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Regreso deseado de Meriem Ezbida a La Fuensanta

Meriem Ezbida, con el Liberbank Gijón en La Fuensanta | JUAN HUERTAS

“Y cuando el autobús entra en La Fuensanta siempre se sentirá como volver a casa”. Así se expresaba en su cuenta de Twitter Meriem Ezbida, que regresaba a Córdoba para jugar contra el Adesal, el equipo de su vida, como guardameta del Liberbank Gijón. Dos años después de salir el hogar, con rumbo al Atlético Guardés gallego, volvió al parqué verde del pabellón de la Fuensanta en una tarde llena de reencuentros, conversaciones pendientes y abrazos que se retrasaron en el tiempo y, para más inri, en el marco de una jornada de la Liga Guerreras Ibedrola.

“El regreso a la Fuensanta fue muy emotivo. Ya tenía en cuenta que iba a ser así desde que vi que estábamos en el mismo grupo y bien es verdad que, de cierto modo, no quería enfrentarme contra ellas, pero la otra parte siempre es buena y es volver a casa. Entonces aunque ya sabía que me iba a despertar muchos sentimientos, fue aún más de lo que imaginé desde que el autobús entró en Córdoba y especialmente cuando empecé a calentar”, afirma a CORDÓPOLIS Ezbida, que a cada paso que daba en el complejo fuensantino, le iban aflorando más y más recuerdos. La melancolía siempre tiene su punto álgido en saber que, tras mucho tiempo, las cosas siguen estando igual cuando vuelves. En este caso, la música lo provocó: concretamente, una versión de la célebre Seven Nations Army, del grupo The White Stripes, de la Italia campeona del mundo de fútbol.

“Es el pabellón en el que he jugado toda la vida y olía a casa, fue una sensación espectacular. Especialmente cuando empezó a sonar el disco de calentamiento, porque hay una tradición desde hace mucho en Adesal. Desde que empezamos a ascender de territorial y el club empezó a estar en la élite por primera vez, es que la primera canción siempre es la misma, cambian todas las demás cada año pero la primera siempre es la misma desde hace años y cuando la escuché pensé : ¿en serio sigue? Se lo dije a Aroa (Montoro) y me contestó que por supuesto. Fue la sensación de que perdura algo de todas las que pasamos por allí”.

El calentamiento junto a sus compañeras de portería Lucía Alonso y Raquel Álvarez fue de lo más normal. Las tres cancerberas completaban la convocatoria de Cristina Cabeza a causa de las bajas del cuadro asturiano. Lo más emotivo de la tarde fue, sin duda, el anuncio por megafonía de la entrada en escena de la propia Meriem Ezbida ante el público de la Fuensanta. La hispano-marroquí recibió un caluroso aplauso del público cordobés, que recibía a una hija pródiga. Ella explica que “no tenía ninguna expectativa. Es verdad que en estos dos años fuera, cuando jugábamos en algún sitio que era ex equipo de alguna la grada aplaudía mucho, incluso en La Guardia ovacionaban mucho a las jugadoras que habían pasado por allí cuando las nombraban en el otro equipo. Desde luego fue un detalle muy bonito y estoy muy agradecida”. Además, la portera cordobesa tuvo la oportunidad de salir de la partida para las gijonesas y realizar algunas intervenciones de mérito ante las acometidas de sus antiguas compañeras en el primer tiempo.

En el calentamiento durante el descanso, no paraba de hablar con sus compañeras en la portería -de aspectos del partido o no- y continuó haciéndolo sentada en el banco, incluso aplaudiendo algún gol de Adesal cuando la diferencia a favor de las gijonesas era casi insalvable. “Sabíamos que no iba a ser fácil. Llegábamos con muchas bajas, unas semanas difíciles con muchas lesiones y después del resultado de Granollers (derrota de 31-23), la victoria era fundamental. Pero Adesal, como buen equipo con gen andaluz, es muy guerrillero y más estando en casa. Muy contentas de sacar los 2 puntos, que eran vitales”, analiza Ezbida.

Tras la bocina final, hubo algo más de tiempo para los reencuentros y la jugadora cordobesa devolvió el aplauso de la grada de la Fuensanta. Se quedó charlando con antiguas compañeras e incluso hubo tiempo para un gran abrazo con la jugadora de Adesal Irene García, de esos que podrían durar horas. También tuvo tiempo para charlar distendidamente con Rafa Moreno, técnico del equipo local. “Hablamos de la importancia de un proyecto a largo plazo y estable en cualquier club y que ese es el camino que quiere tomar Adesal”, revela Ezbida. Son algunos detalles de una conversación que se puede resumir en ba

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