Y de repente... un Mundial
Nunca se ha disputado un Campeonato del Mundo de ciclismo paralímpico después de unos Juegos. Por eso la noticia de la celebración, del 2 a 5 de marzo, de un torneo mundialista en Los Ángeles ha supuesto una auténtica bomba. La semana pasada, la Unión Ciclista Internacional (UCI) dio a conocer el evento y de inmediato se levantó una ola de indignación entre los deportistas. Y, entre ellos, el cordobés Alfonso Cabello. El deportista olímpico más laureado de la historia provincial -un oro en Londres 2012 y dos bronces en Río 2016- se ha encontrado con una competición a traición, una emboscada que no sólo puede afectarle en lo deportivo sino también en lo económico. El vigente campeón del mundo contrarreloj se plantea muy seriamente acudir al torneo en Estados Unidos. “Lo tendré que pensar en las próximas semanas”, ha declarado. El motivo es evidente. No podrá estar al cien por cien -la preparación no estaba enfocada a este Mundial- y eso comprometerá sus marcas... y la recepción de su beca deportiva, cuya cuantía es proporcional a los resultados. “Es surrealista”, ha dicho.
En el caso del plan ADOP, las becas están relacionadas con los resultados que los deportistas paralímpicos consiguen en las competiciones de máximo rango: Juegos y Mundiales, especialmente. Las planificaciones deportivas se configuran con el objetivo de llegar a esos eventos en la mejor condición posible. Teniendo en cuenta que el anuncio de este Mundial se ha producido de forma prematura y, sobre todo, inesperada, el malestar ha corrido entre la comunidad ciclista. Para competidores como el rambleño, Amador Granados o Eduardo Santas, la llegada de este Mundial supone algo más que un contratiempo. Sin medallas, las opciones de mantener las becas se reducen o, directamente, desaparecen.
“Si tienes resultados consigues becas para poder sostenerte y si no los consigues, pues las becas se acaban y lo tienes que dejar. Por suerte, gracias al entrenador, a mi familia, al esfuerzo diario y a que las cosas me están saliendo muy bien, en este ciclo paralímpico he logrado hacerme con títulos en el kilómetro, que es mi especialidad, y otro de velocidad por equipos. Cada vez los requisitos son más difíciles. Las ayudas son pocas, pero como he logrado ser campeón del mundo me han mantenido la beca. Ahora bien, el día que baje al quinto clasificado de un Campeonato del Mundo no percibiré ni un euro. Entonces tendré que pensar si sigo en esto o no. Al día de hoy sigo adelante y me centro en ganar, no me queda otra”, declaraba Cabello en una entrevista en las vísperas de su participación en los Juegos Paralímpicos de Río, el pasado mes de septiembre. Allí logró dos medallas más, convirtiéndose en el deportista cordobés más laureado en la historia olímpica.
Si finalmente Cabello acude -con los títulos de 2015 y 2016 bajo el brazo- le será muy complicado revalidar su número uno. ¿Perdería la beca? Existe, al parecer, una opción de que los resultados que se produzcan no tengan una consecuencia definitiva. Lo normal en las federaciones es que los resultados en Mundiales sean la referencia, aunque en este caso, y debido a la premura de las fechas, la Federación de Ciclismo puede solicitar que no se tenga en cuenta o se tenga de modo parcial el resultado de este Mundial. En cualquier caso, la decisión sería para la Comisión Técnica del Plan ADOP, formada por el Consejo Superior de Deportes, el Comité Paralímpico Español y las federaciones.
Desde la selección nacional de ciclismo adaptado se preguntan si la información sobre la celebración de un Mundial no estaría ya en manos de federaciones de otros países, pues la UCi “no puede hacer algo así de la noche a la mañana”. Mientras tanto, el cordobés Alfonso Cabello sigue preparándose con una inesperada cita en el horizonte más cercano. Si finalmente acude al Mundial de Los Ángeles, defenderá algo más que unas medallas de oro. Es la otra cara del deporte, la presión que no está a la vista del público pero que puede marcar destinos.
0