Spray, barrio y futuro: así se pinta una oportunidad

Jóvenes del barrio de Las Palmeras se han acercado durante la tarde de este viernes al arte urbano de la mano del diseñador gráfico y muralista Sota Pérez. Junto a él, han pintado uno de los muros del Centro Impulsa Duque de Rivas en una acción que buscaba, por un lado, aportarle identidad de distrito al edificio, y, por otro, mostrarle a estos jóvenes que el arte urbano es otra salida laboral.

Este centro de formación abrió sus puertas el pasado mes de enero, convirtiéndose en un recurso no solo para la población del Distrito Norte, sino para toda la ciudad. En total, ofrece 16 itinerarios de inserción socioprofesional asociados a siete ámbitos profesionales, impulsando la formación de 220 alumnos y alumnas con el fin de mejorar sus condiciones de empleabilidad.

Para simbolizar su apertura a la comunidad y su nueva etapa, tal y como explican desde la dirección del centro cívico Vallehermoso -una de las entidades organizadoras, junto con el Ayuntamiento de Córdoba-, fue la concejala de Servicios Sociales -Eva Contador- quien planteó la realización de un mural participativo. La propuesta se llevó al Consejo de Distrito, que recogió el guante, para lo que las asociaciones que trabajan en este barrio empezaron a implicarse en el proyecto, como Estrella Azahara, Red XXI, el mismo Consejo de Distrito y la Asociación sin ánimo de lucro para la Defensa Social de Adolescentes y Menores (Adsam).

El mural, de unos dos pisos de alto, fue iniciado por Sota a mitad de esta semana y lleva el mensaje Impulsa Córdoba, “combinado con elementos gráficos del logotipo, pero con una estética moderan en tonos grises, blancos, negros y amarillos”, explica este artista de larga trayectoria. Él se encargó de la parte superior por seguridad, y esta tarde se han sumado al proceso jóvenes del distrito, quienes han completado la parte baja bajo sus indicaciones. “No se trata solo de pintar por pintar”, añade el artista, quien les ha ofrecido un taller práctico para que entendieran “que lo que hacemos tiene valor, técnica y aplicación profesional”. “Mi papel aquí no solo era pintar”, cuenta, “sino enseñarles a los jóvenes cómo funciona esto como oficio: cómo medir, trazar, rellenar... En definitiva, planificar un mural. Queríamos que vieran el grafiti y el arte urbano como un trabajo”.

Además de la formación que han recibido, tanto el Ayuntamiento como el centro cívico y las asociaciones han querido con este mural que los vecinos de este barrio “sientan este edificio como propio” y acompañarlo en el futuro de su segunda vida.