Manuel Martínez: “No nos creemos tan importantes como lo que hizo Abderramán”
Manuel Martínez (Posadas, 1951) es como el Mick Jagger cordobés. El cantante de Medina Azahara lleva ya tres décadas y media sobre los escenarios y parece que se conserva en formol. Su voz de tonos altos sigue siendo igual de potente. Su energía, sorprendente para un señor de 62 años (que ni bebe, ni fuma, ni se droga) que cuida su figura y su estilismo (que apenas ha variado desde 1979) y que a pesar de ser una estrella del rock lleva en Córdoba una vida de lo más normal. Después de la entrevista con CORDÓPOLIS coge su monovolumen y se marcha al supermercado más cercano donde su mujer le ha dicho lo que tiene que comprar para toda la semana.
Martínez se mantiene muy en forma, tanto que admite que Medina Azahara es hoy por hoy uno de los grupos españoles que más “galas” hace (en los 90 llegaron a tener 200 conciertos en un año). Acaban de llegar del Norte, de Logroño, donde el público pedía a gritos que cantaran Córdoba. Anoche, por ejemplo, llenaron la sala El Tren de Granada. Y el 28 de diciembre se suben a los escenarios cerquita, en La Carlota, en la sala El Fono. Like a Rolling Stone, Martínez no para y el grupo ya prevé girar durante el próximo año por el extranjero, fundamentalmente América, donde han vendido miles de discos.
En el terreno corto de las entrevistas, el cantante de Medina Azahara se desenvuelve igual que en los escenarios: con rapidez. Sus respuestas son ágiles, igual que sus movimientos dentro de la pequeña habitación en la que ensaya el grupo en el polígono de Chinales, que comparte local, entre otros, con Estirpe. Su estética rockera andaluza está cuidada hasta el mínimo detalle. Una cabellera en la que ni un pelo está en desorden, una barba perfectamente recortada, unas gafas de sol negras, ropa ajustada y botas de punta. Así sigue siendo el Mick Jagger cordobés. Como los Rolling Stones, “it's only rock andaluz”.
PREGUNTA. Desde el año 1979 eres el mismo sobre el escenario. Pareces inmortal. ¿Cuál es el secreto de tanta energía?
RESPUESTA. Yo creo que no hay secreto. Solo que, de alguna forma, hay que vivir el presente. No puedes pensar en lo que pueda pasar mañana ni refugiarte en lo que pasó ayer. Tienes que vivir el presente, sobre todo en los escenarios, en donde hay que estar a la última porque hay grupos, tanto nacionales como internacionales, que pisan muy fuerte. La energía viene de uno mismo. Nosotros nos defendemos y sacamos provecho de nuestra actuación. Aunque a lo mejor mis genes son un poco diferentes porque siempre ando luchando contra mí mismo intentando ampararme en lo que tengo. Por eso a mi edad me mantengo en los escenarios esperando lo que venga y luchando contra todo. Es la energía que nos da el seguir viviendo y, la verdad, es que parece que fue ayer cuando comenzamos.
P. ¿Te ves jubilándote como rockero?
R. Realmente no lo he pensado nunca. Jubilarme como el típico hombre de 65 años no creo, vendrá cuando tenga que venir, el tiempo lo dirá, pero yo no me fijo una fecha. Y la edad no va a marcar esa pauta. Mientras el cuerpo aguante y la voz esté bien voy a seguir cantando y componiendo. Aunque componer siempre voy seguir haciéndolo. No soy el típico que coge boli y cuartilla y se pone a componer sino que a mí me viene sola, no hay límite de tiempo. Aunque Medina Azahara no esté, yo voy a seguir componiendo.
Jubilarme como el típico hombre de 65 años no creo, vendrá cuando tenga que venir
P. O sea, que cuerda para rato tienes.
R. Yo creo que me quedan muchos años todavía si la salud aguanta. Aunque en un minuto puede cambiar tu vida. Ayer supimos que una persona muy querida para nosotros tenía cáncer y a esa persona le ha cambiado la vida de repente. A todos nos puede pasar así que mientras el cuerpo esté bien aquí hay cuerda para rato.
