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Oltra: “El fútbol es debate permanente”

Jose Luis Oltra, entrenador del Córdoba CF | MADERO CUBERO

Paco Merino

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Quedan apenas unas horas para el partido y en El Arcángel se masca esa singular sensación de inquietud, ilusión y expectativa que precede a las citas relevantes. El Córdoba, inmerso en una racha positiva como no veía hace años, se prepara para defender su posición de líder ante un adversario, el Numancia, que es el único que no ha perdido ni un solo partido en el campeonato. Dicen que la grada rozará el lleno. Se respira fútbol en las entrañas del estadio, donde José Luis Oltra (Valencia, 1969), tras lidiar con arte su enésima rueda de prensa -“si queréis escribo la alineación en un papel y la abrimos después del partido, pero antes no os la digo”, declaró a los periodistas- abre a CORDÓPOLIS las puertas de su despacho, que es casi una metáfora de su equipo: no hay lujos, pero genera resultados.

“Os voy a tener que echar”, dice cuando abre la puerta y ve que dentro estaba el director deportivo, Emilio Vega, con el que bromea mientras la jefa de prensa del club, María Domínguez, contempla la escena con una sonrisa. Los rostros de los supervivientes del fiasco de Primera han recuperado el color y una expresión humana. Todos envejecieron diez años de golpe, pero están en plena fase de rejuvenecimiento físico y depuración mental gracias, en buena parte, a la llegada de un entrenador que también aterrizó golpeado por una mala experiencia reciente. El Córdoba y Oltra son como dos recién divorciados que sienten que tienen derecho a ser otra vez felices.

Oltra está en el top 3 del ranking de entrenadores con más partidos dirigidos en Segunda División y cuenta con dos ascensos a Primera -Tenerife y Depor-, pero también con las heridas de estancias breves y desastrosas en Mallorca y Huelva, dos entidades en proceso de autodestruccción. Ha vivido de todo y todo lo relativiza. Y el Córdoba es ahora, para él, lo más cercano a un paraíso. El fútbol, al fin y al cabo, se rige por fórmulas ingobernables.

Cada fin de semana, ya sea en escenarios de rango o en recintos tenebrosos -esto es Segunda, amigos-, Oltra saldrá con su pelo engominado, su imborrable bronceado y su impecable traje para mover con eficiencia -y si es posible, con salero- sus peones en la cancha. Como un Sergio Scariolo del fútbol. Se viste para las grandes ocasiones porque siempre espera que algo grande suceda.

PREGUNTA. ¿Es el Córdoba lo que esperaba? RESPUESTA. A mí me ha sorprendido en positivo. Yo ya había preguntado antes, tenía mi información y algunas referencias, pero me he encontrado con un club importante, con una gestión muy seria y profesional. Muy empresarial. Eso es bueno. Hay seriedad y organización, con buenos medios. Luego está el tema de la afición. Yo ya sabía que era apasionada y con mucho sentimiento, pero cuando la tratas ves que es mucho más que eso. Soy feliz, de momento, por cómo van las cosas y porque me he encontrado un club fantástico para trabajar.

A mí me ha sorprendido en positivo. me he encontrado con un club importante, con una gestión muy seria y profesional. Muy empresarial"

P. Llegó a un club recién descendido y, además, de una manera muy dolorosa, sin apenas opciones de salvarse nunca. ¿Cómo se gestiona eso? R. Es la cuarta vez que pasa. Me sucedió en Levante, en Mallorca, en el Deportivo de La Coruña y ahora aquí. Son situaciones distintas. Unos vienen de muchos años en Primera, otros de menos, algunos con títulos… Cada circunstancia es diferente. Aquí se viene de haber estado solo un año en Primera, un año que era para pasarlo bien y disfrutar pero terminó siendo un calvario. Lo primero que intentamos fue cambiar el ambiente por dentro. En eso nos ayudó mucho la gente. La gente se volcó con el equipo. En otros sitios, después de un hecho traumático como es un descenso de categoría, las cosas no se asumen bien y se queda un ambiente malo, enrarecido. Sé que el ambiente del año pasado aquí no fue el mejor, pero se ha hecho borrón y cuenta nueva. Es un volver a empezar. Vemos que la gente de la ciudad está con el equipo, que no lo dejan de lado, que después de lo que han pasado lo siguen queriendo. Eso nos da ánimos y una responsabilidad grande a todos, desde el cuerpo técnico a la dirección deportiva, a la directiva y, por supuesto, a los jugadores. A todos nos corresponde poner de nuestra parte para cambiar esa percepción mala que podía haber del equipo, meterlo en otra inercia. Los resultados, afortunadamente, nos están acompañando. Ahora la gente ya tiene olvidada la temporada pasada por completo. Hemos conseguido asumirlo, seguir y pensar sólo en lo que tenemos por delante esta temporada.

