“No temo, pero tampoco lo controlo yo”
Rostro serio y voz apagada. La situación para Luis Miguel Carrión es más difícil que nunca. Tras ceder en Valladolid por 4-1, el Córdoba demuestra una inoperancia que le puede costar el puesto al técnico. De hecho, el catalán tiene pie y medio fuera del conjunto blanquiverde. Una posibilidad sobre la que, como no podía ser de otra forma, fue cuestionado tras el duelo en el José Zorrilla. “Temer, no. Tampoco lo controlo yo. Trabajaré todo lo que pueda y más, y ya cuando no tenga más que trabajar, pues dejaré de hacerlo y seré un aficionado más. Hasta ese día, a trabajar y ya está”, dijo en relación a su continuidad en el banquillo califal, en entredicho a lo largo de la última semana.
Acerca del partido, Carrión fue sincero con el juego de su equipo. “No sé. Nos meten el primer gol en un resbalón. Es una jugada desafortunada, pero nos pasa muy a menudo y entonces ya no será tan desafortunado”, señaló de primeras. “El segundo gol es un córner directo, en la segunda aproximación prácticamente. El tercero también, en la tercera, con un balón a la espalda. Nos ponemos 3-0 en un partido en el que nosotros nos marcamos los goles”, continuó el catalán. “Tiene difícil explicación. Me sabe fatal esta situación, no es lo que queremos, pero está claro que así no vamos a ningún sitio”, concluyó el técnico. Más claro era imposible.
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