La sangre de los valientes

Regreso a la cruda realidad. A la suya y a la global. Sobre el campo se enfrentaban dos proyectos muy distintos. Uno goza de un techo de gasto de más de 25 millones de euros, el otro de un límite salarial -éste es el concepto- de menos de cuatro. Pero la diferencia quiso hacerla desaparecer el que sobre el papel era el más débil, un equipo que además no sabía lo que era la victoria en Liga. Ahí surgió un Córdoba atrevido para tratar de inquietar a un Málaga que tiene muy bien aprendida la lección, y cuenta con calidad en grandes cantidades. Fue de esta forma como al final sobre el verde de La Rosaleda quedó el reguero de la sangre de los valientes mientras alrededor, en las gradas, resonaban los ecos de los vencedores. El cuadro de la Costa del Sol, líder indiscutible, goleó por 3-0 y la historia terminó.

Si ya lo hizo con la convocatoria, Sandoval sorprendió con el once. No con la entrada de Blati Touré, conocida o al menos prevista con anterioridad, sino quizá por la salida de Javi Lara en la medular. Pero sobre todo por la inclusión en el equipo titular tanto de Loureiro como del joven Andrés Martín. Ambos ocuparon las plazas de Fernández y Erik Expósito. En cuanto al sistema, en efecto el preparador madrileño tenía la firme intención de jugar de tú a tú a un Málaga que hasta ahora en Liga contaba todos sus partidos por victorias. Así, el de Humanes apostó por un 4-3-3 que le permitió elevar sus esperanzas de triunfo. Pero esta sensación le duró al Córdoba tanto como tardó el conjunto blanquiazul en abrir el marcador.

El cuadro califal mostró valentía en La Rosaleda desde el pitido inicial. De ahí que en los primeros compases fuera capaz de habitar más frecuentemente en el campo rival que en el propio. De ahí surgieron dos buenos acercamientos, uno con con colada de Jovanovic y otro con un lanzamiento de falta de Álvaro Aguado. En ambos casos se protegió bien el Málaga, que tenía claro su guion. Éste no era otro que dejar el control del balón al Córdoba y salir rápido a la contra con decisión. Así, Ontiveros lanzó dos primeros avisos antes de que el equipo de Muñiz asestara definitivamente su primer golpe. Uno de sus tiros terminó en la madera. orría el minuto 14 cuando en un saque de banda Javi Galán apenas ofreció oposición Blanco Leschuk, que cabeceó para que a placer, en el centro del área, marcara Adrián.

Con el tanteador a su favor, el cuadro albiazul mantuvo con mayor convicción su línea de juego. Tenía poco el balón, pero generaba mucho más peligro cada vez que era de su propiedad. Blanco Leschuk buscó el tanto en dos acciones dispares y con un final idéntico. El esférico se marchó fuera en las dos opciones. El propio argentino anticipo el segundo gol malacitano en el minuto 38. Harper hizo un roto a la zaga blanquiverde con una genialidad en el interior del área visitante y sacó un centro que cabeceó el hombre más peligroso de los locales. Carlos Abad salvó con una parada memorable, pero en el rechace Hicham no tuvo compasión y le batió a placer. Más cuesta arriba se le ponía si cabe a un equipo, el de Sandoval, que era todo arrojo pero que carecía de argumentos reales en ataque.

Durante el primer acto, los califales fueron osados e incluso lograron dominar el balón. Pero no tenía fluidez en el juego, con un Blati más discreto que en su estreno, y un Álvaro Aguado que no terminaba de conectar con los hombres de vanguardia. Así, el Córdoba había de optar por el fútbol de bandas. Arriba, Andrés Martín aparecía lleno de voluntad, pero sin opciones de crear peligro. En la reanudación la historia cambió ligeramente, pues el cuadro de la capital de la Costa del Sol quiso discutir el control del esférico. Y lo consiguió realmente, con un Córdoba que aguantaba las acometidas de forma solvente. Todo a pesar de que en el minuto 21 la zaga blanquiverde sufrió un contratiempo con la lesión de Jesús Valentín. El canario dejó su sitio a Aythami, que regresó con paso seguro.

A lo largo de la segunda parte repitió Blanco Leschuk como el hombre más peligroso de los de Muñiz. Una y otra vez era el argentino el que aparecía para buscar el gol de los malagueños. Lo pudo encontrar en una de sus opciones en el minuto 55. Carlos Abad lo evitó con una nueva intervención de mérito. Poco a poco fue el Córdoba el que retomó la posesión y el descaro. Aunque su única posibilidad de batir a Munir la tuvo con un disparo lejano de Álvaro Aguado. Despejó a córner el portero marroquí. En ese momento el conjunto blanquiverde parecía estar de vuelta en el partido, pero los albiazules volvieron a golpear en el 71. Ricca agarró el balón en el vértice del área tras un lanzamiento de falta y de un gran zapatazo marcó para hacer el 3-0.

Pese al mazazo del tercer tanto, los blanquiverdes quisieron insistir en sus ideales de no hincar la rodilla hasta el final. Salieron al ataque siempre que pudieron, pero lo hicieron sin acierto. Después del tiro de Álvaro Aguado, poco más consiguió que fuera realmente reseñable en el plano ofensivo. Todo lo contrario en el caso del Málaga, ya que los albiazules pudieron abrir más la herida visitante en alguna que otra ocasión. La más clara fue la que tuvo, cómo no, Blanco Leschuk, que tras superar a dos zagueros en sendos regates, remató para que Carlos Abad salvara con la punta de los dedos. Al final, el argentino no obtuvo premio y el Córdoba salió derrotado. En el más amplio y estricto sentido de la palabra.

FICHA TÉCNICA

MÁLAGA CF, 3: Munir, Cifuentes, Luis Hernández, Pau, Ricca; Hicham (Juankar, 41´), Adrián, N´Diaye, Ontiveros (Pacheco, 87´), Harper (Kone, 80´) y Blanco Leschuk.

CÓRDOBA CF, 0: Carlos Abad, Loureiro, Álex Quintanilla, Jesús Valentín (Aythami, 21´), Javi Galán, Blati Touré, Álex Vallejo, Álvaro Aguado, Jovanovic (Erik Expósito, 57´), Alfaro (De las Cuevas, 79´) y Andrés Martín.

ÁRBITRO: Varón Aceitón (Comité Balear). Mostró cartulina amarilla a los locales Cifuentes, Adrián y Pau; y a los visitantes Blati Touré y Álex Quintanilla.

GOLES: 1-0 (14´) Adrián. 2-0 (38´) Hicham. 3-0 (71´) Ricca.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la quinta jornada del campeonato de Liga en Segunda A, disputado en La Rosaleda ante 19.047 espectadores, entre ellos cerca de un millar de aficionados del Córdoba. Antes del choque se guardó un minuto de silencio en memoria de Julián Torralba, exdirectivo del CD Málaga.