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Ciudadanos, movilizar sin levantar la voz

Mitin de Ciudadanos en Córdoba | TONI BLANCO

Juan Velasco

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Fran Carrillo inicia su intervención mitinera poniendo el contador en marcha. Cuando lo hace, señala, faltan nueve días y cinco horas para las Elecciones Andaluzas del 2D, las primeras que afronta este joven de 37 años como candidato cordobés de Ciudadanos, un partido que tiene una manera muy suave de movilizar a sus simpatizantes, que acuden a sus mítines casi en silencio, como el que acude a una ponencia.

“Ciudadanos es un partido de profesionales: gente a la que le interesa la política, pero que tienen una dilatada experiencia en el sector civil y lo compaginan”, explican desde la organización cuando se les menciona la euforia que se detecta en los mítines de otras formaciones. Este jueves, en el Hotel Eurostars Palace del Paseo de la Victoria, la formación naranja ha dispuesto apenas 170 sillas, según la organización, para un mitin que encabeza Juan Marín, candidato a la Junta de Andalucía.

Marín bromea en el mitin con que no sabe ni en qué día vive. Cosas de la campaña. Le pide a Carrillo que le recuerde cuánto queda para las elecciones. Entre el público hay sonrisas pero nadie interviene. A Marín le cuesta arrancar aplausos. Su discurso solo levanta al público cuando, en clave nacional, se menciona la unidad de España, el independentismo y a los “golpistas”. Todo lo que lo antecede, el sempiterno repaso al socialismo de los últimos 37 años, apenas levanta a la audiencia.

A Francisco Carrillo, sin embargo, le bastan apenas 15 minutos para arrancar cuatro aplausos, varios murmullos y alguna que otra exclamación. Su uso del lenguaje coloquial y el ritmo más verborreico le confieren destreza en estas lides. Además, el número 1 por Córdoba es historiador, periodista y experto en comunicación. Tablas que le empujan, antes de empezar el mitin, a pedir a Juan Marín que se levante para saludar al público congregado en Córdoba y que le está aplaudiendo. Un detalle que no es circunstancial, al igual que tampoco lo es su aterrizaje en Córdoba, donde le propuso la Ejecutiva Nacional.

“Nosotros no vamos a gobernar con ninguna opción populista”

“Estamos ante las elecciones más importantes de la historia de Andalucía”, sostiene Carrillo en una entrevista con CORDÓPOLIS antes del mitin. Es una tarde lluviosa y queda casi una hora para que arranque el acto. El candidato ha pasado todo el día en la Campiña, y viene de visitar Puente Genil y Aguilar de la Frontera. La agenda de campaña la lleva grabada en las ojeras, aunque saca una amplia sonrisa para la foto.

La entrevista, que se produce un día antes de que participe en el debate provincial, la arranca destacando que “todos los sondeos” valoran a su partido como “la alternativa fiable”. Se produce, también, unos días después de que Ciudadanos presente su programa electoral, que incluye medidas concretas en prácticamente todas las áreas, y que, según Carrillo, está “hecho para responder las necesidades ciudadanas”. A nivel provincial, adelanta sus primeras acciones como parlamentario cordobés. “Lo primero va a ser hacer una auditoría para saber cuánto dinero se ha robado y cuánto dinero se ha malgastado de los andaluces, y a nivel de Córdoba, poner encima de la mesa todas las promesas que ha incumplido la Junta de Andalucía”.

No obstante, rápidamente vira su discurso hacia la victoria y las posibilidades que tiene Ciudadanos de liderar el cambio de gobierno en Andalucía, aún sin pronunciarse sobre sus aspiraciones dentro del hipotético gobierno naranja. “Yo no me veo en ningún gobierno ni en ninguna Junta. Yo me veo ganando las elecciones el próximo 2 de diciembre”, afirma el joven candidato, que remarca que él está “de paso” en política.

