El trabajo

Lo digo desde ya: el trabajo es una condena. Parece la letra de una canción góspel, pero es así.

Lo de trabajar no es más que una rémora de la tradición judeocristiana en nuestra sociedad. También tiene mucho predicamento en las civilizaciones protestantes.

Si yo creyese en los pecados, el trabajo sería uno de ellos. Si yo creyese en la redención, las vacaciones sería la mejor de las posibles.

Además, si se fijan, la inmensa mayoría de las personas que trabajan lo hacen por dinero. Lo cual es ruin y soez. Deberían trabajar para hacer un mundo mejor, en todo caso; pero eso les importa un pimiento, sólo quieren su puñetero dinero.

También hay gente a nuestro alrededor que “simula” trabajar. Van por la mañana a su presunto puesto de trabajo, fichan, y al cabo de unas horas –estipuladas convenientemente- vuelven a fichar y se van.

No es sencillo disimular tanto rato y cada día, pero hay mucha gente que es muy buena en eso.

Somos muy pocos los que hemos decidido no trabajar. Es una decisión moral atípica porque, desgraciadamente, hay mucha gente a le que le gustaría trabajar y no puede. Para ellos, nuestro contrato social ha creado subsidios, subvenciones, cámaras de comercio, sindicatos y cosas así.

No es bueno eso de querer trabajar para tener dinero. En una sociedad justa y éticamente correcta todo el mundo tendría dinero de manera natural. Sería lo normal. Da igual el origen de ese dinero: podría ser heredado, cogido de algún sitio o encontrado.

En un libro muy famoso llega a decirse aquello de que “te ganarás el pan con el sudor de tu frente”. Eso es una gilipollez supina. Un celíaco no se va a comprar una telera en su puta vida. Por mucho que sude.

Vivimos secularmente engañados.

Hay mucha gente equivocada en el mundo. Somos muy pocos los que ponemos un poco de cordura en todo este majareo. En eso sí que hacemos algo así como lo que el resto llama “trabajo”. Pero sin buscar recompensa ni nada de eso.

Se trata de resolver. Así de simple.

Entiendo que son pocos los elegidos para entender esto. Pero son los mejores.