“Ha sido un año increíble en todos los sentidos”
Punto y final a una temporada sobresaliente del Itea Córdoba CF Futsal en Segunda División. Un desenlace agridulce tras la derrota ante el UMA Antequera, aunque sin duda positivo en el momento en que se valore en perspectiva. Así define Maca la campaña, al puntualizar que “antes de jugar este partido ya la calificábamos de muy buena. Me hubiera gustado terminar consiguiendo estos tres puntos que nos hubieran permitido entrar en esa fase de ascenso, pero aún así, hay que pensar que la temporada ha sido muy buena. Ahora nos pesa mucho el resultado. Hay que estar muy contento con todo lo que se ha hecho y con este Vista Alegre espectacular”.
Nadie hubiera imaginado un desenlace así para un cuadro cordobés que debutaba en la categoría de plata nacional y cuyo propósito inicial era la permanencia. “Estoy muy contento ya que, en el año de nuestro debut, y tras un comienzo malo que tuvimos, el equipo se ha adaptado muy rápidamente, y luego generamos un ambiente muy bueno, empezamos a conseguir puntos y para nosotros ha sido una sorpresa y un regalo llegar a este final de temporada”, argumenta el técnico. En efecto, los objetivos fueron cambiando conforme se superaban etapas, por lo que “hay que valorar de dónde venimos, con una plantilla prácticamente casera. Ha sido un año increíble en estos los sentidos”, sentencia el preparador cordobés.
Respecto duelo ante el conjunto antequerano, Maca subraya que “sabíamos que podría ser un partido de este tipo por lo que había en juego y, efectivamente, yo creo que el balance técnico que hago del partido es que hemos malogrado muchas situaciones de gol. Ellos también con el gol de Miguel desde la esquina o el que nos metemos prácticamente en propia puerta. Tampoco hemos podido jugar bien de cinco, por la expulsión de Catiti”. “Nos ha pasado un poco de todo”, se lamenta.
Sin embargo, no cabe duda de que el cierre de curso les servirá de aprendizaje para futuras experiencias y, sobre todo, ha reenganchado a toda una ciudad con el fútbol sala. Más de 3.000 personas se dieron cita en Vista Alegre para despedir a un equipo que se ha ganado el respeto a base de defender con todo unos colores. “Se me ha puesto la piel de gallina. Esto lo hemos generado entre todos. Yo jamás jugué en un pabellón con este ambiente y lo estoy disfrutando mucho como entrenador. Seguro que los jugadores aún más. Es una de las cosas positivas que nosotros valoramos mucho. Es una alegría ver el graderío. La gente se ha enganchado otra vez al fútbol sala”, apostilla un entrenador orgulloso del trabajo de los suyos.
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