El rock andaluz tiene una lectura muy fresca pero a la vez muy añeja
P. Empezásteis en el 79 como herederos de Triana ¿Sigue existiendo el rock andaluz porque pervive Medina Azahara?
R. La gente lo dice pero yo pienso que no. El rock andaluz tiene una lectura muy fresca pero a la vez muy añeja. Si hablamos de Triana, estamos hablando del grupo que abre las puertas del rock andaluz pero no de los creadores del rock andaluz. Antes de Triana estaban Flamenco o Galaxia, que inventan el rock andaluz. Tampoco fueron los primeros Smash, porque lo único que hicieron de rock andaluz fue El garrotín, que tampoco era una canción típica del rock andaluz. Nace de la gente que empieza a componer de otra manera. En España estaban Los Diablos, Los Bravos y esa clase de grupos que tenían influencias anglosajonas pero a partir de grupos como Tartessos, que hicieron algo pero no eran exactamente rock andaluz, y sobre todo Galaxia, que son los máximos exponentes porque tienen notas netamente andaluzas y mezclan ese rock sureño de Estados Unidos, que conocieron en la base de Rota, con las notas andaluzas. Tengo la suerte de haber tenido como técnico a José Luis Garrido en Origen y leyenda que me dio maquetas del grupo de finales de los 60, y eso ya era rock andaluz. Era como Abre la puerta de Triana. De Galaxia Triana mamó mucho, y después el resto de los grupos, como nosotros que hicimos El padre santo de Roma, que es de Garrido y del padre de Paco de Lucía. A partir de ahí surgió el rock andaluz. Esta etiqueta la pusieron las discográficas por vender algo, por no decir rock español.
Antes de Triana estaban Flamenco o Galaxia, que inventan el rock andaluz
P. ¿Pero ese rock andaluz sigue vivo más allá de Medina Azahara?
R. Las crisis siempre llevan a que la gente más necesitada ahonde en los movimientos donde se hace más dinero. Había músicos que habían estado con Medina o con otros grupos, pero muchos se fijaron en nosotros. Igual que ahora, que somos uno de los grupos que más galas hace en el país, tanto en invierno como en verano. Así que muchos de esos músicos que tocan para grupos y artistas diferentes han vuelto a formar sus propias bandas fijándose en la carrera de Medina Azahara o hacer carreras en solitario de rock andaluz. Y en eso yo diría que es porque está Medina Azahara. Pero también son gente de mucho sentimiento que quieren hacer lo que siempre han hecho y ser lo que siempre han sido. Porque una cosa es ser artista, acompañando a una banda como trabajo, y otra muy distinta ser músico. Hay muchos, está Randy López, Arábiga, de Lucena, en Barcelona, Palma de Mallorca y en Zaragoza también hay grupos, algunos que nos imitan descaradamente a nosotros hasta en la forma de vestir.
Una cosa es ser artista, acompañando a una banda como trabajo, y otra muy distinta ser músico
P. Antes de nuestra cita he puesto en Google Medina Azahara y me ha salido al mismo nivel de respuestas el yacimiento y el grupo...
R. (risas) Supongo que te basas en resultados.
P. Claro.
R. No tiene nada que ver una cosa con la otra. Uno es la historia, nuestros antepasados, una parte de la ciudad y eso es más importante que nosotros. Hemos estado en muchos sitios de este mundo pero no nos creemos tan importantes como lo que hizo Abderramán [III, el constructor de Medina Azahara]. Aunque para mucha gente que nos sigue el grupo es más importante que las ruinas, pero bueno, se puede considerar Medina Azahara como las ruinas de Medina Azahara (carcajadas). De alguna forma los seguidores del grupo van a estar más interesados en nosotros y los de la historia en el monumento.
P. Bueno, el conjunto arqueológico tiene 1.000 años y vosotros 34, ya mismo lo pilláis.
R. Sí, sí. Nuestra historia empieza en el 80, pero en realidad componíamos desde el 79, cuando decidimos hacer un disco. Queríamos hacer algo diferente y a lo mejor tocábamos Jaleo en el salón de baile de The Sweet y terminábamos y nos poníamos a improvisar. Entonces uno cantaba flamenco, otro rock’n’roll y así surgió la historia de hacer temas propios. Entonces era muy difícil grabar un disco, no es como ahora.
En 1979 queríamos hacer algo diferente y a lo mejor tocábamos 'Jaleo en el salón de baile' de The Sweet y terminábamos y nos poníamos a improvisar
P. ¿Y el nombre de Medina Azahara cómo llega?
R. Fue una casualidad. En realidad nos llamábamos Mezquita.
P. Pero ese grupo ya existía.
R. Sí, un día en un cortijo de Pablo Rabadán en Cerro Muriano, adonde íbamos a componer, nos encontramos con Expresión, que iban a hacer un disco y nos dijeron que se iban a llamar Mezquita. Lo pensamos los dos a la vez pero como ellos tenían todo preparado para grabar su disco y nosotros no, se quedaron con el nombre. Así que nos quedamos con Medina Azahara. Es muy largo pero es bonito. Algo así como vosotros Mezquita y nosotros Medina Azahara. Nombrar a ambos grupos era identificarlos con la ciudad.
