Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Córdoba sufre la peor sequía desde los años setenta

Sequía en el Guadalquivir

Alfonso Alba

0

Córdoba sufre el peor episodio de sequía prolongada desde los años setenta. Esto es lo que concluye el llamado índice SPEI (Standardised Precipitation-Evapotranspiration Index), un sistema multiescalar basado en datos climáticos para evaluar las dimensiones de las sequías o los periodos húmedos por territorios, que difunde el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).

Este índice muestra que la provincia de Córdoba sufre la sequía más prolongada desde los años setenta. De hecho, las dimensiones del actual periodo de escasez de lluvia son muy superiores a las de las grandes sequías de los años setenta, ochenta y noventa. Muchos de estos episodios perviven en la memoria de los cordobeses que las sufrieron. En los años noventa, por ejemplo, hubo que activar restricciones al consumo humano en casi todos los municipios de la provincia de Córdoba. En el periodo actual no ha sido necesario gracias, principalmente, a un mejor sistema para el abastecimiento a las ciudades y los municipios, a que existen más embalses y a que se han modernizado los regadíos. Todo ha contribuido a equilibrar la reserva de agua.

El periodo actual de sequía arranca tras unos años más lluviosos de lo habitual entre el 2010 y el 2014. A partir de entonces, y con una pequeña excepción, se han ido sucediendo los años en los que ha llovido menos y hasta mucho menos de lo habitual por estas latitudes. El peor año de toda la serie, que arranca en 1970, se da precisamente en la última campaña, más dramático incluso que el de 1995, el de las grandes restricciones en las ciudades.

Ya en 2021, un análisis del Colectivo Meteofreak certificaba que Córdoba había encadenado los ocho años más secos desde que había registros. El año hidrológico del 2022 se unió a este episodio de ausencia de precipitaciones. La propia Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) señaló en su informe anual que había llovido un 47% menos de lo habitual. La situación, por tanto, ha empeorado.

Las lluvias intensas del pasado mes de diciembre hicieron pensar en un cambio de patrón y en el final de este periodo de sequía. Pero fue un espejismo. El clima en el Valle del Guadalquivir suele encadenar varios años de sequía con otros años húmedos. Pero el periodo actual de ausencia de precipitaciones es uno de los más prolongados que se recuerdan. Las lluvias de diciembre cesaron y entre enero y febrero apenas llovió. El mes de marzo también apunta a sequía con escasas predicciones de lluvia a corto y medio plazo en la provincia.

Esta escasez está provocando que el campo cordobés se esté transformando y arruinando. Los regantes asumen que este verano apenas tendrán aportaciones extraordinarias de agua. Los cultivos no leñosos se convertirán en secano. Los leñosos lo pasarán peor. Los olivos apenas producirán y se corre el riesgo de que tanto los cítricos como los almendros se acaben secando.

De momento, no peligra el abastecimiento a las ciudades y municipios, salvo en algunos puntos muy tensionados. La conexión de La Colada con Sierra Boyera está funcionando y ha salvado a los 80.000 habitantes del norte de la provincia in extremis. Iznájar retiene agua suficiente como para pasar el verano, pero no para regar. El sistema de abastecimiento en la zona del Alto Guadalquivir también tiene reservas para superar el estío. Y en Córdoba capital, la conexión entre el Guadalmellato y San Rafael de Navallana también permiten superar el verano.

No obstante, la reserva general de agua en la provincia de Córdoba a estas alturas del año es peor que la de 2022. El año pasado por estas fechas quedaban 831 hectómetros cúbicos de agua en la provincia. Ahora hay una reserva de 647. En porcentaje, el año pasado los embalses estaban al 25%. Ahora apenas superan el 19%. Lo normal en esta época del año es que estén al 61%.

Etiquetas
stats