Hiperasia

He caído como un saco, la costa te deja con esta flojera tan gustosa... No paro de sudar, estoy durmiendo con la cabeza en los pies para que me dé de lleno el aire que despide el ventilador de techo y aproveche más la corriente que hace el balcón. Hoy le hemos comprado dos tablas a los niños, una con dos delfines para Mariana y otro con un dibujo incomprensible para Iago. Lo hemos hecho en una tienda de chinos que se llama Hiperasia y he pensado que si alguna vez descubriera o inventara una enfermedad la llamaría así.

Sigo sudando. Escucho las conversaciones de la gente que vuelve y me pregunto si es necesario que las farolas alumbren tanto. Lo peor no es eso, lo peor es el cartel de alquiler. Atado al balcón que tengo a un escaso metro de mí hay un cartel de plástico anunciando el alquiler de la casa, uno de esos que venden en las ferreterías, un cartel atado en tres de sus cuatro esquinas con pequeñas cinchas de plástico, aunque creo que la gente las llama de otra manera. Una esquina está suelta y el cartel no para de golpear con los barrotes movido por el viento, produciendo un ruido leve y seco que se repite una y otra vez.

Le faltaría ese día al dueño una tira, y seguro que ya nadie se la pone y ese cartel de plástico estará produciendo esos chasquidos hasta que el sol borre sus letras y números y lo sustituyan. Pienso que aquí siempre ventea, y no imagino a calcular el número de golpes insignificantes para la mayoría que producirá ese trozo de plástico en el balcón de ese adosado de alquiler de la costa andaluza.

Serán seguro decenas de miles y eso tiene que afectar en algo. Si decían que el vuelo de un mariposa puede producir no sé qué catástrofe, ¿ qué podrá estar ocurriendo debido a esos millones de chasquidos?. Que yo no duerma no tiene importancia, pero ¿ quién dice que la crisis griega o la vuelta de Mourinho a la Premier no están relacionados con los incontables golpes producidos por ese cartel?

Papi, ¿me podéis comprar por mi cumpleaños un barco, una bandera de España, y un cazamariposas?

Habrá que ir pensando en levantarse...