Más firme se muestra sobre lo que, según él, no va a pasar: “Nuestros votos no van a servir para que Susana Díaz o el PSOE gobierne en la Junta de Andalucía. Es más, con que haya un solo voto o un escaño que facilite el cambio, nosotros aspiramos a liderarlo”. A este respecto, cuando se le recuerda que Albert Rivera dijo varias veces que los votos de Ciudadanos no harían presidente a Mariano Rajoy, Carrillo marca distancias. “Hay que analizar los contextos en los que se producen las cosas”, recapitula el candidato, que justifica el apoyo a los Gobiernos de Mariano Rajoy y de Susana Díaz en la última legislatura por la intención de evitar “un escenario” en el que el PSOE se pudiera aliar con Podemos.

PREGUNTA. Entiendo, por tanto, que si ese voto o escaño que facilita el cambio es el de Adelante Andalucía, no lo aceptarían.

RESPUESTA. Nosotros no vamos a gobernar con ninguna opción populista. Nosotros lo que decimos es que Susana Díaz va a tener que elegir entre echarse a un lado o pactar con los populistas. Ya no hay más opciones.

P. ¿Y aceptarían el apoyo de Vox?

R. Nosotros vamos a liderar el cambio. Estaremos donde los andaluces nos pongan. No se trata de aceptar o no aceptar.

P. ¿Considera que el voto de Vox sería un voto populista?

R. No estamos en ningún momento cerca de lo que son las corrientes populistas que están entrando en la política.

Carrillo se escuda, para no señalar a Vox, en que de Podemos se sabe cómo actúa porque “ya están en las instituciones”. “Los que vengan después... Primero vamos a ver si consiguen votos. Eso no nos preocupa”, apunta el candidato, licenciado en periodismo y uno de los autores del libro El porqué de los populismos.

En este ámbito, también se aleja de Albert Rivera y rechaza calificar el posible gobierno que desaloje a Susana Díaz de San Telmo como un “pacto de perdedores”, que es la calificación que ha usado el líder nacional de Ciudadanos para referirse al Gobierno de Pedro Sánchez. Para Carrillo, ésa “no es la cuestión”. “Cuando el PSOE tenía el 50% de apoyos, era incontestable. No se podía discutir. Pero hoy tiene el 30% y bajando. Ésta es la realidad de Andalucía”, tercia.

“Cuando el estado se pone a intervenir todo, lo primero que sufre es la libertad”

Otra de las medidas más clarificadas del programa de Ciudadanos para estas elecciones es la rebaja de impuestos, siguiendo la tónica que, según la formación, se ha impuesto durante la última legislatura y que ha permitido que subiera la recaudación. Otra de las cuestiones más necesarias es abordar la regulación de las fundaciones y asociaciones dependientes del Gobierno andaluz y que piensan suprimir. “Todas las empresas fantasma, todos los chiringuitos públicos, todas las agencias de comunicación que no aportan ningún tipo de valor añadido a Andalucía van a ser cerradas. Ya hemos cerrado 31”, detalla.

P. ¿Y por cuál empezarían de las que quedan?

R. Es que no lo sabe ni la Junta de Andalucía. Cuando le hemos preguntado a la Junta de Andalucía que cuántas empresas de este tipo hay, ni ellos lo saben. No saben cuánta gente tienen colocada. Han creado una red, que a su vez ha creado otras subredes, que no saben ni dónde está el fondo de eso.

P. Hombre, dudo mucho que la Junta no lo sepa. En cualquier caso, ustedes lo llevan en su programa y han tenido tres años en la oposición para descubrirlo.

R. Y hemos cerrado 31 empresas.

P. Y mantiene que van a cerrar otras tantas. ¿Me puede mencionar a alguna?

R. El nombre ahora no se lo puedo decir.

P. ¿Ni en Córdoba?

R. Pues mire, entre otras la Fundación Guadalquivir. Pero no es una cuestión de cerrar una y que ésta sea la primera por alguna cuestión.

Carrillo se refiere a la polémica Fundación Guadalquivir Futuro, aunque parece desconocer que se trata de una asociación vecinal y que técnicamente no formaría parte de la llamada “administración paralela” pese a la más que obvia vinculación con el Partido Socialista de sus directivos imputados. El cabeza de lista también parece desconocer que la Junta de Andalucía no es competente para cerrarla.

