Señores, esto es lo que hay
La llegada de Luis Carrión al banquillo del Córdoba ha traído cambios. Si se trata de un asunto de mera cosmética o una estrategia firme y de continuidad será algo que se verá en las próximas semanas. De momento, futbolistas con peso dentro del equipo por su trayectoria anterior se han encontrado con una situación compleja dentro del plan de ajuste del técnico catalán. La irrupción de los jóvenes Javi Galán y Esteve Monterde ha sido fulgurante. Han promocionado, salen como titulares y esta misma semana se anunció la renovación de ambos -y del portero Marc Vito también- hasta 2020. Carrión también ha recurrido a jugadores que en la etapa final de Oltra estaban proscritos, como Héctor Rodas, Edu Ramos o Borja Domínguez. Entre los primeros damnificados por el nuevo orden de Carrión hay tres nombres especialmente llamativos: Luso Delgado, Carlos Caballero y Alejandro Alfaro.
Luso Delgado es uno de los miembros referenciales del Córdoba en los últimos años. Este verano, tras finalizar su contrato, renovó hasta 2018 y fue un fijo para José Luis Oltra. El valenciano le alineó como titular en todos los partidos de Liga. Su presencia no admitía discusión. Sus parejas de baile en el pivote fueron cambiando mientras que el aragonés, de 32 años, se mantenía firme en su puesto. Desde que llegó Carrión no ha actuado ni un solo minuto. Ante el Málaga, su ausencia se entendió como una opción para rotar en la Copa. En Reus su concurso era imposible, pues tenía un partido de sanción por acumulación de amonestaciones. Se esperaba su regreso ante el Cádiz. Lo hizo, pero para verlo todo desde el banquillo. Carrión no llegó a alinearle. La competencia en la zona tras el ingreso de Esteve Monterde y la recuperación de Sasa Markovic será brutal.
A Carlos Caballero, de 32 años, le dejó Carrión fuera de la convocatoria el pasado domingo ante el Cádiz. En Reus tampoco contó con él. Sólo 53 minutos en el partido de Copa ante el Málaga componen el balance del punta de Alcorcón en la etapa de Carrión. Caballero, el jugador más antiguo en la plantilla -fichó en verano de 2012 y tiene contrato hasta junio de 2018-, empezó la campaña entrando asiduamente en los planes de Oltra, que poco a poco le fue apartando de sus planes. Con Carrión parece que lo tendrá complicado.
Lo de Alfaro es un caso emblemático. El jugador, de 30 años, llevó avalado por Oltra, que lo tuvo a sus órdenes en otros clubes -especialmente fructífera fue su etapa en Tenerife, con ascenso a Primera, y también en el Mallorca- y trató de rescatarle para el fútbol después de una fase oscura en el Real Valladolid. El punta onubense dio su imagen a la campaña de socios del club y pronto se le señaló como una pieza de importancia capital. Fue titular en todos los partidos con Oltra. Al llegar Carrión, se fue al banquillo. No jugó en la Copa frente al Málaga. En la Liga, salió 22 minutos en Reus y 17 en la pasada jornada frente al Cádiz. Ha perdido notoriedad y está por ver cómo encajará en el diseño que prepara Carrión para relanzar a un Córdoba en pleno proceso de cambios.
Las reformas de Carrión siguen su curso. El ascenso de futbolistas del filial, la recuperación de Markovic y el mercado invernal, que se ofrece como opción aunque desde el club se mantiene públicamente una postura ambigua a propósito de fichajes, puede traer modificaciones profundas a un equipo en el que también están viendo mermada su aportación jugadores como Pedro Ríos o Zacharya Bergdich.
0