P. De todos modos, la construcción del equipo ha sido una tarea compleja. Hubo muchos cambios. Había gente que se quería ir… No debió ser fácil lidiar con estas situaciones. R. Ha sido un verano complicado y difícil. Cada caso es un mundo. Aquí había muchos jugadores con contrato en vigor que por unas circunstancias o por otras tenían que salir. Por la categoría, por la economía y por otros aspectos. Teníamos que incorporar gente, tenían que salir algunos… Ha habido episodios difíciles, pero esto forma parte de la formación de una plantilla. Afortunadamente, el director deportivo es una persona muy preparada, y también el presidente siempre ha estado cerca de nosotros y nos ha ayudado a hacer esto de la mejor manera posible. Yo estoy contento del grupo que hemos confeccionado. Siento que es un buen equipo, que tiene al lado a una gran afición y hay un club detrás que tiene las cosas claras y sus objetivos bien marcados. Todos vamos para el mismo lado. El secreto está en tener ganas.

P. El comienzo de la Liga fue un poco raro. Tras el debut ante el Valladolid todo el mundo se volvió loco. Luego llegó una cadena de golpes muy duros ante el Leganés y el Alcorcón, más la eliminación de la Copa en El Arcángel contra el Lugo. ¿Cómo vivió esos momentos? ¿Entiende el clima de nerviosismo que se generó? R. Entiendo que forma parte del propio proceso del pasado reciente. Esos tres resultados adversos, después de que habláramos de un proyecto ambicioso e importante, trajeron dudas a la gente. Entiendo que esto suceda, porque hay mucha ilusión detrás del Córdoba y el club viene de pasarlo muy mal. Igual hay ansias porque salgan las cosas bien de manera muy rápida, que es normal, pero todo lleva su tiempo. Yo nunca he notado por parte del club una inquietud. Al contrario, en esos momentos me han dado más apoyo. Hay cosas que no puedo ni debo contar, pero me han dado más confianza y seguridad en todo el trabajo. Yo veo al grupo, veo los mimbres que hay, y sabía que antes o después tenían que salir las cosas. Esto es fútbol, no lo olvidemos, y la categoría está tremendamente igualada. Puedes volver a cambiar, no ganar, empeorar… Esto es muy largo. A mí me gusta lo que veo y lo que ser está generando. Hay que ser positivo y optimista.

Entiendo los nervios, porque hay mucha ilusión detrás del Córdoba y el club viene de pasarlo muy mal. Igual hay ansias porque salgan las cosas bien de manera muy rápida, pero todo lleva su tiempo"

P. Se ha debatido mucho sobre el asunto del cambio de dibujo táctico, del retraso de las líneas para defender… Supongo que ése es el trabajo del entrenador: sacar lo mejor del equipo y paliar las deficiencias. ¿Ha existido ese momento en el que os habéis sentado y habéis dicho: tenemos que cambiar la manera de jugar? R. Es que la idea de juego es la misma. Hemos matizado algo, hemos retrasado unos metros para estar más juntos y para evitar hacer el equipo largo. Eso nos estaba costando. Nos había hecho tres goles el Leganés, otros tres el Alcorcón… Luego veías los goles y no eran tanto por estar separados, pero sí que nos habían generado malas sensaciones en el cómputo general. Ése es trabajo de entrenador. Tú vienes con unas ideas y luego está lo que sucede en el campo. Y ahí hay que tomar medidas, adoptar decisiones. Para eso nos pagan. Rectificar es de sabios y no pasa nada. Hay que buscar por encima el beneficio del equipo. Nosotros tenemos unas virtudes que tenemos que potenciar y unas carencias que tenemos que minimizar. El equipo tiene que ir a más. Me gustaría que fuera más protagonista, que es la palabra parece que genera debate. Pero si la gente espera que ser protagonista sea sinónimo de tocar, de coger el balón desde atrás, elaborar y ser, por poner un ejemplo, el Barça o el Bayern de Múnich de Guardiola, pues no. Eso no lo vamos a hacer en la vida. Tenemos unas condiciones como equipo y a ésas hay que acoplarse. Pero eso no quiere decir que sean unas condiciones malas, ni mucho menos. Tenemos mimbres y buenos.

