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A. Fresno

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“Ya está el platillo de nuevo afilao, ya está ese bombo recién despertao…” cantaba la comparsa “Los Carnívales”, obra del cantautor gaditano Antonio Martínez Ares, en su presentación para los carnavales de Cádiz del año 2019. Con esa misma consigna se encuentran los 18 grupos que desde este miércoles compiten por un puesto en la gran final del Concurso de Agrupaciones Carnavalescas de Córdoba, que arrancó el pasado viernes 11 de febrero con su fase preliminar tras un año de ausencia debido a la pandemia. El Gran Teatro de Córdoba acogió la primera de las dos semifinales del concurso de coplas de carnaval, donde hasta nueve grupos pusieron toda la carne en el asador en busca de ese ansiado puesto en la final.

Comenzaba la sesión con la chirigota “El tiempo entre costuras”, que llegaba desde la localidad cordobesa de Rute con autoría de Juan Manuel Cobos y la dirección del propio grupo. El tipo recrea un taller de costura clandestino conformado por personas de origen asiático, algo que quedaba de manifiesto en la música y el propio acento de los chirigoteros. La presentación fue recibida con gran entusiasmo por parte del público, tras la cual fueron muy ovacionados. Los pasodobles hicieron referencia al problema que los jóvenes tienen para encontrar una vivienda digna y al agravio que sufren los padres a la hora de conciliar con sus hijos, ya que consideran que la ley no les ampara con los mismos derechos. Por su parte, los cuplés trataron temas tan “peculiares” como las relaciones sexuales con sus mujeres o qué comidas tiene la infanta Leonor en su estancia fuera de España para estudiar el bachillerato. El popurrí -como suele ser habitual en este tipo de agrupaciones- versionó fragmentos de conocidas canciones de artistas como C. Tangana o Chayanne, con grandes golpes de humor que hicieron las delicias de los asistentes.

Le siguió la comparsa “La antigua usanza”, venida desde la localidad cordobesa de Montalbán con autoría y dirección de Lucas Rodríguez. Su puesta en escena, perfectamente explicada y desgranada en su presentación, recrea algunos antiguos oficios artesanales que se encuentran en peligro de extinción, tales como alfareros, afiladores o herreros. Los pasodobles trataron temas como la decadencia de la sociedad actual, anclada en discursos “arcaicos y rancios”, o la distinta manera de querer a dos madres, una biológica y otra de adopción. Por otro lado, la tanda de cuplés abordó temas como la llegada de la pandemia y como los políticos de distinto signo se pusieron -o no- de acuerdo y la ola de calor que se vivió el pasado verano, que provocó -a juicio de los comparsistas- algún incómodo percance con los bañadores y la zona genital masculina. Cerraron su actuación con un popurrí donde de nuevo hicieron referencia a esos antiguos oficios que recrean en su tipo, realizando un recorrido por cada uno de ellos. Letras intensas y profundas que fueron del gusto del respetable.

La tercera agrupación de la noche fue la chirigota “Mira bien por donde pisas”, que llegaba desde la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera con autoría y dirección de Fernando Porras. Tal y como indica su nombre, el forillo representa un parque donde habitan diferentes tipos de insectos como ciempiés, arañas o moscas. Para la presentación se sirvieron, entre otros acordes, de la música de la comparsa gaditana “Los Duendes Coloraos”, donde dieron a conocer a cada uno de sus componentes. Los pasodobles hicieron referencia a la infancia: el primero de ellos sobre cómo ha cambiado la educación de los más pequeños con respecto a cómo era en otros tiempos, donde los padres tienen mucha responsabilidad, mientras que el segundo fue un alegato contra el bullying, un pasodoble que fue muy aplaudido por el respetable. Los cuplés, por su parte, hicieron referencia a temas como la falta de puntería existente en muchos ámbitos de la vida -y que relacionaron con la del futbolista Álvaro Morata- o los hábitos de los niños de hoy en día. Finalizaron su actuación con un popurrí, muy en el tipo, que utilizó la música de bandas sonoras de películas como El Rey León o canciones de los ochenta como “Devuélveme a mi chica”, de Hombres G.

Primeras agrupaciones de fuera de Córdoba

Llegaba ahora el turno de la primera agrupación venida desde fuera de la provincia cordobesa. Se trataba de la comparsa “Los resistentes”, de Mairena del Alcor (Sevilla), con autoría de José Enrique García y la dirección de Antonio Bustos. El tipo, así como la presentación, se puede definir como un canto a la positividad, con claras referencias a la marca española Mr. Wonderful, especializada en vender productos con mensajes motivacionales estampados en ellos. Los pasodobles sirvieron para rendir un homenaje a los profesores y a la situación de desamparo que viven hoy día, así como una letra que habló sobre los problemas y las miserias de Andalucía, pidiendo a los andaluces “que se levanten para defender su tierra”. La tanda de cuplés, por su parte, trató temas como los hábitos de hoy o el de la puntualidad. Finalizaron su paso por semifinales con un popurrí en el que trataron diversos temas de actualidad, continuando con la línea que trazaron en su presentación.

