La temible barrera de los tres euros
La campaña de recolección de la aceituna está ya prácticamente iniciada en Córdoba y cuando hablo con algunos agricultores, lógicamente con las reservas oportunas aún, parece ser que las previsiones que se hacía, en cuanto al aforo de la cosecha, son aún más pesimistas si caben. Hay menos aceituna de lo que calculaban. Hay que recordar que en el aforo de la Consejería de Agricultura de la Junta de Andalucía para Córdoba lo estimaba en una cosecha de unas 148.000 toneladas de aceite. Pudiera ser demasiado optimista.
Y ante estas previsiones de reducción de aceite, en los próximos meses se producirán tensiones alcistas en el precio. La gran distribución, con su posición de dominio, estará por ver si ante un escenario de precios altos, continúa con su política de utilizar al aceite de oliva como objeto reclamo, ofreciendo una vez más la venta a pérdidas. La gran distribución seguirá con su posición de dominio y con toda su capacidad para intentar fijar los precios de compra en origen, y mientras tanto Defensa de la Competencia, posiblemente como siempre suele hacer, mirará para otro lado. Habrá que ver qué ocurre con el proyecto de Ley de Transparencia en la Cadena Alimentaria, y que ya comenté en un anterior artículo en Blogópolis.
Llegados aquí, creo que los agricultores necesitan una situación económica rentable y digna. Necesitan una estabilidad en los precios, de modo que puedan planificar sus inversiones, y su posibilidad de invertir en nuevas técnicas de producción. ¿Tan difícil es, y más ahora en la negociación de la nueva PAC 2014-2020, ayudar a los agricultores a que obtengan una parte equitativa y legítima en la Cadena de Valor Alimentaria?
Necesitamos una mayor gestión, transparente, del mercado y de los riesgos. Y necesitamos sobre todo una mayor información sobre el mismo, y sobre todo, coherencia, para hacer frente a las volatilidades y las crisis en los mercados mundiales.
Y claro está, también tendremos como productores, que ofrecer a nuestros consumidores un producto, y ya que hoy he elegido hablar de nuestro aceite de oliva, con una extraordinaria calidad, a un precio asequible. Porque no vayamos a tirar piedras contra nuestro propio tejado, y en el aceite de oliva, superar la barrera de los tres euros en origen, es un disparate, que a la larga se volverá en nuestra contra. Simplemente, los consumidores abandonarán la compra e irán a otras grasas. Ya pasó en el pasado y costó muchísimo recuperar cuota de mercado. En los próximos años, concretamente hasta 2020, estaremos en un aumento gradual de la producción española que rondará los 1,8 millones de toneladas en cuanto a producción. Y un escenario de competencia, cada vez mayor, de países como Turquía, Marruecos o Túnez.
De ahí que habrá que seguir demandando la continuación de ese Plan Ciolos, sobre su propuesta de un plan de acción del sector de aceite de oliva de la Unión Europea, y cuyos objetivos son mejorar la calidad y la promoción del producto, reforzar la estructura del sector y paliar la crisis de precios que sufren los productores, sobre todo aquí en España.
Si trabajamos productores y consumidores con responsabilidades compartidas, lógicamente contribuiremos al desarrollo económico y social de Córdoba y provincia. Eso sí sería un auténtico objetivo de sostenibilidad económica, social y ambiental.
0