Cara a cara | Rafa Vargas: “Mi sueño es volver a entrenar en Superliga”
A veces, la ilusión y las ganas de una persona puede comandar un proyecto para que éste sea uno de los pioneros dentro de una sociedad que está dolida por lo ocurrido tiempo atrás. Gracias al esfuerzo de mucha gente, los proyectos deportivos salen a la luz y con constancia se van cumpliendo los objetivos. Aun así, sin el respaldo de instituciones públicas o empresas privadas es imposible que en la actualidad pueda emerger ese germen que es imprescindible en los deportes más minoritarios y con menos presencia en categorías más nacionales. Por ello, Rafa Vargas, actual entrenador del sénior del Academia Voleibol Córdoba, quiere que esta disciplina deportiva vuelva a ser lo que era antes porque la capital califal era un auténtico referente, teniendo dos equipos en la máxima categoría de voleibol a nivel nacional.
Este técnico ya sabe de primera mano lo que es entrenar a un equipo en Superliga. Rafa Vargas fue el entrenador del Cajasur Voleibol que jugó en la máxima categoría de este deporte en España durante las temporadas 2004-05 y 2005-06, hasta que finalmente descendió. Además, compartía división con el Adecor, por lo que dos equipos cordobeses lideraban esta disciplina deportiva, aunque en la actualidad eso no es así. Vargas atiende a CORDÓPOLIS con la simpatía que le caracteriza, sabiendo que la ilusión y las ganas son el principal promotor de un proyecto que está viendo sus frutos a pesar de que tan solo tiene cinco años de vida.
PREGUNTA. Una vida dedicada al voleibol. Tanto es así que me has comentado antes que ya no sabes lo que es tu tiempo libre y tu tiempo profesional.
RESPUESTA. Llevo toda la vida prácticamente. He contado muchas veces en mis círculos más íntimos cómo comencé en este deporte y siempre salen muchas risas porque empecé en el voleibol por accidente. Tenía una entrenadora en el instituto cuando comencé a jugar, que fue a los 16 años, y en un momento dado me dijo que me fuese mejor para entrenar. Me mandó al Colegio Santa Victoria con 17 o 18 años. Luego me di cuenta de que me puso a entrenar porque de jugador era muy malo. Por eso empecé a entrenar y así comenzó mi carrera.
P. ¿Qué supone para ti este deporte a nivel personal?
R. Lo que más me gusta de este deporte son los vínculos que hacen en las personas, me explico. No son solo afectivos sino que hacer un deporte donde realmente tienes que jugar siempre en equipo, como en los demás deportes de equipos, pero con una diferenciación muy clara y es que no puedes tocar al rival porque te separa una red. Esto hace que para ganar tengas siempre que jugar con tu equipo. Si puedes hacer una acción al contrario, puedes vencer también, pero cuando solo dependes del que está al lado tuya porque no puedes hacerle nada al rival hace que la unión y los valores o vivencias que compartes con tu equipo no las puedas vivir en otros deportes.
P. ¿Entrenar o jugar?
R. Entrenar.
P. ¿Siempre lo has tenido claro?
R. Siempre. Cuando era joven lo que quería hacer es jugar y yo jugaba. De hecho, ahora mismo practico otros deportes como fútbol, tenis o pádel. Ahora también estoy empezando en el golf, pero lo que me gusta a mí es entrenar.
P. A parte del voleibol, ¿otro deporte que te guste ver o practicar?
R. Yo fui jugador profesional de fútbol y sigo jugando a fútbol. De hecho todos los lunes y casi todos los jueves suelo jugar con diez compañeros y amigos. Cuando puedo y me deja el tiempo pues lo sigo haciendo.
P. ¿Sueles seguir el fútbol?
R. Lo sigo menos. No me da tiempo a todo, pero sí que me gusta seguir el deporte local no solo fútbol como puede ser el baloncesto, balonmano... De hecho, cuando estuvimos con el voleibol en alto nivel coincidí con muchos entrenadores que ahora mismo están entrenando a otros equipos y la verdad que cogimos una cierta amistad. Me gusta mucho seguirlos y ver qué están haciendo ellos porque están haciendo labores similares a la que puedo hacer yo.
P. Buena época cuando entrenaste al Cajasur en Superliga y Superliga 2.
R. Sí, fue una buena época, pero también dura porque la gente recuerda solo la época de cuando llegamos a la élite. Hasta llegar ahí, muchas personas y muchas niñas se sacrificaron muchas cosas porque no es sencillo coger a un equipo como el Colegio Calasancio y llevarlo hasta arriba de Superliga. Es complicado, pero se consiguió. Entonces, para mi fueron recuerdos muy buenos.
P. ¿Cómo fue ese recorrido de empezar prácticamente de la nada hasta llegar a Superliga?
R. Fue algo como que se juntaron o se alinearon todos los planetas y finalmente ocurrió. Realmente yo comencé con el Colegio Santa Victoria, después con el Colegio Calasancio, en el Adecor... Fui cogiendo cosas de todo el mundo porque había entrenadores y entrenadoras que me hicieron aprender muchísimo. Se juntaron un pequeño grupo de niñas chicas en un Colegio Calasancio que no tenía mucho potencial deportivo. Habían unas niñas que coincidieron en un momento donde todas querían hacer deporte y la casualidad es que la niña más alta que ha jugado a este deporte en Córdoba la tuvimos allí con 1,92 metros de altura. En ese tiempo es una locura. Vas consiguiendo cosas, el tiempo avanza y cuando están en categoría cadete, aparece la figura de Javier Bonache, que es un apasionado del voleibol, y fundamos el Club Voleibol Córdoba. Fuimos creciendo, teniendo a niñas cada vez mejores y nos reunimos con Priego de Córdoba para sacar un equipo en Superliga 2. Aquí se dio el germen de lo que después fue el Cajasur. A partir de ahí fichamos a jugadoras y llegamos hasta arriba. Fue duro y difícil sobre todo para mí como entrenador porque yo tampoco tenía una referencia para preguntar. Me tuve que ir fuera porque por aquel entonces el internet que había era muy básico. Yo cogí muchos aviones para irme a Italia, Madrid o Barcelona para aprender de gente que no había aquí. No había estado nunca arriba y fue muy difícil y duro. Gracias a Dios, Javier también me trajo a jugadoras importantes y tuvimos un muy buen nivel de voleibol aquí en Córdoba.
