La última tarea pendiente: vencer como foráneo

Progresa adecuadamente. Su evolución es un hecho definitivamente tras conseguir su segunda victoria de la temporada. Pero el Córdoba requiere una acción más para de una vez por todas confirmar su mejoría. El paso que resta tiene relación directa con la que es, precisamente, su última tarea pendiente. Después de poner fin a la sangría de goles en contra y de sumar al fin lejos de El Arcángel, al conjunto blanquiverde le falta vencer como visitante. Éste es un deber del todo inaplazable ya para el cuadro califal, que además viene de aprender a remontar esta temporada, lo cual lograra en el duelo con el Extremadura. De ahí que la obligación del triunfo como foráneo sea mayor aún: su consecución permitiría al equipo de Sandoval mantener su línea ascendente y al tiempo derribar todas sus barreras. Es lo que pretende hacer en su visita al Mallorca, un rival que no lo va a facilitar, ni mucho menos.

El Córdoba vive su mejor momento de la campaña. Por estricto orden cronológico a la inversa, viene de afianzar su crecimiento. Lo hace tras superar al Extremadura en un partido en el que no sumar los tres puntos suponía recibir un varapalo considerable. El conjunto blanquiverde se rehízo a una situación muy adversa para alcanzar su meta. Se vio en inferioridad numérica y por debajo en el marcador, un problema que resolvió una vez las fuerzas se igualaron con el equipo de Almendralejo. Del 1-2 pasó al 4-2 en apenas un cuarto de hora -con el tiempo de añadido incluido-. Ya supo lo que significa la palabra remontada este curso, en el que a punto estuvo de conocer el concepto en la primera jornada de Liga ante el Numancia. Pero aquel choque terminó con empate a tres y una reacción inconclusa.

La victoria ante los azulgranas ratificó la progresión del cuadro califal, que una semana antes se quitó de encima una pesada losa. Ésta no era otra que su fragilidad lejos de El Arcángel. Llegó a Gijón con la firme intención de hacerlo y lo consiguió. Desarmó al Sporting y trabajó para ganar. Si bien esto último no se cumplió, el Córdoba fue capaz de dejar su portería a cero y sumar un punto. Fue la primera vez esta temporada que logró ambos objetivos, porque hasta su comparecencia en El Molinón el equipo de Sandoval lo único que hizo en feudo ajeno fue encajar goles en grandes cantidades y perder casi sin oponer resistencia. Aquello debía terminar y así fue. Se continuaba por la senda nueva, conocida ante el Deportivo en el coliseo ribereño una jornada antes.

No arrojaban dudas los números. En cuatro salidas, el conjunto blanquiverde acumuló otras tantas derrotas con un total de trece tantos en contra. La media se mantenía en tres dianas -y pico- por partido en el papel de visitante. Una sangría dolorosa y que apagaba cualquier atisbo de esperanza de resurgimiento. A ello puso fin en Gijón y a la ausencia de victorias quiere ponérselo en esta ocasión en Son Moix. El Mallorca ha de ser viso como la víctima propicia para cumplir la última tarea pendiente de una vez por todas. Ésta es la mentalidad con la que acude el Córdoba a un encuentro en el que tiene en sus manos abandonar la zona de descenso y reforzar la idea de que está preparado ya para competir con el resto de adversarios de la categoría de plata.

Sin embargo, no va a ser sencillo superar a uno de los rivales que tienen el cartel de revelación. Pese a ser un recién ascendido, el Mallorca es octavo hoy por hoy, suma 17 puntos y está a sólo tres del play off. Como local, además, apenas ha cedido una derrota en seis partidos. Cifras que invitan a encarar el choque con cierto respeto. Y al tiempo, los baleares no atraviesan precisamente su mejor racha de la campaña. Son cuatro las jornadas que acumulan sin ganar, con tres empates consecutivos y el aliño de otra caída en Copa -ante el Valladolid-. De hecho, dos de las últimas igualadas han tenido como escenario su propio estadio, el que visita el conjunto blanquiverde en unos días. La ansiedad del cuadro bermellón puede ser un factor importante, el cual tiene que aprovechar el Córdoba si quiere  seguir con su línea ascendente y, además, tirar la carpeta de tareas pendientes.