Ricardo Gallén cierra un círculo personal de 28 años en torno a la música de Leo Brouwer

La primera vez que Ricardo Gallén (Linares, 1972) escuchó una suite de Leo Brouwer corría el año 1991 y le impactó tanto que, ante la imposibilidad de encontrar la partitura -recordatorio: no existía internet-, cogió el disco y la transcribió de oídas nota a nota. La historia no difiere de la que vivieron miles de músicos en la época en la que no existían las bases de datos a golpe de click.

Lo que la hace especial es que aquel joven de 19 años que rebobinaba y pulsaba play, rebobinaba y pulsaba play a un disco de Leo Brouwer, acabó no solo conociendo al maestro cubano, sino que acabó siendo objeto de dedicación de una pieza que éste escribió, la Sonata Número 4 Del Pensador. De aquello tuvo noticia en 2012. Rebobinemos ahora hacia 2019 para que se cierre el círculo con Brouwer Complete Guitar Sonatas (IBS Classical), en el que el ya maestro de Linares recoge todas las sonatas del maestro cubano para celebrar su 80 cumpleaños.

Un disco que ha sido presentado este miércoles en el marco de la 39 edición del Festival de la Guitarra de Córdoba, aquel que permitió que Brouwer tocara por primera vez en Córdoba en 1991, el mismo año en que Gallén descubrió la suite que marcaría su vida. La misma ciudad y el mismo festival al que, además, fue invitado por mediación de su maestro.

Las casualidades se agolpan y quizá todo lo que ha vivido Ricardo Gallén en este ámbito justifique el “vacío” que, según ha reconocido, le ha dejado acabar el disco que se ha presentado este miércoles. Una obra que, en dos discos compactos, recoge todas las sonatas de Brouwer (la Número 1, la Número 2, Del caminante, la Número 3 Del Decameron Negro, la cuarta, dedicada al propio Gallén, la quinta, Ars combinatoria) y añade una sexta, titulada De los enigmas, y compuesta por el guitarrista jienense.

Gallén ha reconocido ante los periodistas que grabar este disco es “el sueño de cualquier guitarrista, pues Leo es el compositor vivo más importante que existe”. El músico ha recordado cómo llegó por primera vez al Festival de la Guitarra en el año 2000 y la que tiene también para Paco Marín, el artesano que ha tallado el instrumento con el que se ha grabado el disco. Un instrumento a la altura de la complejidad de la obra de Brouwer, capaz de incorporar en las sonatas no solo composiciones propias, sino guiños a todos los géneros de la historia de la música.

“Creo que va a marcar un antes y un después o, como poco, va a ser algo importante en el mundo de la guitarra”, ha confiado Gallén sobre este proyecto, que cierra casi una leyenda personal y que le permite devolver al maestro cubano parte de lo que de él ha recibido.

No solo Gallén ha caído bajo el influjo de Brouwer. Este miércoles también, la guitarrista y presidenta de Iberia Productions, Virginia Luque, ha presentado un disco y un documental dedicado al guitarrista cubano. La obra, titulada Danza de media noche y grabada en La Habana, en los Estudios Ojalá de Silvio Rodríguez, verá la luz la semana que viene acompañada de un pequeño documental destinado a que los amantes de la guitarra conozcan bien la obra y el método de trabajo de Leo Brouwer.