En este ámbito, también sorprende este discurso de supresión de organismos con el anuncio de la creación de un patronato para Medina Azahara, si bien desde Ciudadanos han mantenido que éste sería público-privado. Ese equilibrio, con aire para la esfera privada, centra parte del discurso económico del programa de la formación naranja, que rechaza de plano “el intervencionismo”, pues “cuando el estado se pone a intervenir todo, lo primero que sufre es la libertad”.

“Claro que hay que tener una supervisión y una cierta regulación, porque lo primero que hay que cumplir es la ley. Si se ajusta a la ley, toda actividad que genere un valor económico es bienvenida”, añade el cabeza de lista de Ciudadanos preguntado sobre la proliferación de viviendas con fines turísticos y la gentrificación. Esta última cuestión la relaciona automáticamente con la “turismofobia”. “¿De qué vive España, de qué vive Andalucía, de qué vive Córdoba?”, cuestiona Carrillo, que conviene que, si “evidentemente esto causa una injusticia y el deterioro de las zonas céntricas de las ciudades” habrá que “controlarlo” pero, eso sí, “sin ningún tipo de medida coactiva”.

Críticas a la “demagogia” sobre la inmigración y el franquismo

Otro de los problemas sociales que afronta Andalucía, a su juicio, es el fenómeno de la inmigración. “Andalucía, España y Europa”, especifica, antes de atacar “a los partidos que hacen demagogia en el destino” y “que se van a Valencia a recibir a un barco lleno de inmigrantes”.

P. Pero ustedes también estuvieron en Ceuta.

R. Bueno, es que tenemos Aquarius todos los días en Andalucía.

P. Y el doble de muertes, también.

R. Bueno, pero no vemos la demagogia de quien fue en su día a recibirlos, y que aquí, que tenemos todos los días, no viene. Porque no les importa la vida de esas personas.

Carrillo sentenciará finalmente que la inmigración “se soluciona en el origen” y apelará a la Unión Europea. “Andalucía es la puerta de entrada a Europa. Esto un problema de Europa y, por tanto, necesitamos más apoyos”, concluye el candidato.

La última cuestión de la entrevista la marca la actualidad política. La entrevista se produce al día siguiente de que Ciudadanos y PP se abstuvieran en la votación de una moción que condenaba la dictadura franquista y que pedía, entre otras cosas, la ilegalización de las fundaciones que exaltan el fascismo. Una abstención que choca con el consenso que hubo en Andalucía a la hora de sacar adelante la Ley de Memoria Democrática, y sobre la que la opinión de Carrillo es también relevante, pues es Licenciado en Historia por la Universidad de Córdoba.

Desde ese papel, critica la demagogia del PSOE y Podemos, y defiende que “la memoria es una cosa individual”, que “no puede ser colectiva”, pues siempre se presta a interpretaciones.

P. ¿Es interpretable que Franco fue un dictador y que hay que condenar las dictaduras?

R. No. Hablo sobre la memoria histórica y volver a la Guerra Civil.

P. Pero yo le estoy preguntando sobre Franco. Ustedes en Andalucía aprobaron la Ley de Memoria Democrática. Le hablo de condenar el franquismo.

R. Es que nosotros tenemos muy claro que Andalucía y España tienen que mirar hacia 2020. No mirar hacia 1936.

P. ¿Se puede mirar hacia 2020 condenando el franquismo?

R. ¿Se puede mirar hacia 2020 condenando la esclavitud en EE. UU.? Pues se puede. Pero la cuestión es si interesa a los americanos que se hable de la esclavitud.

Carrillo da el volantazo para poner sobre la mesa los problemas de los españoles, pero recuerda, en todo caso, que Ciudadanos está en el grupo de los liberales en Europa y ha encabezado la condena a las dictaduras de todo el mundo. Zanjará el tema repitiendo que a Ciudadanos le interesa “ir hacia adelante y no hacia atrás”.

La entrevista termina, Carrillo se marcha. Tiene que grabar un vídeo para las redes sociales antes del mitin. La campaña, como Ciudadanos, es una apisonadora que va siempre adelante. En su intervención, paradójicamente, Carrillo la vestirá como una cuenta hacia atrás. “Quedan nueve días y cuatro horas y media”, bromeará al terminar su intervención arrancando el aplauso de los militantes. Sin necesidad de levantar la voz.

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