Tras ella llegó el turno del único cuarteto de la sesión, “Que tiemblen los del senado que los tremendos han regresado”, con autoría de Antonio José Cobos y dirección de Antonio Cobos. El veterano cuarteto cordobés recrea a controvertidos personajes de la historia como el dictador Adolf Hitler, el guerrero y conquistador mongol Gengis Kan y el emperador romano Nerón. Con un corte muy clásico, los peculiares cuarteteros fueron debatiendo entre ellos sobre diversos temas de actualidad como la reforma laboral o el uso del lenguaje inclusivo. No se libró de la crítica ni el propio alcalde de la ciudad, José María Bellido, del que los cuarteteros -no sin ironía- decían no saber su nombre. Ambos cuplés comenzaron haciendo mención al presidente del gobierno, uno para hablar sobre elementos como las mascarillas o las pruebas de diagnóstica de la Covid-19 y otro que trató sobre los satisfyer. En este momento hubo una pequeña descoordinación que consiguieron superar no sin dificultad. Una de las partes más emotivas de su actuación llegó en el final, con la interpretación de una rumba “dedicada a todos esos carnavaleros -autores y componentes- que ya no están entre nosotros”. 

Siguió la sesión con la comparsa femenina “La partida”, que llegaba desde Campillos (Málaga) con la autoría de Manuel Jesús García y la dirección de Tamara Romero. Caracterizadas como una alegoría a una partida de ajedrez, pusieron sus cartas sobre la mesa con una presentación con mucha fuerza. En la tanda de pasodobles abordaron temas tan sensibles como el Alzheimer o un homenaje a los sanitarios que desde marzo de 2020 luchan contra la pandemia, defendiendo a los sanitarios malagueños que fueron duramente criticados tras el brote de Covid-19 originado tras una comida de Navidad. Los cuplés, asimismo, volvieron a tratar con cierta guasa el tema del lenguaje inclusivo o el famoso programa televisivo “La isla de las tentaciones”. Terminaron su actuación con un popurrí que lanzó varios mensajes de especial calado, dejando un buen sabor a todo el público asistente.

Recta final de la primera noche de semifinales

Llegaba ahora el turno de otra agrupación cordobesa, la de la chirigota “La banda”, con autoría de Marco Antonio García y la dirección de Daniel Moriana. El forillo recrea el estadio de fútbol San Eulogio, donde en una de sus bandas se ubican las madres de los componentes de un equipo de fútbol, caracterizadas cada una de ellas con distintos rasgos que se fueron conociendo a lo largo de la presentación. Al ritmo del 3x4, hicieron una defensa de la chirigota en su primer pasodoble, mientras que en el segundo vertieron una crítica muy acertada sobre aquellos padres que creen que sus hijos son estrellas del fútbol, sin darles una educación adecuada, dejando ejemplos tan negativos como los que se ven casi todos los fines de semana en las categorías inferiores. Los cuplés, de los más simpáticos de la noche, trataron temáticas como el uso de ropa estrecha por parte del vecino o la cantidad de cosas que estas madres llevan consigo cada vez que asisten a un partido de fútbol de sus hijos, rematando, de manera inesperada, con una referencia al famoso oso de la cabalgata de Reyes Magos de Cádiz. El popurrí continuó con la línea del resto de la actuación, convirtiéndose, posiblemente, en una de los grupos candidatos a estar en la final.

La sesión poco a poco iba llegando a su fin y la última comparsa de la noche fue toda una revelación, la agrupación sevillana “La imborrable”, con autoría de David Campano y dirección de Francisco Javier Flores. Con un tipo muy alegórico, casi como de guardianes-archiveros de la pureza del carnaval, los comparsistas hispalenses explicaron el nombre de su grupo, que no es otro que el de esas letras de carnaval que “el tiempo no puede borrar de tu cabeza”. El primer pasodoble fue un piropo a Córdoba y su historia, agradeciendo a los cordobeses que les hayan abierto las puertas de par en par. El segundo, muy emotivo, estuvo dedicado a Marta del Castillo. Ambos pasodobles, sin duda, fueron de los más aplaudidos de la noche. En la tanda de cuplés, relacionados entre sí, se trataron temas tan recurrentes como el tamaño del aparato reproductor masculino o la estatura. Culminó su actuación con un intenso popurrí, muy en el tipo del resto de su repertorio, siendo despedida con el público presente en pie. “La imborrable”, sin lugar a dudas, es otra de las agrupaciones candidatas a conseguir un puesto en la final.

Finalmente, ya pasadas la 1:00 de la madrugada del jueves, la chirigota “Los anticuerpos”, que llegaba desde la localidad malagueña de Marbella con la autoría de Pablo Pinto y la dirección de Antonio Quiñones, cerró la primera sesión de semifinales en un teatro que presentaba una imagen muy preocupante de público. Una cuestión que quizás debería tenerse en cuenta para próximas ediciones. Volviendo a la agrupación, tal y como explicaron en su presentación, el tipo recrea un cuerpo especial que lucha contra todo tipo de variantes del Covid-19. El primer pasodoble abordó la falta de criterio de la sociedad actual, la cual necesita de mayor educación, mientras que el segundo trató el tema de los okupas. Los cuplés, por su parte, trataron sobre la polémica surgida a raíz de las declaraciones de distintos políticos sobre qué productos hay o no que comer y sobre las discusiones entre pro vacunas y anti vacunas. Por último, “Los anticuerpos” concluyeron su actuación con un popurrí con bastantes puntos simpáticos pero que apenas tuvieron eco en el respetable.

Este jueves será el turno de la segunda semifinal, donde otros nueve grupos competirán por obtener un puesto en la gran final. Un veredicto que el jurado dará a conocer a la conclusión de dicha función. La suerte está echada.

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