Inmessionante
Ayer leí la incorporación al diccionario (no sé en cuál y en qué momento se oficializan estas estupideces) del término “inmmessionante”. Francamente, no se lo había oído usar a nadie, aunque como ocurrencia verbal tampoco es que me parezca el término de marras. Más apropiado hubiera sido decir que se trata de un jugador “inmessio”, pero tampoco es uno de mis mejores juegos de palabros. Más manido está considerarlo un “messías” del fútbol actual.
Si se trata de encumbrar al actualmente mejor jugador del mundo, ¿es necesario acuñar tonterías más allá de la ocurrencia puntual para un desparrame radiofónico? No me imagino empleando un término relacionado con “la pulga” para hablar de cómo un asteroide, y sus meteoritos o viceversa, que teóricamente no nos suponían riesgo, dejen más de quinientos heridos en zonas remotas de la Ruisa que sólo existen en la prensa para estas cosas.
Tampoco me lo imagino para definir que en este país las desfachateces más grandes no provoquen más que huidas hacia delante, “y tú más”, y exposiciones públicas de declaraciones de la renta sin que nadie frene el despropósito de las estructuras de poder de los grandes partidos a pesar de la evidencia de que son cadáveres contemporáneos a punto de provocar una septicemia social. Quizá tampoco sirva para definir cómo un jugador pijo de balonmano se convirtió en un tiburón de las finanzas sin ánimo de lucro.
Claro, a lo mejor el atributo en cuestión sólo pretende servir para gloria personal del jugador azulgrana, lo cual me parece un lujo “desmessirado” incluso para un señor que hace tan bien su trabajo, especialmente con la colaboración de unos compañeros de fábrica bastante eficientes y humildes ante la cada vez mayor dosis de protagonismo del astro argentino.
Yo soy más de mantener “inhiesta” la dignidad social con propuestas y reflexiones de colectivos diversos que regeneren nuestro futuro más inmediato.
Mientras, sugiero explorar grandes áreas de nuestro vasto y desconocido diccionario antes de crear nuevas geografías tan ocurrentes como innecesarias.
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