Segunda División

— SD Eibar - Córdoba CF (4-1)

El Córdoba CF se deja llevar y expone sus costuras en Eibar

El Córdoba CF cerró su temporada de desplazamientos de la forma más amarga posible, con una imagen preocupante en la segunda mitad que le llevó a dejarse llevar y a exponer todas sus costuras defensivas ante una SD Eibar que no perdonó (4-1). Aunque el conjunto blanquiverde compitió con fases de buen juego en la primera parte e incluso logró la igualada por medio de Obolskii al inicio del segundo acto, una alarmante desconexión tras el segundo tanto local destapó las carencias de un equipo que terminó siendo un juguete en manos de los armeros, sucumbiendo con estrépito en un Ipurua que sigue siendo un muro infranqueable.

El partido arrancó eléctrico, sin tiempo para el estudio. Apenas al minuto 3, Carlos Marín tuvo que emplearse a fondo para blocar con una buena mano un remate de Pascual a la salida de un córner. La réplica del Córdoba CF no se hizo esperar y tuvo como protagonista a Nikolay Obolskii. Primero, en el 4, el delantero ruso se fabricó una gran maniobra con recorte incluido, pero su disparo se estrelló en el lateral de la red en una acción invalidada por fuera de juego. No obstante, la más clara para el ariete llegaría apenas unos minutos después, cuando un centro medido de Carracedo lo remató de primeras Obolskii, topándose con una excelente parada de Magunagoitia. Entre medias, el Eibar también había avisado con una rápida contra de Bautista que Marín desvió a saque de esquina, dejando claro que el partido no iba a conceder treguas.

Con un Carracedo muy activo y percutante por banda derecha, el Córdoba CF seguía generando peligro. El extremo probó fortuna en el minuto 14 con un disparo alto tras una buena pared con Magunazelaia, y poco después, en el 18, un centro suyo envenenado buscando a Ander Yoldi en el segundo palo se marchó demasiado fuerte. Pero el Eibar no se amilanaba, y de nuevo Carlos Marín tuvo que aparecer en el minuto 22 para blocar un remate franco de Chema Rodríguez desde el punto de penalti. La tensión también se vivió en el área cordobesista con una caída de Pascual por una carga por detrás de Carlos Isaac, aunque Lax Franco invalidó la acciónpor fuera de juego previo.

Cuando la primera parte agonizaba y el Córdoba CF parecía volcarse en busca del premio, llegó la secuencia decisiva. Primero, un contragolpe blanquiverde en el 38 finalizó con un disparo de Carlos Isaac desde el costado diestro que la defensa desvió a córner. De ese saque de esquina nacería la ocasión más clara para los visitantes: centro perfecto de Álex Sala y soberbio testarazo de Obolskii que encontró una respuesta milagrosa de Magunagoitia, quien con una parada de puros reflejos evitó el tanto. Era el preludio del mazazo. Dos minutos después, en el 41, una inoportuna pérdida de Albarrán en el costado izquierdo del centro del campo fue interceptada por Corpas, que levantó la cabeza, vio a Carlos Marín ligeramente adelantado y conectó un preciso disparo desde 45 metros que se coló en la portería, recordando peligrosamente al tanto encajado en Burgos y poniendo el 1-0 con el que se llegaría al descanso.

Ania buscó cambiarle la cara al equipo tras el descanso con un doble movimiento desde el banquillo: Corbo ingresó por un Marvel amonestado, mientras que Théo Zidane ocupó el puesto de Pedro Ortiz en la sala de máquinas. Sin embargo, el inicio del segundo acto trajo consigo un susto para los blanquiverdes, cuando una peligrosa pérdida de Carlos Marín en zona comprometida casi la aprovecha Bautista, aunque su disparo se marchó alto. El Córdoba CF intentó desperezarse con una volea de Magunazelaia tras un centro de Théo que se fue a córner, pero la frescura de la primera mitad parecía haberse esfumado. No obstante, y cuando menos se vislumbraba, una buena combinación por la derecha permitió a Carracedo servir un pase raso para que Obolskii, en el corazón del área, empujara el esférico a la red y firmara el 1-1 en el 64, devolviendo momentáneamente la ilusión a la parroquia cordobesista.

La alegría, sin embargo, se desvaneció con la misma rapidez con la que había llegado. Apenas dos minutos después del tanto cordobesista, en el 66, el Eibar volvió a tomar la delantera. Un balón largo peinado por Guruzeta encontró a Bautista, quien le ganó la espalda a Corbo y definió con precisión ante Marín para establecer el 2-1. Este gol fue un mazazo para el Córdoba CF, que vio cómo el conjunto armero se crecía y comenzaba a asediar su portería. La zaga visitante y la fortuna se aliaron en el minuto 72, primero cuando un centro de Guruzeta se paseó por el área pequeña sin que nadie lo empujara y, acto seguido, con una intervención providencial de Théo Zidane bajo palos para desviar un cabezazo de Puertas que llevaba marchamo de gol. Para colmo de males, en el córner resultante, un disparo directo de Bautista se estrelló violentamente contra el poste, evidenciando el sufrimiento califa.

El dominio local encontró su recompensa definitiva en la recta final. En el 78, un centro medido de Cubero desde la derecha fue cabeceado a placer por un Bautista completamente solo en el segundo palo, firmando su doblete y el 3-1 que hacía sonar de nuevola sirena de Ipurua. Tras la pertinente revisión del VAR, el tanto subió al marcador en el 82, sentenciando virtualmente el choque. Con un Córdoba ya entregado y superado por las circunstancias, el Eibar aún tendría tiempo para redondear la goleada. En el 89, a la salida de un saque de esquina, Chema Rodríguez se elevó sin oposición para conectar un testarazo inapelable que se coló por la escuadra, estableciendo el definitivo 4-1 ante la pasividad de la zaga en la marca.

Así, el Córdoba CF cierra su temporada como visitante con una abultada derrota en Ipurua, un campo que sigue siendo territorio maldito y donde la historia, una vez más, no sonrió a los blanquiverdes. A pesar de competir y mostrar una buena imagen durante la primera mitad, e incluso lograr el empate transitorio en la segunda, los errores defensivos y la contundencia del Eibar terminaron por decantar la balanza de forma clara. Una tarde para olvidar en lo numérico, que sirve de penúltimo capítulo antes de que el telón de esta temporada de regreso al fútbol profesional baje definitivamente la próxima semana en El Arcángel.