La lluvia remite en Córdoba durante el fin de semana, el barro se queda

Llueve arena, otra vez. Lo que hasta hace escasos diez días era algo insólito, ahora se ha vuelto repetir. De nuevo la posición de una baja aislada sobre el entorno del Cabo de San Vicente ha vuelto a inyectar polvo en suspensión junto a las bandas de nubosidad propias de la borrasca. Los tonos sepias han vuelto a dibujar los paisajes andaluces y junto a ellos, la lluvia de barro. Un barro que volverá a impregnar todo tipo de superficies y que sólo la fuerza del agua conseguirá limpiar.

De la limpieza probablemente se encarguen las lluvias que afectarán a la provincia desde la noche del próximo lunes. Antes, el fin de semana vivirá una breve transición donde la estabilidad será la tónica dominante. Las lluvias, aunque seguirán produciéndose durante la jornada del viernes, irán remitiendo con el avance de las horas, siendo débiles y dispersas durante la jornada del sábado. Las precipitaciones, que a duras penas rondarán los 5 a 10 litros de acumulado a lo largo del fin de semana, irán acompañadas de barro.

La calima empezará a remitir desde la tarde del viernes, cuando la posición de la borrasca, desplazada ya hacia el Mediterráneo, comience a inyectar flujo del noreste en capas bajas de la atmósfera. La entrada de viento desde el norte servirá para limitar la advección de polvo sahariana y comenzará a diluir y limpiar la atmósfera peninsular del molesto invitado meteorológico. Esto hará que las precipitaciones remitan por completo de cara al próximo domingo, cuando los cielos notarán una notable reducción de la nubosidad y de la presencia de partículas en suspensión.

Junto al polvo y la lluvia, las temperaturas se mantendrán muy estables, con máximas que seguirán rondando los 20 grados durante las horas centrales del día y mínimas en el rango de los 9 a 11 grados. Sólo de cara a la tarde del domingo se espera un ligero aumento en el termómetro, de unos dos a tres grados. La mayor estabilidad que se espera para la jornada, y la menor presencia de nubosidad y calima, podrán elevar el termómetro hasta los 23 grados en el valle del Guadalquivir. Un pequeño alto en el camino antes de las nuevas lluvias que cierren el mes de marzo.

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