Nos íbamos a llamar Mezquita
P. Una ciudad a la que no perdéis de vista. Vivís aquí, ensayáis aquí, es una referencia en vuestra música y hay un tema llamado Córdoba que es un himno, con lo difícil que es rimar una esdrújula.
R. Vaya. Fue bonito hacer este himno y entró muy bien la melodía.
P. Y decís Córdoba de verdad, con la tilde en la o, no como otros que la ponen en la a.
R. Sí, fue casualidad. Paco tenía una música y quería que hiciésemos un tema sobre Córdoba. Fui a su casa a escucharla, hice la letra y la melodía y así salió. La tocamos en todos los sitios y, por ejemplo en Logroño el fin de semana pasado la gente nos la pedía. Pero igual pasa en América.
P. Una conquista del mundo que siempre tiene retorno a casa, no os habéis querido ir a otra parte.
R. En los 80 tuvimos muchas presiones para irnos a Madrid, tanto por la primera compañía como por el resto. Allí estaba todo, las teles, las radios, las fiestas. Y siempre hemos dicho no porque las canciones salen en todos sitios pero en mi casa saco mejor el rock andaluz y mis raíces son de aquí. Yo nací en Posadas pero me vine aquí con 9 años y aquí sigo. Mis hijos y mi familia están aquí, es una ciudad tranquila donde puedes pasear, te conoce todo el mundo, no hay esa frialdad que hay en otras ciudades. Aquí todo es más familiar y nos gusta estar vinculados a la ciudad donde vivimos.
Mis hijos y mi familia están aquí, es una ciudad tranquila donde puedes pasear, te conoce todo el mundo, no hay esa frialdad que hay en otras ciudades
P. ¿Os sentís embajadores de la ciudad?
R. Eso habría que decírselo al Ayuntamiento para que nos diese algo (risas) que está la cosa muy mal. Nosotros ya en el primer disco hicimos Paseando por la Mezquita, que es un tema emblemático del año 80, superfamoso. Siempre hemos tenido nuestras cositas con la ciudad mora y la ciudad cristiana de Córdoba y seguimos cantándole. En cada disco hay alguna referencia, igual que allá donde estemos. Hay mucha gente que ha venido a Córdoba porque la hemos dado a conocer hablando muy bien de ella y mucha gente nos ha dicho que la quiere conocer. Pero es una cosa anecdótica.
Hay mucha gente que ha venido a Córdoba porque la hemos dado a conocer hablando muy bien de ella
P. Córdoba es una ciudad muy tradicional y también muy de pureza en el flamenco, pero nada rockera. Por eso creo que es un mérito que se consolide aquí una banda como la vuestra.
R. Fíjate si es difícil que hay muchísimas bandas que han intentado hacer cosas y muchas con mucho apoyo discográfico, de prensa, que han estado sonando en radio y ninguna se ha consolidado al nivel de poder vivir de la música. Nosotros no sé por qué le hemos caído bien a la gente y ahí seguimos, sin habernos adaptado a ninguna moda porque los músicos son muy veletas y si algo no les funciona hacen otra cosa y así no se puede consolidar la personalidad. Hay muy pocas bandas que lo hayan hecho en Córdoba pero nuestra cabezonería ha hecho que no nos rindamos. Y en Córdoba solo conozco dos grupos que lo hayan hecho así y que vayan siempre de cara, nosotros y Estirpe. Porque Mezquita hizo su propio rock andaluz, han seguido haciéndolo, se separaron y volvieron 20 veces pero siguieron con su misma historia. Pero no han podido vivir de la música. Nosotros, en las épocas malas, como el 86-87, nos involucramos en un buen disco como fue el Al Hakim, nos metimos a hacer un buen directo y seguimos trabajando como nos gustaba. De ahí salió Sin tiempo donde tuvimos el apoyo de Cadena 100 y fue un éxito a partir de ahí con discos de oro y de platino.
