La lista más votada o cómo por vez primera desde 2007 el partido que gane sí que podría gobernar la ciudad
La gran batalla del 26 de mayo en Córdoba está en saber cuál será la lista más votada en la ciudad de Córdoba. Desde el año 2003, poco ha importado quién fuera si no lograba mayoría absoluta. Casi siempre había acuerdo entre el resto de partidos para imponer una mayoría de concejales que era la que elegía al alcalde (o alcaldesa, mayormente). Desde el año 2007, la lista más votada en unas elecciones municipales en Córdoba ha sido la representada por el PP. Pero salvo el mandato entre 2011 y 2015, en el que José Antonio Nieto logró una histórica mayoría absoluta, la lista más votada no ha gobernado nunca.
En 2003, y por primera vez en años, una Izquierda Unida liderada por Rosa Aguilar sí que fue la lista más votada. Eso le garantizó un gobierno en solitario con apoyos puntuales del PSOE. Ya en 2007, José Antonio Nieto fue el candidato que más votos recibió, pero la unión de IU y PSOE (con mayoría absoluta) hizo alcaldesa de nuevo a Rosa Aguilar. En 2015, Nieto volvió a ser el candidato más votado, pero esta vez hizo falta la mayoría absoluta de los concejales del PSOE, IU y Ganemos para convertir a Isabel Ambrosio en alcaldesa. Pero las circunstancias en 2019 pueden ser muy diferentes.
La ley electoral y la Constitución señalan que España es una democracia parlamentaria. Así, los ciudadanos no eligen directamente a sus alcaldes. Votan a unos partidos y unos concejales que una vez elegidos se ponen de acuerdo para elegir a un alcalde. La ley electoral en los ayuntamientos es diferente a la del Congreso o el Parlamento. El alcalde (o alcaldesa) es elegido en el Pleno de constitución. Se vota una vez, y si un candidato no ha logrado mayoría absoluta se hace una segunda ronda. Si en esa votación sigue sin haber un candidato respaldado por mayoría absoluta se impone el que encabece la lista más votada. De ahí su importancia.
Aún es pronto para saber cómo será el futuro Pleno del Ayuntamiento de Córdoba, pero solo hay una certeza: el futuro alcalde necesitará pactar con otras fuerzas. Si el pacto no satisface, o no logra, una mayoría absoluta, finalmente dirigirá la ciudad la persona que encabece la lista más votada.
Ahora, se está imponiendo la política de bloques. En la izquierda, se da por hecho de que si el PSOE es el partido más votado, tanto IU como Podemos votarían a su candidata. En la derecha, lo mismo pero con el PP: sería votado por Ciudadanos y Vox. No obstante, estos votos dependen de futuros gobiernos de coalición que empiezan a no estar claros. Por ejemplo, ¿entraría Ciudadanos a un gobierno tripartito con Vox? La formación naranja podría decidir, de manera salomónica, no votar a ningún candidato. En ese caso, el alcalde elegido sería el de la lista más votada. Y lo mismo ocurriría en el caso de IU y Podemos. Siempre de una manera hipotética y atendiendo al resultado de las últimas elecciones generales.
Sea como fuere, el Pleno del Ayuntamiento se constituirá 20 días después de las elecciones “salvo que se hubiese presentado recurso contencioso-electoral contra la proclamación de los concejales electos, en cuyo supuesto se constituyen el cuadragésimo día posterior a las elecciones”. Es decir, el Pleno para elegir al futuro alcalde (o alcaldesa) de Córdoba se celebrará el 15 de junio. En caso de haber recurso, se retrasaría hasta el 5 de julio. Tiempo hay para que los bloques se pongan o no de acuerdo.
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