Un foro explora los beneficios de compartir y transferir tecnologías entre las industrias agro y militar

Investigadores universitarios, empresas agrícolas y autoridades militares y civiles se han dado cita este miércoles en Córdoba para explorar las sinergias entre tecnologías que aportan soluciones, tanto al mundo agrícola, como al militar, según pretende la organización de este foro, que corresponde al Consejo Social de la Universidad de Córdoba (UCO), en colaboración con la Academia de Ciencias y Artes Militares (Acami).

El desarrollo de las sesiones y mesas redondas, según ha informado la UCO en una nota, ha promovido un espacio de intercambio de conocimiento, experiencias y debate en el que el mundo agro y el militar puedan conocer las tecnologías disponibles o necesarias para encontrar sinergias que mejoren la productividad.

Para ello, los participantes han expuesto la importancia de la transferencia de tecnologías exitosas de un sector productivo a otro como forma de conseguir un incremento del aprovechamiento de los diferentes usos de tecnología. Así lo ha resaltado el presidente del Consejo Social de la UCO, Francisco Muñoz Usano.

El foro es la primera de las actividades conjuntas que tienen lugar en virtud del convenio firmado entre la UCO, el Consejo Social y Acami, según ha explicado el presidente de la Sección de Prospectiva de la Tecnología Militar de la Acami, José Carlos de la Fuente Chacón.

En la inauguración ha estado también presente el vicerrector de Transformación Digital y Gestión de Datos de la UCO, Sebastián Ventura Soto, quien ha señalado las posibilidades de traslación de muchas tecnologías que ya se aplican en la agroindustria y que pueden ser aplicables a la industria militar, como la motorización no tripulada, el mantenimiento y la logística predictivos, o los sistemas antivuelco en vehículos, entre otros.

Por su parte, el presidente de la Diputación de Córdoba, Salvador Fuentes, ha incidido en las oportunidades económicas del desarrollo de esta dualidad tecnológica para la provincia de Córdoba, mientras que el subdelegaldo de Defensa en la provincia, José María Ortega, ha subrayado que la futura Base Logística del Ejército de Tierra (BLET) en Córdoba es un motor tractor para el desarrollo económico de la provincia y Andalucía en su conjunto.

Durante el desarrollo de las dos mesas redondas se ha puesto de manifiesto que a mediados del siglo pasado la tecnología militar era la prevalente y la más puntera en el mundo occidental, actuando como motor tecnológico de la misma. Sin embargo, en la última parte del siglo y comienzos del XXI ha sido la tecnología civil la que ha tomado el relevo, como puntal para el desarrollo de nuestra sociedad.

Con el cambio comenzaron a distanciarse los desarrollos tecnológicos militar y civil, aunque en aras de una mejor competitividad comenzó, a principios de este siglo, un movimiento para imbricar ambos mundos. Actualmente la potenciación del desarrollo y uso de tecnologías duales es uno de los puntos clave de la Comisión Europea.

En el entorno de trabajo militar, según han destacado las expertos, el teatro de operaciones es un área muy extensa y con muy poca infraestructura, de ahí el enorme peso de definir una logística potente.

Además, se traslada y se distribuye material y personal en zonas amplias, siendo este desde elementos pesados hasta la dispersión de líquidos o gases en zonas específicas y con un elevado grado de precisión. Para ello se utilizan numerosas plataformas de transporte, terrestres, aéreas, acuáticas y espaciales, coordinadas entre sí para optimizar la misión.

Por su parte, en el entorno de trabajo agronómico los campos son escenarios similares a los militares, por lo que, de parte de la logística, puede beneficiarse de los métodos militares para optimizar la eficiencia y por lo tanto optimizar la explotación agraria.

Las plataformas de transporte pueden ser de doble tecnología y disponer de vehículos específicos para cada aplicación agraria en función de lo existente en el mundo militar; eso sí, con mucho menor coste por los requerimientos militares, lo que, además, puede redundar en una rebaja de costes para ambos actores por volumen de producción.