Las familias del PSOE se vuelven a enfrentar ahora por presidir la Diputación
Sanchistas, susanistas y hasta una tercera vía se vuelven a enfrentar, más de un año después de las tensas primarias en el PSOE, por controlar la Diputación de Córdoba, donde los socialistas, aparte, tienen que pactar con Izquierda Unida para gobernar.
Actualmente, el presidente de la Diputación es el secretario provincial del PSOE y alcalde de Rute, Antonio Ruiz. En Rute, Ruiz ha ganado votos y se ha quedado a un concejal de la mayoría absoluta, para la que necesita el acuerdo de IU. Este lunes, ya se postuló para continuar en el cargo. De momento, es el único que públicamente ha dicho que quiere seguir gobernando en el Palacio de la Merced. Pero su regreso no está claro.
La crisis interna que vivió el PSOE de Córdoba durante la elaboración de las listas electorales para las candidaturas de las generales y las municipales enfrentó a las familias socialistas. Las listas que aprobó el comité provincial fueron enmendadas por el federal en Madrid, en una evidente desautorización del propio Ruiz como secretario provincial del PSOE cordobés. Entonces, ya se especuló con que este pulso tendría como consecuencia que Ferraz ordenaría su marcha de la Diputación. Junto a él, otros presidentes de la Diputación de Andalucía que son muy fieles a la expresidenta de la Junta, Susana Díaz.
Enfrente, durante esta crisis, surgieron dos nuevas familias. Por un lado, los más puramente sanchistas, los más fieles al presidente del Gobierno, y por otro, una tercera vía en la que está la alcaldesa de Córdoba en funciones, Isabel Ambrosio, y la diputada Rafi Crespín. Ya durante el pulso de las listas, surgieron roces entre estas dos familias. En la batalla acabó imponiéndose la de Ambrosio y Crespín, a la que también se sumó la senadora Mari Ángeles Luna. Ahora, está por ver si siguen teniendo fuerza o no en esta enésima batalla interna en el PSOE cordobés.
Estas dos familias no han señalado públicamente aún a sus candidatos. No quieren quemarlos todavía. Pero los nombres están ya en la cabeza de muchos. Eso sí, para ser presidente de la Diputación (o diputado provincial) solo hay que cumplir un requisito: ser concejal en algún ayuntamiento de la provincia de un partido judicial donde el PSOE ha logrado representación.
Izquierda Unida también se juega mucho con el reparto del gobierno en la Diputación. IU ha crecido enormemente en la provincia (gana dos diputados más) pero ha caído en la capital. La coalición asumirá más cargos de gobierno que los actuales e incluso podría optar a alguna vicepresidencia y a dirigir alguna de las grandes empresas públicas provinciales, Emproacsa o Epremasa. En la elección de los diputados tendrá mucho que decidir el actual coordinador provincial de IU, Pedro García, uno de los grandes derrotados en la noche del pasado domingo.
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