El 'Cuéntame' cordobés
Si los guionistas de Cuéntame hubiesen decidido inspirar la popular serie en Córdoba en vez de en Madrid, tendrían problemas para diferenciar la actualidad de lo que ocurría en los años 80. Como si la provincia viviese atrapada en el tiempo, en un capítulo de Cuéntame, las protestas de hoy se están empezando a parecer bastante a las de hace 30 años.
La Asamblea Antinuclear de Córdoba acaba de resucitar. Los activistas ya no son jóvenes greñudos con camisetas rotas. Ahora son señores próximos a alcanzar la jubilación (alguno ya lo está) que han rescatado los símbolos de entonces tras el anuncio del Gobierno de que quiere duplicar la capacidad de almacenamiento del cementerio nuclear (por muy temprano que se levanten en Enresa, eso es un cementerio nuclear como una Mezquita Catedral) de El Cabril.
Un nutrido grupo de cordobesas se han subido en lo que se ha venido en llamar Tren de la Libertad para protestar en Madrid contra la reforma de la actual Ley del Aborto. La edad media también era alta. Muchas de las manifestantes ya lo hicieron a finales de los 70 y principios de los 80 por algo tan simple como que las mujeres pudieran decidir sobre su cuerpo. Ahora, como en el caso de El Cabril, el debate vuelve a las portadas de los periódicos y las protestas al centro de las plazas.
En los 80 también se protestaba, y mucho, contra el paro. Aunque las prestaciones por desempleo eran, desde luego, mucho peores que ahora, la situación de muchas familias era entonces tan crítica como está volviendo a ser.
Pero entonces, era distinto. Entonces, se protestaba para conseguir lo que nunca se había tenido (bueno, en El Cabril se protestaba para que el cementerio nuclear se cerrase). Ahora, se protesta para no perder lo que se ha conseguido. Pero, una vez más, nos estamos empezando a acostumbrar a vivir como en los años 80.
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