestas, por ello una de las mejores formas es asadas.
  • Son fabulosas para nuestro sistema neuromuscular por su alto contenido en calcio, potasio y magnesio.
  • Sus carbohidratos son de absorción lenta por lo que son muy aptas para diabéticos (mucho mejor que una galleta por muy integral que sea).
  • Una vez secas y tostadas, su harina puede ser utilizada por los celiacos para elaborar pasteles y pan.
  • Al ser altas en potasio y bajas en sodio su consumo es recomendable en hipertensos.
  • Si las combinamos con vitamina C, es decir, con una fruta alta en esta vitamina son un buen método de tomar hierro “no hemo”.
  • Contribuyen al buen mantenimiento de nuestra flora intestinal (efecto prebiótico) y son ricas en fibra por lo que nos ayudan a combatir el estreñimiento.
  • No tienen colesterol y sus grasas son beneficiosas, por lo que tienen efecto cardioprotector.
  • Son una chuchería sana, natural y apta en dietas de adelgazamiento por su bajo contenido calórico, su poder saciante y su contenido en fibra y grasas de calidad.

¿No está mal verdad? Pues hagamos gala de nuestra ciudad y vayamos a comprar un cartucho de castañas asadas que además cuenta con otra ventaja: te calienta las manos en días fríos y huelen de maravilla.

Castañas y nueces se pueden comer,

en todo noviembre al atardecer.

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