Hotel con encanto
En el Hotel La Palmera nada es como solía ser.
Está situado en la avenida Doctor Fleming, ofrece un ambiente tranquilo y un trato familiar. Se anuncia como un rincón con encanto en el que pasar unos días de descanso alejado de los ruidosos pueblos cercanos de la costa y por el módico precio de 50 euros, desayuno continental incluido.
El hotel, que ocupa un antiguo caserón construido a finales del XIX, está regentado por un alicantino barrigón de corta estatura y extensa cabellera plateada.
La cocina, la recepción y las habitaciones las atienden dos americanas de acento caribeño, que aseguran dominar varios idiomas. Concretamente griego y francés. Lenguajes que aprendieron cuando la avenida del famoso doctor era en realidad una carretera nacional.
En La Palmera se ofrecía discreción y los clientes habituales eran considerados de la familia. Entonces, se recibían visitas de todos los pueblos cercanos y por cinco mil pesetas podías quedarte toda la noche y desayunar con las chicas café con magdalenas.
El estilo colonial de su fachada casaba a la perfección con el gusto del dueño por convertir en esclavas a sus pupilas políglotas. Un alicantino barrigón que convirtió sus sueños en pesadillas y que ahora se ha creído capaz de engañar a turistas despistados que no saben ver que...
En el Hotel La Palmera nada es lo que parece, o sí.
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