P. Cuando se debate sobre el estilo o la estética es que el problema principal, el de conseguir los puntos, está resuelto. R. Bueno, los resultados te ayudan a corregir desde la confianza y a tener más credibilidad. Pero los debates están siempre. Esta semana será si tenía que sacar o no a los internacionales, o dar una oportunidad a uno o a otro. El fútbol tiene eso y vive de eso. Hay debate con Benítez en el Real Madrid, con Luis Enrique en el Barcelona o con Del Bosque, que lo ha ganado todo. ¿No lo voy a tener yo que no le he empatado a nadie? Por eso el fútbol es tan grande y mueve lo que mueve. Yo intento aislarme bastante de todo esto y voy a lo que creo que tengo que hacer: insistir, perseverar o, por en contrario, cambiar si lo veo conveniente. Al final, ser cabezón o flexible te va a traer también el debate. Si sigue insistiendo en algo te dicen que mantienes una idea que no funciona y si cambias te dicen que has renunciado a tus ideas. Todo forma parte del juego.

Si la gente espera que ser protagonista sea sinónimo de tocar, de coger el balón desde atrás, elaborar y ser, por poner un ejemplo, el Barça o el Bayern de Múnich de Guardiola, pues no"

P. ¿El Córdoba está jugando ahora como quiere o como le gusta? R. Está jugando como yo quiero, pero tenemos capacidad y margen de mejora. Y en eso estamos. Debemos de mejorar en el bagaje ofensivo, en la elaboración, en generar más fútbol, en juntar más pases, en crear más ocasiones, más llegada… Defensivamente hemos estado si recibir gol en cinco de los ocho partidos que hemos jugado. Podemos tener algún golpe de fortuna, pero el equipo defiende bien, junto, solidario. Por lo tanto, hemos ido mejorando y dando pasitos. El día del Zaragoza creo que jugamos bien y el día del Lugo también. A ratos en casa hemos jugado bien. El equipo tiene que mejorar y dar pasos al frente manteniendo lo que tiene bueno.

P. El Córdoba ha alcanzado un rendimiento sobresaliente en defensa con una línea de atrás en la que hay cuatro hombres veteranos, que no eran titulares el año pasado en sus equipos -alguno, como Stankevicius, ni siquiera contaba- y que han conseguido acoplarse y cerrar el grifo. R. En el fútbol se generan muchas veces etiquetas y prototipos que no se corresponden luego con lo real. ¿Veteranos y jóvenes? Eso creo que va con el carácter. Puede que no vinieran de jugar mucho, pero son muy buenos profesionales y saben lo que se traen entre manos. Estoy contento con todos ellos.

P. Otro tipo con un largo expediente de carrera es Pedro Ríos. R. Éste es un caso distinto porque yo lo tuve a mis órdenes y sé bien cómo es. Además, el presidente ya lo quiso fichar en el mercado de diciembre el año pasado en Primera División. Va con la forma de ser.

P. ¿Pero cuál es la fórmula para que rindan a esta nivel? R. La gente que ha venido está implicada. Puede que no hayan jugado en los últimos equipos en los que estuvieran, pero tienen fútbol y experiencia. Igual que los jóvenes te dan ilusión, energía, hay que equilibrar las cosas. La plantilla que hemos confeccionado está unida, es de las que te da puntos porque trasladan fuera lo que hacen dentro. Tienen muchas ganas. Ésa es la clave de todo: no es los años que tengas o la experiencia del pasado, sino tener ganas de hacer cosas.