P. ¿Con qué te quedas de esa etapa?
R. A nivel profesional sobre todo con la implicación de las jugadoras, con una metodología de trabajo, entrenamientos mañana y tarde todos los días y con el mismo día del partido porque para mí era una vivencia tremenda. Mucha adrenalina, público... tengo recuerdos magníficos. Es verdad que es muy duro porque hay momentos difíciles de tesorería, momentos complicados de patrocinadores o desplantes de jugadoras. Son momentos difíciles, pero también la adrenalina de la competición, de viajar o de ganar todos los partidos pues es lo que más recuerdo y lo que más añoro conforme pasa el tiempo.
P. ¿Por qué crees que Córdoba ha perdido ese voleibol de élite?
R. Córdoba no tiene muy bien definido a dónde quiere ir y hasta dónde quiere llegar. Nunca ha habido ningún político que haya propuesto definir Córdoba deportivamente. Con los vaivenes que siempre hay desde arriba pues complicado. Primero tiene que haber una línea institucional que marque el camino para después, a partir de ahí, implicar a la empresa privada porque en Córdoba hay buena y puede ayudar. Lo que pasa es que siempre se ha hecho al revés. Primero se busca a la empresa privada y después ayudamos a la institución deportiva. Sí es verdad que hay que profesionalizar el deporte. Hay muchos de los que estamos en Córdoba que practicamos o entrenamos por vocación o por corazón porque esto me gusta e invierto mi patrimonio particular, pero este momento ya ha pasado. Echo de menos en Córdoba eso, el profesionalizar los clubes deportivos y tener un poco más de mira hacia adelante y no en el día a día.
P. ¿Se llegará algún día a lo que antes fue?
R. Yo creo que sí porque lo importante no es el momento actual sino lo que se está formando. Ya dije que cuando estuvimos en Superliga fue porque momentos antes se crearon muchas cosas. Ya se están viendo estas cosas como la creación de clubes o entrenadores. Hay muchas jugadoras y si hay mucho volumen pues alguna buena saldrá. Lo que pasa es que las buenas están saliendo fuera y eso es un problema. Todo este caldo de cultivo te da un menú estupendo y creo que con el tiempo lo vamos a ver. No sé cuándo, pero lo veremos“
P. Esa fuga de talentos es muy importante. Rafa Sanz comentó hace un año a este medio que cuando no hay un equipo en la élite, las jugadoras que sobresalen en la base pues se van a la cantera de un equipo más fuerte.
R. Evidentemente es así. Dos jugadoras de la selección española de voleibol femenino son cordobesas y no están aquí. Una chica está en Estados Unidos y otra en Canarias. Es una pena que no estén aquí porque ayudarían bastante y serían un pilar fundamental para estar en Superliga. Seguramente muchas jugadoras se hayan tenido que ir y si hubiesen estado en Córdoba pues hubiéramos tenido un seis base para tener un gran trabajo de cantera, pero como no lo hay, pues se van, como pasa en muchos otros deportes.
P. Este trabajo en la base lo estáis haciendo vosotros con Academia Voleibol Córdoba. ¿Cómo va este proyecto?
R. La idea de Academia Voleibol Córdoba es esto, sentar un poco las bases para tener un futuro prometedor. El problema que hay en la actualidad es que las miras que tiene el club en cuanto a subir o tener el equipo arriba choca un poco con las ideas que puedan tener los padres o las propias chicas en el futuro. A lo mejor su futuro no está planteado con ser un referente deportivo sino ser un referente académico en cualquier disciplina. Muchas veces nos encontramos con esta problemática totalmente opuesta.
P. ¿Cuál es el objetivo del club?
R. A nivel personal, como sé lo que es eso, creo que Córdoba podría y debería tener un equipo arriba. Además le vendría fenomenal, no solo al club, a Córdoba en general porque el voleibol femenino mueve muchísimo en España, pero es verdad y es cierto que cuando un club tiene un volumen muy grande como el que tenemos en Academia realmente las miras no están tan arriba sino que hay que cuidar más lo que tenemos y que las niñas aprendan valores, que se vayan de aquí con otra fórmula. La Junta Directiva está más enfocada a este camino, pero eso no quita que el buen trabajo que se haga permita que en unos años estemos en las posiciones cabeceras de las categorías nacionales, pero ahora mismo no es la visión actual porque evidentemente el club tiene únicamente cinco años. Es el segundo año que salimos en sénior y dentro de cinco pues podemos tener otra visión, pero actualmente hay que cuidar la base y cuidar lo que tenemos.
P. ¿Te ves entrenando en Superliga otra vez?
R. No sé si con Academia, pero me encantaría. A diferencia de cuando antes era todo pasión, actualmente ha cambiado mucho porque ahora hay una Junta Directiva donde hay muchas cabezas pensantes y profesionales de muchos ámbitos. Realmente esto hace que pueda llegar a ser más estable y racional. Creo que sería una Superliga muy diferente a la que yo tuve, pero también sería muy interesante. Uno de mis sueños es volver a entrenar en Superliga y no sé si lo conseguiré.
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