Una trascendental antesala de mayo
Depende de sí mismo. Éste es el mensaje más repetido estos días. Está presente en realidad desde que venciera al Lorca. Y es cierto. El Córdoba tiene en sus manos una permanencia que otrora pareciera imposible -o cuando menos más que improbable-. El conjunto blanquiverde sigue vigésimo todavía y mira la salvación a tres puntos de distancia, pero por delante tiene un calendario en el que ha de medirse a adversarios directos en su misma lucha. Sin ir más lejos, en poco más de una semana ha de rendir visita a la Cultural Leonesa. Un encuentro éste que va a llegar después de recibir en El Arcángel a un Sevilla Atlético desahuciado y que debe ser víctima propicia para dejar encarrilado el camino definitivo hacia la continuidad en Segunda A. El tramo final de abril resulta, por tanto, trascendente para el cuadro califal.
Con el sabor todavía del punto sumado en Pamplona, el Córdoba sigue con sus cifras para alcanzar la permanencia. Tiene ajustadas las cuentas en lo que se refiere a la obligatoriedad de las victorias. En este sentido, la entidad piensa en mantener como un fortín El Arcángel, aun cuando deben pasar por él dos conjuntos de la zona noble de la tabla: el Huesca y el Sporting. Pero sobre todo mira con especial atención tres choques, y uno de ellos es el lejos del coliseo ribereño. El equipo de Sandoval observa sus encuentros ante el Sevilla Atlético, Cultural Leonesa -ya mencionados- y Almería con la única perspectiva del triunfo. Un resultado distinto en estos casos obliga a otro aldabonazo en Vallecas o a un esfuerzo extra en Reus, las otras dos ciudades que tiene que visitar en lo que resta de Liga.
En definitiva, hecho el repaso al calendario, el Córdoba encara un tramo final de abril más vital que nunca. No en vano, en dos partidos puede dejar plenamente abierta la senda hasta su permanencia en la categoría de plata. Primero, porque de superar al Sevilla Atlético no sólo va a cumplir el plan previsto sino que tiene opción además de olvidar su desventaja respecto de rivales directos que hoy por hoy habitan fuera de la zona de descenso. Tras jugar el viernes (21:00) ante el filial hispalense, el Almería visita a un Zaragoza en trayectoria ascendente y al acecho del play off. Mientras, el Nàstic recibe a un Numancia aferrado a su sueño de luchar por el ascenso: es cuarto en la actualidad. El Alcorcón se va a enfrentar ya el domingo a un Osasuna herido y con la obligación de ganar para no perder el tren de la promoción, el Barcelona B a un Rayo que va rumbo a Primera y la Cultural, como visitante, a un Granada que también anda necesitado de victorias para entrar en la lucha última por el salto de categoría.
Sólo seis puntos separan a dos de esos conjuntos, Alcorcón y Nástic, del último por ahora en la pelea, un Córdoba revitalizado: de 42 a 36, respectivamente. El triunfo sobre el Sevilla Atlético puede ser un paso en firme que sin embargo va a requerir de confirmación en León. La Cultural aventaja ahora en tres puntos a los blanquiverdes y quizá el choque en tierras del norte se produzca con igualdad en la tabla. Por si fuera poco, el gol average particular está en juego -algo que también importa en previsión de posibles empates múltiples en la jornada 42-. Este encuentro tiene aspecto, ya a estas alturas y con un semana aún de por medio, de punto de inflexión final para el cuadro califal. La victoria allí puede suponer no sólo que se impida sumar a un rival directo y ganarle la partida directa para el cómputo global. También ofrece la perspectiva de afrontar el inicio de mayo y la recta última de campeonato en condiciones notables.
Con el Córdoba en León (domingo 29, 18:00), el Almería ya habrá medido fuerzas con el Barcelona B en una contienda directa. Es el segundo choque entre conjuntos que andan metidos en problemas junto con el del propio cuadro califal de dicha jornada. En el momento de saltar al campo, además, el equipo de Sandoval va a saber de la última situación del Alcorcón, que visita al Sevilla Atlético. Sólo quedará entonces a la espera de conocer qué sucede con el Nàstic, que viaja a Lorca para enfrentarse a un rival que quiere retrasar al máximo su descenso matemático a Segunda B. Dicho de otro modo, dados los encuentros a disputar, los blanquiverdes pueden adentrarse en mayo, mes por excelencia de la ciudad, con la permanencia encaminada de forma definitiva y a falta de confirmación en la contrarreloj final.
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