¡Sálvese quien pueda!

El pitido final del árbitro en Riazor sonó como el timbre que anuncia el recreo en una clase de Primaria. El personal blanquiverde salió desbocado hacia las salidas con el estímulo de abandonar una situación incómoda y verse libre para hacer lo que le venga en gana. O lo que buenamente pueda. El caso es que de la plantilla que perpetró la peor temporada de la historia de la entidad en Segunda División apenas quedará nada. Tampoco de (casi todos) sus constructores.

“Nos piden compromiso, que demos el máximo en el campo, y ellos son los primeros que no han cumplido”, dejó dicho Álex Vallejo en declaraciones que fueron emitidas en el programa La Casa del Fútbol. “Ellos” son, evidentemente, los que mandan en el club. “Por mis compañeros siempre voy a dar la cara, pero por la gente del club no la voy a sacar nunca”, soltó el pivote vitoriano. Es de los que acaba contrato. No volverá a vestir la camiseta del club. Tampoco parece probable que vaya a hacerlo el guardameta Marcos Lavín, que en su día renovó hasta 2021 pero que nada más concluir el campeonato dejó un duro mensaje a través de sus redes sociales. “Deseo que la próxima temporada se hagan bien las cosas desde un principio, sin mentiras y con ambición, porque esta ciudad y los cordobeses lo merecéis”, escribió el portero. Su salida se da por hecha.

Lavín es uno de los siete futbolistas que tienen contrato en vigor con la entidad. Los otros seis son Fernández, Loureiro, Quim Araujo, Álex Quintanilla, Jaime Romero y Andrés Martín. Este último se irá con absoluta seguridad. ¿Su destino? Al mejor postor. La venta del delantero de Aguadulce, que ha irrumpido con fuerza en la Segunda División con 19 años, será el salvavidas económico para el Córdoba. Jaime Romero no cuenta en absoluto y los demás podrían estar a expensas de los planes de futuro de los nuevos rectores deportivos. Que no serán los actuales.

El entrenador, Rafa Navarro, está a la espera de reunirse con Jesús León, aunque ya deslizó en la sala de prensa de Riazor que “después de un fracaso”, la gente quiere “ver caras nuevas”. El que fuera carrilero cordobesista en su época de jugador podría tener un sitio en el cuadro técnico de la cantera. Tampoco continuará Rafa Berges, director deportivo que tiene un año más de contrato pero que saldrá después de un curso repleto de sinsabores, en el que trabajó sin medios económicos ni apoyos. Según ha adelantado Diario Córdoba, el oro olímpico cordobés se desvinculará en breve de una entidad en la que ha sido jugador de cantera, profesional, entrenador -desde conjuntos de base hasta el primre equipo- y finalmente director deportivo. Con el descenso a Segunda B también saldrá del organigrama el director general, Alfredo García Amado, que trabajó como profesional externo con amplias responsabilidades en las relaciones con la Liga y en materia de fichajes.

Quince jugadores de la primera plantilla en el curso 18-19 están ya fuera del Córdoba. A sus lugares de origen retornarán los cedidos Carlos Abad (Tenerife), Aguado (Real Valladolid), Luismi Quezada (Real Madrid Castilla), Luis Muñoz (Málaga), Álex Menéndez (Aris Salónica), Yann Bodiger (Toulouse), Carbonell (Valencia Mestalla) y Neftalí Manzambi (Sporting de Gijón). El 30 de junio acaba el vínculo con Alfaro, De las Cuevas, Vallejo, Flaño, Chus Herrero, Javi Lara y Piovaccari. Con el italiano intentará el club un trato para que continúe en Segunda B, aunque el veterano ariete, tras firmar una docena de goles este año, tendrá ofertas.

Algunos ni siquiera esperaron al final. Blati Touré aprovechó la llamada de la selección de Burkina Faso para pedir un permiso especial que le permitiera no regresar. El club se lo dio sin problemas. El mediocentro ya es historia. Igual que Carrillo, que llegó desde el Cádiz en el mercado invernal y cuya continuidad estaba a expensas de la permanencia del equipo. Como pronto se vio que no era factible, su agente le buscó nuevos aires y todo apunta a que terminará jugando en el campeonato de Israel.