En el fútbol se generan muchas veces etiquetas y prototipos que no se corresponden luego con lo real. ¿Veteranos y jóvenes? Eso creo que va con el carácter"

P. A Ríos se le buscó con insistencia. El club tuvo que esperar para conseguir su fichaje y parece que mereció la pena. También se estuvo esperando mucho tiempo a otro futbolista, Fernández, que al final terminó jugando en el Oviedo. ¿Qué sensación le quedó de aquel episodio? R. La diferencia entre uno y otro está clara. Uno quiso venir y otro no. Hay que respetar que cada uno defienda lo suyo. El tendrá sus porqués. Yo tengo mucha información, pero a lo mejor no la tengo toda y él ha valorado otros detalles. Realmente, lo que sí digo algo y claro es que en el club se hizo todo lo posible para que Fernández viniera, a nivel de contrato, de duración… Le llamé yo, le llamó el director deportivo, le llamó el presidente. Todos hablamos con él, pero por una serie de circunstancias que no voy a contar porque no soy la persona adecuada, pues él, en el último momento, decidió irse a otro equipo. Yo eso lo voy a respetar y no le guardo ningún tipo de rencor. Es más, le deseo todo lo mejor y que tenga éxito en su carrera porque es un chaval espectacular y un futbolista interesante. No vino él y vino otro jugador. También nos pasó con otros. Hubo gente que teníamos muy cerca de firmar o ya firmada en esa demarcación y que finalmente no pudieron venir.

P. Otro nombre propio: Xisco. El caso más claro de redención de un futbolista. En El Arcángel se llegaba a pitar incluso cuando su nombre aparecía en el videomarcador. Ahora es el capitán, un jugador importante para el equipo y apreciado por la afición. Usted trata con él a diario. ¿Cómo es Xisco ahora? R. Yo te puedo decir que lo entrené en el Depor y me he encontrado a un Xisco mucho más maduro, más responsable, con más peso dentro del equipo, que es importante. Es posible que esta confianza, que se la gana él y no se la regala nadie, le esté ayudando a crecer. Él es un líder natural. Lo de los capitanes es una elección de los propios futbolistas y él resultó escogido. Él nota ese respaldo por parte de todos. Está rindiendo bien cada vez que ha salido y eso la gente lo ve. El aficionado quiere rendimiento, implicación, y eso Xisco lo está teniendo. Si él, en cualquier momento, dejara esa responsabilidad la gente volvería a chillarle. La afición lo que quiere es ver entrega, esfuerzo, dedicación, profesionalidad. Y ahora mismo Xisco está mostrando todos esos valores. En el momento en que deje de hacerlo, pues no tendrá tanto peso en el equipo y la gente lo volverá a recriminar. Esto es así. Espero que eso no se dé y que no volvamos a situaciones tan feas como se vivieron.

Me he encontrado a un Xisco mucho más maduro, más responsable, con más peso dentro del equipo. Es posible que esta confianza, que se la gana él y no se la regala nadie, le esté ayudando a crecer"

P. ¿Hasta qué punto hace daño en sus planes la ausencia obligada de Carlos Caballero? R. Bueno, en una plantilla que no es muy amplia en cuanto a número, y aunque tenemos gente en el filial que en cualquier momento puede subir y aportar, Carlos tiene unas características importantes, aparte de ser un chico muy profesional. Él entrena como si fuera a competir el fin de semana, lo que pasa es que cuando llega se tiene que quedar fuera. Se hace querer porque ha tenido muy mala suerte. Sufrió una lesión importante, tuvo que salir a otro país para recuperar, volver y demostrar que está totalmente bien… Tenía expectativas altas. Es el único mediapunta así específico, es dinámico, con llegada, último pase, a balón parado… Estaba participando casi en todos los partidos. Es el típico ejemplo de jugador que siempre te da. Te sabe mal no poder contar con él, pero no soy de quejarme mucho. Hay que superar todas las circunstancias y las adversidades, pero es verdad que me hubiera gustado tenerle porque nos da muchas cosas.

