Tiempo de cambios: Djukic comienza a dejar su sello
El técnico no pierde detalle y da indicaciones constantemente a sus jugadores en la primera sesión abierta de su etapa en Córdoba, en la que además ofrece pistas de su idea de juego
Camina con paso firme sobre el verde de la Ciudad Deportiva. Llega acompañado de Fernando Gaspar -segundo entrenador- y de Luis Carrión. Minutos antes, el nuevo preparador físico, Estanislao Asensi, se encargó de preparar el circuito físico en la pradera anexa al campo de entrenamiento. Los futbolistas comienzan a aparecer poco a poco. Las gradas cuentan cada vez con mayor presencia de aficionados. Hay interés en conocer de primera mano cuál es la nueva fórmula de trabajo del Córdoba, la que trae consigo Miroslav Djukic. El serbio es, sin duda alguna, el gran protagonista de la mañana en las instalaciones del camino de Carbonell. El conjunto blanquiverde se ejercita bajo la atenta mirada de unos 200 seguidores, pero aún más con la continua supervisión del técnico. El preparador balcánico no pierde detalle de cada acción de sus nuevos futbolistas; da instrucciones sin cesar y corrige hasta el más mínimo error. Está activo y quiere que los jugadores también lo estén.
La imagen que ofrece en el primer entrenamiento a puerta abierta de su era es la de un entrenador atento a todo cuanto ocurre en el equipo que dirige. Y es lo que hace, dirigir a su cuerpo técnico y a los miembros del plantel. Quizá en principio parece relajado, aunque con el paso de los minutos y en siguientes fases se convierte en un tipo intenso. Eso es lo que desea del cuadro califal. Porque intensidad fue lo que pidió en alguna que otra ocasión este miércoles a los jugadores, que también escucharon indicaciones de Fernando Gaspar, Luis Carrión y Estanislao Asensi. Nada puede quedar al azar, todo debe de ser trabajado al máximo. Los futbolistas, por cierto, también aparecieron de otro modo sobre el césped de la Ciudad Deportiva Rafael Gómez. Hubo mayor comunicación entre ellos en cada ejercicio, que todos fueron en conjunto. Si Djukic exigía, subían el ritmo; si corregía, rectificaban. El serbio es exigente, pero dialogante.
A través de ese diálogo, de la instrucción constante, comenzó a dar las primeras pistas de lo que pretende para el Córdoba, de cuál es su idea. Apenas utiliza unos 20 minutos en unos rondos distintos a los habituales, con entrada y salida de futbolistas desde el centro. Toque y más toque. Es lo que busca también en una serie dedicada a la circulación del balón de una banda a la contraria con el paso del esférico por el interior y con llegada a línea de fondo tanto en combinación como en balón en largo, que no ‘pelotazo’, desde el mismo flanco. De esta forma, también se dio opción a trabajar el remate. Al final, el partidillo a tres cuartos de campo sirvió para llevar a efecto los conceptos ensayados. En ese duelo se pudo intuir cuál será el once que se enfrente de inicio a la Real Sociedad (sábado, 22:00): Juan Carlos, Campabadal, Íñigo López, Pantic, Pinillos, Luso, Rossi, Fede Cartabia, Borja García, Fidel y Ghilas. El guardameta actuó en oposición a los otros diez, que jugaron con un peto que también se colocaron Abel Gómez, Xisco y José Carlos.
Porque ésa es otra de las noticias que dejó la mañana de este miércoles en la Ciudad Deportiva. El onubense participó dentro del grupo que, en principio, parece tomar ventaja para contar con minutos en la recién iniciada era Djukic. Fue precisamente esa circunstancia una de la que más gustó a los aficionados que se dieron cita en torno al entrenamiento de un equipo que necesita levantar el ánimo. La sensación en ese sentido fue positiva. Mientras, Crespo continúa con su proceso de recuperación y trabajó fuera del grupo bajo la supervisión de Esaú Sánchez. Dos apuntes más: Ghilas marcó un golazo y el esquema se mantiene, al menos en apariencia, en el ya conocido 1-4-2-3-1, si bien el estilo de juego está en proceso de cambio. En definitiva, el técnico serbio inicia su periplo en el banquillo blanquiverde con energía y sin conceder tiempo al descanso. Empieza así a dejar su sello.
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