Diez años del mayor proyecto verde de la Universidad de Córdoba que pugna por ser el mejor bosque urbano de España
En febrero de 2014, la Universidad de Córdoba (UCO) inició un grupo de trabajo dirigido por el Servicio de Protección Ambiental (SEPA) de la entidad con el objetivo de convertir una extensa zona de pastizal del Campus de Rabanales en un bosque de ecosistema mediterráneo. Al SEPA se unieron más de 16 centros, facultades, áreas y servicios de toda la UCO que posteriormente desarrollaron un papel relevante y vital en este proyecto que se convirtió en el Bosque Universitario de la institución académica. Muchos han sido los logros que este espacio verde ha cosechado a lo largo de una década: el último, estar nominado al mejor bosque urbano de España.
Antonio Gomera Martínez es el director de Política Ambiental del SEPA, que depende del Vicerrectorado de Campus Sostenible. Lleva más de dos décadas en la UCO y conoce muy bien cómo fue la semilla de este bosque, ya que entonces se encontraba en el SEPA. “La intención de este proyecto era poner en marcha una nueva filosofía de gestión de zonas verdes dentro de la Universidad, intentando restaurar y transformar espacios que estuvieran en desuso, rehabilitándolos para la promoción de la biodiversidad en busca de la eficiencia y la sostenibilidad”, explica este técnico de Protección Ambiental.
El bosque se encuentra exactamente en la zona oeste de un terreno situado junto al edificio Leonardo da Vinci de Rabanales. Se extiende a lo largo de 5.000 metros cuadrados y hay en torno a 400 ejemplares de árboles y arbustos representantes del bosque mediterráneo. Paseando por el camino habilitado se descubre que esta zona verde está subdividida en seis áreas diferentes: ribera, encinar, melojar, alcornocal y pinar-algarrobal. A la vera de estos ejemplares crecen y se desarrollan arbustos diferentes.
Todas estas especies fueron seleccionadas con rigor y en función del clima de Córdoba, y plantadas un año más tarde del primer germen del proyecto, en febrero de 2015. Esto hace, explica Gomera, “que tengan resistencia tanto al calor como al frío”. De hecho, el paso de la tormenta Bernard no tuvo incidencia alguna en este bosque y sí en otros árboles del Campus; un hecho que el director del SEPA atribuye a que los ejemplares plantados en esta parcela “son de porte pequeño, además de que el bosque mediterráneo es duro y aguanta tanto la sequía del verano como las heladas del invierno”. El crecimiento de las especies y su adaptación al entorno han facilitado que se haya reducido considerablemente el riego por goteo durante los meses estivales, “realizándose muy puntualmente y en zonas muy concretas”. Recuerda que en los primeros años de vida del bosque, el SEPA realizó un conteo para conocer la tasa de pérdida de árboles “y, para nuestra alegría, el dato no fue dramático”. Y es que solo hubo “bajas puntuales”, lo que llevó a este servicio de la UCO a realizar plantaciones sucesivas durante los cuatro primeros años.
A esas seis zonas se suman otras tres localizaciones: un área de plantas aromáticas, otra de especies potencialmente tóxicas para el ganado y una charca artificial. Esta se ubica en un extremo del bosque y fue creada en septiembre de 2015. El papel de este espacio húmedo es “enriquecer la zona de ribera mediante un proyecto de naturalización, promoviendo un ecosistema saludable que atrae anfibios e insectos, contribuyendo así a la lucha contra la pérdida de biodiversidad en entornos urbanos, explica Gomera.
Además de convertirse en un modelo de gestión de zonas verdes, el Bosque Universitario es “un espacio docente, investigador y de divulgación” tras haberse convertido en “un aula y un laboratorio al aire libre”. Actualmente, el bosque “está en un estado maduro y ya se ha formado un sistema complejo muy interesante” dado que ya se han visto las primeras especies de animales y sucesiones ecológicas. Este avance permitirá, por ejemplo, que científicos y profesorado de las áreas de Zoología y Ecología puedan desarrollar su labor docente e investigadora.
El buen hacer de todos los que trabajaron por este proyecto y sus posteriores desarrollo y mantenimiento han hecho que un jurado de expertos lo haya seleccionado para la candidatura de Bosque Urbano del año en España. Se trata de una nueva categoría incluida en el Concurso Árbol y Bosque del Año que la ONG Bosque Sin Fronteras lleva organizando desde 2007. El Bosque Universitario de la UCO compite con otros candidatos, como el Bosque Urbano de Málaga, el Biobosque el Mirador de Villalbilla. (Madrid), el Bosque Urbano del Paseo de las mariposas (Sevilla) o el Bosque Encantado de Ampudia (Palencia). Por el momento se encuentra en segunda posición, superado por la candidatura palenciana.
El plazo de votaciones está abierto hasta el 15 de diciembre, por lo que la UCO ha hecho un llamamiento a toda la comunidad universitaria y a la sociedad cordobesa a prestar su apoyo a su candidatura. Una vez dentro de la web https://www.arbolybosquedelaño.es/votar-arbol-bosque-y-bosque-urbano-del-ano-en-espana-2025/ hay que buscar la candidatura Bosque Universitario de la UCO y votar (para poder registrar el voto hay que votar también en las categorías de Árbol del año y Bosque del año). El bosque ganador pasará a la fase europea representando a España.
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