Divide y vencerás

Roma consolidó su imperio en una máxima: divide et impera. Solo así se explica que una pequeña aldea del Lacio de la península Itálica pasase a controlar todo el Mediterráneo e incluso conquistase las Islas Británicas. Roma, desde su nacimiento, estaba rodeada de enemigos, muchos más poderosos. Pero aplicó la máxima del divide y vencerás, de que cada uno se hiciese la guerra así mismo. De hecho, la única vez que César estuvo apunto de hincar la rodilla fue cuando Vercingétorix logró unir a todos los galos y lo rodeó en Alesia.

Por eso, el divide y vencerás aplicado a la política es casi más viejo que la propia política. Y lo acabamos de comprobar en las últimas elecciones generales y probablemente lo veremos de manera nítida en las próximas municipales.

Por primera vez casi desde la Transición, la derecha se ha presentado fuertemente dividida a unas elecciones generales. Enfrente, la izquierda, como siempre, con dos fuerzas claras y nítidas. La fragmentación del voto ha perjudicado al bloque de la derecha, que no es que haya perdido apoyos (en España rara vez los bloques varían) sino que se han disputado tantos escaños que al final han perdido.

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Antes, estábamos acostumbrados a ver secuelas de la famosa escena de La vida de Bryan que define a la perfección la suicida tendencia de la izquierda a dividirse entre puros e impuros, entre pragmáticos e idealistas, entre radicales y moderados. A dividirse en pequeños partidos que atomizan el voto y que al final sirven de poco. Ni los pragmáticos ni los idealistas van a poder salirse con la suya. Ahora, eso mismo está ocurriendo, de una manera sorprendente, en la derecha.

La causa quizás esté en la avalancha de corrupción que ha sepultado al PP, que ha espoleado a otros partidos a tratar de convertirse en el nuevo PP. La intención de Ciudadanos por hacerlo es nítido. Y el objetivo de Vox es quizás similar al de algunos puristas de la izquierda: guardar las esencias de la verdadera derecha (en este caso).

De cara a las municipales, el divide y vencerás va a volver a la primera plana. Quizás venza el bloque que menos dividido esté en Córdoba. Ya sabemos cuál es.