Nosotros no sé por qué le hemos caído bien a la gente y ahí seguimos, sin habernos adaptado a ninguna moda porque los músicos son muy veletas
P. ¿Cómo habéis evolucionado desde el 80 hasta aquí, cómo notas el paso del tiempo en la banda?
R. Con mucha necesidad de haber tenido que cambiar a mucha gente en la banda. De alguna forma, la primera formación no hubiera subsistido a todo lo que vino después. Las cosas se ven de otra forma y hay que evolucionar y los cambios de la gente a veces son necesarios por mucha pena que te dé. Toda la gente que ha salido del grupo ha sido por su propia iniciativa porque han dicho “yo hasta aquí” o porque su convivencia con la banda era imposible. Todos los cambios en la banda tienen un porqué. Y en cuanto a lo musical hemos metido muchas veces la pata, pero hemos hecho temas en los que hemos creído aunque hayamos hecho tonterías. Por ejemplo, haber hecho el Te estoy amando locamente de Las Grecas, que lo hicimos de cachondeo, o Todo tiene su fin por recordar un tema que nos gustaba mucho cuando chicos y va la compañía y se le ocurre ponerla de single. Eso no nos incumbe a nosotros porque ellos quieren ganar dinero y nosotros metimos la pata por grabarla. Aunque ellos por sacarla como single también. Hay que vigilar mucho que no pasen esas cosas en una banda de rock. Hicimos el Te estoy amando... para homenajear a Las Grecas, que también hicieron rock flamenco, y no para ganar dinero. Cosas así hacen mucho daño a una banda aunque hay que mirarnos por lo que hemos sido. Un grupo muy fuerte en los primeros ochenta que luego decayó con la ruptura del rock andaluz y la llegada de la movida madrileña. Luego tuvimos la suerte de hacer un disco entre todos que fue Caravana española que nos sirvió para mantenernos y después llegó todo lo demás. Es un camino largo, lleno de muchos éxitos, premios y jaleo pero durante ese tiempo han pasado muchas cosas.
Hemos metido muchas veces la pata, pero hemos hecho temas en los que hemos creído aunque hayamos hecho tonterías. Por ejemplo, haber hecho el 'Te estoy amando locamente' de Las Grecas, que lo hicimos de cachondeo
P. Y durante ese tiempo, ¿cómo has visto cambiar al público?
R. El público cambia bastante. Recuerdo al principio, cuando la gente venía a vernos era a grandes festivales, donde tocaban muchos grupos. La gente era mas hippy, sentada o tumbada con sus mantas, su porrito, su cacharro... eran más tranquilos, de estar más relajados y solo se levantaban cuando tocábamos nosotros. Lo demás era estar en el limbo. Ahora la gente va a los conciertos a divertirse, a botar y cantar las canciones. Ha tenido que ver la transición, los coletazos de Franco y la democracia. Esta libertad entre comillas.
P. ¿La música era antes un placer y ahora una diversión?
R. Sí. La música se tiene que escuchar y ver de la forma que a ti te interesen. La música nunca te vincula a lo que tú no quieras. Hay quien lo hace para divertirse y otros para llevar su alma a otros sitios. Yo no soy el mismo cuando escucho blues o a Janis Joplin que cuando escucho a Triana. Hay grandes momentos y grandes canciones para esos momentos. La gente cuando va a ver a Medina Azahara sabe lo que va a escuchar, sabe lo que quiere.
La gente cuando va a ver a Medina Azahara sabe lo que va a escuchar, sabe lo que quiere
P. Aún no hemos hablado de la crisis.
R. La crisis afecta mucho a la música y va a afectar más. Con este gobierno se están viviendo etapas fuertes y se están viendo cosas muy difíciles. La música va a pasar a un plano muy alejado de la realidad, muy por debajo de lo que se merece. Yo espero que cambie pronto la mentalidad de los gobernantes porque la música es muy necesaria para la gente, para sus fiestas y su vida normal. Tienen que bajar los IVAs y los porcentajes que se llevan y que la música fuera una cultura abierta a todo el país.
La crisis afecta mucho a la música y va a afectar más
P. ¿Te imaginas empezando ahora con un grupo nuevo?
R. Nosotros hicimos la prueba el año pasado de qué pasaría con una formación nueva y la verdad es que fue muy gracioso. Hicimos un proyecto que se llamaba La Luz y era por lo que te decía antes, porque a veces la convivencia con la gente se hace insoportable y dijimos, los que nos llevábamos mejor, vamos a hacer esto. Salió bien porque nos conocíamos muy bien e hicimos un concierto en el que mucha gente se quedó fuera. De ahí nos llamaron tres compañías queriendo sacar ese proyecto en un disco. Tal vez fue porque éramos nosotros pero me recordó al comienzo de Medina. Pero que hoy un artistilla con una compañía detrás puede hacer un disco de oro, que son solo 10.000 discos.
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