Motosierra
El Ayuntamiento está sobrefinanciando a la Agrupación de Cofradías
Si el señor Milei tomara mañana las riendas del Ayuntamiento de Córdoba, lo primero que se encontraría encima de la mesa sería un informe de Intervención sobre la Agrupación de Cofradías. Como ustedes saben, el señor Milei no acostumbra a salir de casa sin la motosierra. En cualquier momento se puede cruzar con un Ministerio de Sanidad o con un subsidio de desempleo y se apodera de él ese impulso irrefrenable de podarlos de cuajo como si fueran malas hierbas del jardín. El señor Milei tiene un sentido espartano del Estado. Por decirlo educadamente. Su proyecto vital es jibarizar la administración pública hasta dejarla hecha un montón de huesos exánimes.
Lo imaginamos con el informe de Intervención en las manos. Mirando fijamente con los ojos inyectados en sangre ese verbo pornográfico que lo saca de sus casillas. Nos referimos al verbo “sobrefinanciar”, que es el que usa la interventora para definir la cuantía que cada año concede el Ayuntamiento a los cofrades. Para ser exactos, 313.000 euros del ala (que se dice pronto) y sin una mísera memoria económica ni informe financiero donde se detallen las partidas de gasto.
Además de la pasta gansa en metálico estipulada en el convenio, el Ayuntamiento le adjudica ayudas en especie con la instalación gratuita de escenarios, módulos, vallas y no se sabe cuántas mamandurrias más, si utilizamos el lenguaje neoliberal de doña Esperanza Aguirre y sus secuaces. Si el señor Milei ha seguido leyendo el informe de Intervención estará al borde de un síncope neurofinanciero. Sobre todo cuando llegue al párrafo donde se desmenuzan las obligaciones municipales en la cesión gratuita del Gran Teatro para el concierto de Cuaresma y el pregón de Semana Santa, así como el montaje del Belén y la exaltación de la saeta en la Plaza de Capuchinos.
Lo normal es que en ese preciso punto el presidente argentino, referente mundial del austericidio, haya apretado el gatillo de la motosierra y el convenio del que le hablamos vuele hecho jirones por el despacho funcionarial de Alcaldía. No queremos imaginar las caras desencajadas de sus admiradores contemplando la escena. Esa legión de incondicionales que le ponen una velita a la motosierra de Milei y otra a las mamandurrias sobrefinanciadas de marras.
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