De patios entre la Judería y San Francisco (VII): Maese Luis, 9
Abierto a sólo unos metros está el Huerto de San Pedro el Real, una vía que conduce a un hermoso rincón. Es el claustro del viejo convento con idéntico nombre. Se levanta allí la iglesia de San Francisco y San Eulogio y es ése un espacio con sello propio en el Mayo Festivo de Córdoba -guía-. También en Semana Santa, cuando la calle Maese Luis por la que es posible llegar también toma cierto peso durante los últimos años. En ella se encuentran varias de las viviendas que participan en el Festival de Patios. Una es la que se sitúa en el número 9, cuyas plantas y flores cuida Isabel López. Tanto ella como su marido son propietarios de una casa de de relativa construcción reciente y que es, en cierto modo, pionera en el certamen.
De un solar surgió en la década de los ochenta del siglo XX un inmueble que en su día fue hogar de una gran familia. Lógicamente, los años trajeron la independencia de las hijas. Ahora, son Isabel López y su marido quienes disfrutan del proyecto vital que iniciaron en este punto de la Axerquía hace décadas. Lo hace sobre todo ella en lo que se refiere al patio, pues se trata de un modo de entender sus días. El recinto florido goza de una fuente en manera de acequia con distintos niveles. En la misma es posible contemplar habitualmente alguna que otra tortuga. La casa, con el empeño de su dueña, abrió una nueva etapa en el Festival de Patios, ya que con su entrada se promovió la modalidad de Arquitectura Moderna. Dentro de ésta interviene el edificio desde los ochenta, en la ruta Judería-San Francisco. “Todos los años digo que me voy a quitar y no m quito, es como un vicio”, afirma López sobre su presencia en el certamen del Mayo Festivo.
PREGUNTA. ¿Qué significa el patio para usted?
RESPUESTA. Para mí, es una ilusión muy grande. Lo digo de corazón. La prueba la tienes en que son plantas muy viejas, alguna con cincuenta y tantos años. Esto es el punto malo que tengo. Digo malo porque todos los años digo que me voy a quitar y no me quito. Es como un vicio. Me encanta.
P. ¿Por qué decide participar en el Festival?
R. Porque me encanta, me gusta muchísimo. No puedo pasar sin el patio. Y mis hijas vienen a echar una mano.
P. ¿Qué opinión le merece el Festival de Patios hoy por hoy?
R. Me gustaría ganar, como todos. Después de la lucha que tenemos todo el año. Pero no me hace falta, si te digo la verdad. El año pasado dieron ayudas para los patios que hay tan grandes y este año no han dado nada. No es que me haga falta, porque gracias a Dios no lo necesito. Pero cada año van peor (las instituciones). Pero bueno, la vida está así ahora y ya está. Esto es un capricho mío.
P. ¿Qué considera necesario mejorar?
R. Habría que mejorar bastante. Esto es un sacrificio muy grande. El primer día me rompieron una maceta. El segundo, otra pareja volvió a tirar macetas. Dan una ayuda muy pequeña para el gasto que tiene la casa, el trabajo que tiene. Conste que a mí, gracias a Dios, no me hace falta.
P. ¿Qué futuro cree que aguarda al Festival de Patios?
R. El Festival tiene futuro, porque esto es algo que viene de muy atrás. Esta historia la mantenemos nosotros. Aunque en mi casa pronto se acaba, porque mis hijas dicen que no. Tanto trabajo… Las flores son muy bonitas, pero necesitan mucho cuidado.
P. ¿Cuál es su recomendación para disfrutar de los patios?
R. Que visiten muchos, que esto es muy bonito. Yo, porque no puedo. Cuando estuve en el Alcázar Viejo y vi aquello, ese sacrificio tan grande, me quedé de piedra. Esto es un capricho, pero estas criaturas con tantas macetas en la pared… Mi casa es un capricho, pero yo disfruto con las personas cuando entran.
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