P. ¿Piensa en el mercado de invierno o eso lo deja para otros? R. Ahora pienso en el partido del Numancia, única y exclusivamente. De reojo miro otros aspectos, como el encuentro siguiente en Vitoria. Y a largo plazo, si tenemos que hacer algo, el club y el director deportivo nos ayudarán como hicieron en verano. Pero ahora mismo no me lo planteo porque, aparte de que queda muy lejano, hay circunstancias que con el paso de la competición van cambiando. Igual ahora no tocaría nada y cuando llegue diciembre vemos alguna carencia o hay, toco madera, alguna situación de lesión.

P. Pero supongo que está preparado para todo. Para que haya llegadas o para que, por poner un ejemplo, le llamen y le digan que Florin se marcha porque hay una oferta irrechazable. R. Esto es el mercado. Si me preguntas ahora la alineación del domingo la sé. Si me preguntas por la de dentro de dos meses, pues no puedo saberla.

P. ¿Nota el nivel de exigencia en el Córdoba? R. Bueno, tenemos un objetivo alto que es el que ha marcado un club y que se corresponde con los hechos a nivel de confección de plantilla, respuesta de la afición y demás. Yo creo que el nivel de exigencia es un asunto que se marca cada uno. Yo soy exigente con mi trabajo, me esfuerzo mucho, soy profesional. No estoy trabajando de manera diferente a como lo hacía en los clubes en los que estado anteriormente, a nivel de dedicación, pero sí que tengo aquí otros medios y posibilidades. Vengo de un sitio donde no se me ha cumplido nada, donde había dificultades económicas ya no tanto para mí sino para el grupo. Así se hace muy complicado trabajar. Me pasó también trabajando en el Depor en el segundo año. En Mallorca tuve unas guerras institucionales terribles. Aquí me he encontrado estabilidad.

Tenemos un objetivo alto que es el que ha marcado un club y que se corresponde con los hechos a nivel de confección de plantilla, respuesta de la afición y demás. Yo creo que el nivel de exigencia es un asunto que se marca cada uno"

P. El Córdoba le parecerá la gloria, entonces. R. Lo que viví en Huelva fue caótico en todos los aspectos. No pude estar centrado en lo deportivo como me hubiera gustado, sino en otros aspectos. No ganas o pierdes partidos por cobrar o no cobrar, por tener el campo bien o mal, pero no suma. Aquí sí te puedo decir que me encuentro con todos los medios y por eso el nivel de exigencia me parece justo y correcto por lo que te dan. Trabajo igual que en los otros clubes, pero aquí con más estabilidad y medios, por lo cual estoy más feliz.

P. ¿Qué tal con Carlos González? R. El trato con él es muy bueno. Lo digo abiertamente. Hablamos muy a menudo, prácticamente a diario, y con una muy buena sintonía. Él es una persona que cuando le explicas las cosas te escucha. Él te da opinión y la verdad es que luego es un gestor espectacular. Yo le he comentado muchas veces que a lo mejor no ha vendido bien el producto. Es el presidente que ha conseguido sanear el club y lograr un ascenso a Primera después de muchos años. Esa forma de ser que tiene, tal vez un poco vehemente con todo, hace que no consiga sintonía para hacer que se valoren los éxitos que ha tenido. Mi relación personal es cercana, directa y clara. Muy buena.

P. ¿Es un presidente cercano al equipo? R. Él ahora mismo vive por y para el Córdoba. Es su empresa y él es el que la gestiona. Está muy encima de todo, en comunicación directa con el director deportivo, la dirección general, el entrenador, los capitanes… Él habla con el grupo y siempre está cerca. No sé cómo habrá sido en años anteriores, pero lo veo muy cercano, hablando con todo el mundo y con una relación más que cordial.

P. Parece que esta temporada sí existe una comunión de intereses y una cohesión mayor entre todos los puestos del club. R. Esto es magnífico para que las cosas marchen y se mantenga un ambiente positivo. Todos, cada uno desde nuestra posición, debemos sumar. Y que exista siempre un clima de confianza.

