Cordobés, Historiador del Arte y alma de los cordobesistas
A José García Román (Con permiso de Paco Merino)
Querido José;
Aún es mi lunes de blog patrimonial, aunque por poco. Casi no llego. Tanta red social y tanta gente que te aplaude y no te conoce me ha dado la inspiración. Las musas de las piedras también hacen running. Te veo feliz. Tanto que el día 26 si quieres eres alcalde, porque eres lo que Córdoba no encuentra: una ilusión honrada de vida y verdadero porvenir.
running
Con ese último gol en Kansas City has construido la quinta ampliación de la Mezquita. Medina Azahara bien que irradia. Colonia Patricia se ha puesto a acuñar moneda de nuevo. Marcelo sonríe. La capital no se ha ido a Sevilla. Nos siguen mirando con añoranza desde Granada. Las torres están hoy más coronadas que nunca. Cada piedra y cada retablo de Córdoba se redoran. El Padre Betis se enreda de barcazas. Todas te siguen, todas empujan. El plátano de César ha vuelto a brotar. Y, todo ello, únicamente por un gol. Un gol que no es sino un sueño tuyo, que se llama Córdoba. Uli Dávila no te llega al empeine.
A ti te daba igual gol, que canasta, que break, que periódico, que radio o lo que sea. Tú sólo querías morirte haciendo algo por Córdoba. Y tu fútbol, ahora, te ha puesto en el camino. Tus chavales, que para ti lo son todo. Te veo dichoso porque sabes que hoy, pase lo que pase, la Córdoba de las entrañas de los que la sienten está rebosante de orgullo. La Córdoba de vientre íntimo, la de tu Santa Marina, hoy duerme tranquila. No se le ha ido la grandeza. La Córdoba del silencio y del trabajo. La Córdoba de currantes y antisenecas maldita sea. La Córdoba que tú estás desbordando. Esa es la Córdoba que labraron los siglos y que nos han robado con tanto lastimerío, pose, vacuos argumentos y provinciana mendicidad. Esa Córdoba que, si fuera por ti, sería una ciudad feliz gracias a la gente trabajadora y humilde a la cabeza. A la sencillez y honradez hechas ser humano, a la sonrisa y al riesgo de los ahorros de tus hijos por una radio, por un balón, por un tarro de miel. La que se cimienta en todos los cuartos o perras que tú has perdido por ella. La Córdoba que bien te ha valido unas pocas ruinas. José García Román, cordobés de todas las Córdobas. La Córdoba que los cordobesistas le deben a tu familia y a tu gran mujer.
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Te van a odiar, querido. Te van a odiar de lo lindo. Entre los aplausos ya se afila algún cuchillo. Pones la poca pasta que tienes, te arruinas, te vuelves a endeudar, te juegas tu familia, partes desde cero, te echas todo a la espalda y encima triunfas. Pues te van a odiar y te van a buscar: porque el listón que tú has puesto no lo quiere nadie. Los has puesto a temblar. A esos que están más cómodos arreglando Córdoba desde twitter. Tú sí que eres pueblo. Pueblo de valores. Ese al que temen: que tú y yo hemos estudiado Historia…
pasta ,juegas
La gente no sabe, que tu primera fiebre cordobesa fue el fundar APRISA: Asociación Pro Restauración de la Iglesia de San Agustín. La creamos la primera promoción de Hª del Arte y no la creo nadie nada más que tú. La mantuviste tú, peleaste con la Junta y los curas tú. Y conseguiste arreglar tú aquel irredento pilar que casi echa la iglesia abajo; olvidada como estaba por todos. Fue el primer acto comprometido de una promoción comprometida con Córdoba y sus valores históricos, y aquí seguimos. Pero San Agustín te lo debe fundamentalmente a ti.
Asociación Pro Restauración de la Iglesia de San Agustín
Después de esa y antes de esas, repito, no sé en cuentas ruinas te has metido. Córdoba te ha costado trabajo, mucho, pero bien ha valido una misa, o unas pocas, tú que aún frecuentas parroquias.
A los que merecidamente te aplauden, a los que te besan, a los que les has dado la ilusión de una vida, quiero decirles que contigo no se equivocan. No os va a fallar. No sé si ascenderemos o no. Poco importa. Sepan uds. que a José lo que le hace feliz es ver alegre y radiante a Córdoba.
A los que te la doran, decirles que este no traga. Que José tiene el corazón relleno del jamón serrano de sus Pedroches ascendentes recubierto de salmorejo del mejor titanio. Es impenetrable. Ahí dentro sólo hay Córdoba y nada más que una Córdoba: la que se lo trabaja en silencio y humildad.
dorantraga.
A los que te vemos y te queremos presidente del Córdoba grande (aunque nos da igual lo que seas porque eres nuestro Papi) sólo nos importa que te defiendas bien. Que tú no eres vulgo de oficial diversión. Que tú eres alma y nada más que alma. Y ese es tu punto débil. Y hay por ahí alguno con ratones en los bolsillos al que le hace falta una buena cara que se los remiende. Sepan ustedes, los que justamente encumbran a José, que el alma de José es material delicado, inflamable, y que, si quieren a Córdoba, cuiden esa estrella. No quedan muchas bajo los adoquines; bajo esos adoquines de granito que le echan a Córdoba que nos han dejado ver la mejor de las playas.
Papi)
Feliz por ti. Fuerza y tino querido José, honra y patrimonio de todos los historiadores del Arte.
(Un abrazo de ese amigo tuyo descuidado que tanto te ha faltado a Vista Alegre).
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