Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
Jaén existe
Este domingo, es probable que incluso después de que hayas leído esta columna, miles de vecinos de Jaén están llamados a secundar una protesta que se espera histórica. Convocados por la plataforma ciudadana Jaén merece más, la protesta ha estallado después de que el Ministerio de Defensa haya optado por Córdoba para instalar la base logística que abastecerá al Ejército de Tierra y que supondrá la creación de unos 2.000 puestos de trabajo.
A la protesta está previsto que asistan (insisto, lo más seguro es que cuando leas esto ya hayan asistido o estén asistiendo) representantes de todos los partidos políticos de Jaén, de su sociedad civil y ciudadana. El movimiento es realmente peligroso para sus políticos, lo que podría explicar en cierta manera las extrañas reacciones de todo un vicepresidente de la Junta, Juan Marín, señalando al dedo de Carmen Calvo. O a todo un senador del PP muy cercano a Pablo Casado como Javier Maroto amagando con impugnar la decisión del Gobierno.
En 2018 irrumpió en el Congreso de los Diputados un movimiento ciudadano de protesta llamado Teruel existe, forjado también en protestas en las que se denunciaba el abandono de la administración y la falta de inversiones para salvar a una provincia que se vaciaba. El caso de Jaén, en Andalucía, se le empieza a parecer bastante, y los partidos, todos, no quieren empezar a diluirse en un movimiento que de cristalizar en una candidatura política podría reventar el tablero.
Jaén existe. Sí. Córdoba también, no hay duda. Y Teruel. Y toda la España vaciada. Pero ese regreso al cantonalismo del siglo XIX (me encanta poner siempre el ejemplo del cantón de Jaén declarándole la guerra al de Granada) es preocupante.
Jaén tiene motivos para protestar por la falta de inversiones y oportunidades. Córdoba también. Pero hablar de “cacicada” ante la decisión del Ministerio de Defensa no lleva a nada bueno. Para empezar porque la candidatura de Córdoba era mucho mejor que la de Jaén, por todo lo que vamos sabiendo, y para continuar por que la decisión estratégica la toma el Ejército. La base se instalará cerca de Cerro Muriano, en una ciudad de casi 340.000 habitantes, excelentemente bien comunicada, con alta velocidad, aeropuerto, autovías y ferrocarril de mercancías. Se echa de menos que Defensa salga de la cueva a explicarlo y poner fin a una polémica que no lleva a nada bueno.
Córdoba y Jaén son dos provincias muy parecidas. De hecho, en los pueblos que hacen frontera en el límite provincial cuesta mucho diferenciar cuándo uno está en Cañete de las Torres o en Lopera, en Andújar o en Villa del Río. Hasta el acento es idéntico. Nuestros problemas son parecidos e incluso nuestra economía, donde la agroindustria del aceite de oliva es lo más importante. Nuestros pueblos también se vacían y el paro es endémico.
Pero ahora Jaén se desliza hacia ese agravio que políticamente puede arrojar sorpresas y al que todos los partidos le temen más que a un nublado. En el PSOE, porque el número de militantes socialistas en Jaén es mayor al de cualquier provincia, y eso se nota en los congresos que están por venir, con sus primarias. En el PP porque siempre aspiró a disputar la hegemonía socialista, y cerca estuvo de lograrlo. En Ciudadanos, porque tiene a muchos alcaldes en Jaén (gran parte de ellos fugados del PP). Todos se tientan la ropa ante lo que pueda pasar. Y todos intentan liderar una protesta que es ciudadana y que veremos a ver.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
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