He hablado con el presidente y creo que esa forma de ser que tiene, tal vez un poco vehemente con todo, hace que no consiga tener sintonía para hacer que se valoren los éxitos que ha tenido"

P. Como el suyo con Chema Sanz, el preparador físico, con el que lleva ya diez años. R. No sé cómo me aguanta. Yo me he encontrado gente en el club muy válida, que nos aportan mucho. El entrenador de porteros, los fisios, el analista… Todos tienen capacidad y ganas de ayudar. Los que han venido conmigo, Emilio y Chema, son de mi confianza. Con Chema llevo mucho tiempo y es el ideólogo, el hombre que transmite energía y posibilidad. Si no el mejor, es de los tres mejores preparadores físicos que hay en España. Él aporta muchas cosas y se hace querer por la gente. Eso me da un plus con el grupo, con el club. Igual que Emilio, que es un hombre fiel, que ve muy bien el fútbol, que te aporta algunas ideas, te da mucha seguridad y tranquilidad. Tener gente de confianza es importante, pero los que estaban aquí tienen su espacio y yo se lo doy. Aquí me he encontrado con un médico espectacular, un grupo de fisios muy preparados, unos utilleros fantásticos y un hombre como Pepillo que es especial, una institución. Esto es un equipo.

P. ¿Y qué me puede decir de las instalaciones? Lo de la Ciudad Deportiva nueva va para largo y hay que tirar con lo que hay. R. Hay cosas que mejorar, indudablemente. No es lo ideal. Me consta que el club está haciendo todo lo posible para desbloquear una situación política para tener una ciudad deportiva en condiciones. Eso sería bueno no sólo para el club, sino para toda la cantera, que es donde está el futuro del Córdoba y más ahora con la economía. Y, sobre todo, sería bueno para la ciudad. Yo no entiendo a Córdoba ciudad sin el Córdoba CF y no entiendo al club sin ir de la mano de la ciudad, de su gente. Ha habido situaciones muy duras este verano, muy negativas. El propio estadio no estaba bien y ahora está cogiendo mejor tono. La ciudad deportiva tiene el campo mucho mejor y eso ayuda. Pero cuando un equipo quiere jugar el fútbol y el sitio donde entrena no te genera confianza y seguridad, pues se nota. Sería mejor tener una instalación más adecuada, no coger el autobús para ir a entrenar… Son cosas que sumarían para mejor. El club está trabajando en esa dirección y es lo importante. No veo dejadez. Veo ganas de crecer y de seguir haciendo cosas.

Me consta que el club está haciendo todo lo posible para desbloquear una situación política y tener una ciudad deportiva en condiciones. Eso sería bueno no sólo para el club, sino para toda la ciudad"

P. ¿Qué debe esperar un cordobesista del Córdoba? R. Que lo dé todo en cada partido. No soy de pedir, soy más de dar y de tratar de contagiar. El aficionado debe de saber que esto es muy largo, muy igualado, muy difícil. Ganar en esta categoría cuesta sangre, sudor y lágrimas. Cuando ganemos deben estar contentos y cuando no lo hagamos, pues como nosotros: juntarnos, apoyar y seguir trabajando. Lo principal que deben saber es que los necesitamos. Yo he visto que los equipos que tienen éxito siempre llevan detrás a una afición numerosa, con sentimiento y pasión. Eso nos da puntos. Si no están contentos por algo, pues tienen sus momentos para demostrarlo y están en su pleno derecho. Y se lo agradecemos. Pero durante el partido les necesitamos para que nos animen pase lo que pase. Tal y como hemos visto hasta la fecha. Esto es un maratón de 42 jornadas.

P. Para José Luis Oltra, un buen balance de la temporada 15-16 sería… R. Que el equipo dé todo lo que tiene y que la afición esté satisfecha y orgullosa. Lógicamente, si el objetivo es ascender, el mejor balance es conseguirlo. Pero también hay que entender que no ascendiendo puedes terminar satisfecho porque ves que el equipo ha dado el máximo. El objetivo se conseguirá en junio. Mientras tanto, ir partido a partido y tratando siempre de dar nuestra mejor versión.

P. Que la última foto de la temporada sea la del equipo saludando y recibiendo el aplauso de la afición. R. Exacto. Yo creo que sí. Irnos con la satisfacción del deber cumplido. Y si es con el ascenso, mejor. Todos felices.

Lo principal que deben saber los cordobesistas es que los necesitamos. Yo he visto que los equipos que tienen éxito siempre llevan detrás a una afición numerosa, con sentimiento y pasión. Eso nos da puntos"

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