Los aficionados blanquiverdes se apiñan en los alrededores del estadio Santiago Bernabéu | La Casa de Córdoba en Madrid, cita para los peñistasYa están aquí. Los autocares desembocaban en los alrededores del Bernabéu, descargando hordas de blanquiverdes ilusionados. ¿Por qué no? No faltan quienes relatan anécdotas a propósito de equipos que llevaron a cabo gestas inesperadas. En Madrid venció una vez el Recreativo de Huelva. Otros equipos modestos -cuando se visita al Real Madrid, todos (o casi) lo son- dejaron una buena impresión. La mayoría conviene en que lo importante es competir, mostrar dignidad... y lo que venga, bienvenido sea. El espíritu de “Chapi” Ferrer, vamos. Los más veteranos zanjan la cuestión: “Somos el Córdoba”. Y punto. Eso quiere decir que cualquier desenlace es posible.En la fachada del coliseo blanco luce un homenaje a la memoria: “Gracias, Alfredo”. El cartel tiene al lado una gigantesca fotografía de Alfredo Di Stéfano, leyenda del fútbol mundial y máximo icono del Real Madrid. Los seguidores blanquiverdes se fotografían delante de él con devoción. El himno suena en los bares del Paseo de La Castellana y los viandantes miran con una tierna sonrisa, con un tono piadoso. Piensan que el Córdoba es un equipo simpático, de una ciudad simpática, seguido por gente simpática que se comporta de modo simpático. Y que, con seguridad, va a perder el partido sin que eso le suponga ningún trauma. Eso es lo que piensan los madrileños y los madridistas, seguramente con argumentos de indudable peso. Pero los blanquiverdes ahora son felices. Simplemente con estar allí sienten que han ganado. No un partido, pero sí un estatus. Seguidores blanquiverdes en el Bernabéu este mediodía | MADERO CUBEROSer de Primera División y jugar en el Bernabéu es algo muy importante para gente que no ha visto en toda su vida a su equipo entre los mejores. Cuarenta y dos años de ausencia tocan a su fin. Los más viejos cuentan historias en blanco y negro. Hablan de Juan Verdugo, un lateral zurdo montillano que fichó por el Madrid. Como Ramón Tejada. También recuerdan a Vicente del Bosque, que fue cedido por el equipo blanco al Córdoba para que viviera en El Arcángel el único descenso de su vida profesional. El último gol en Primera con sello blanquiverde se lo marcó al Barcelona un tal Fermín, prestado por el Madrid, y significó el título de Liga para el cuadro blanco. Eran otros tiempos.Lo que antes te contaba el abuelo lo tienes ahora en televisión, o en el móvil, o en la tienda del Real Madrid, que lleva todo el día haciendo caja con seguidores del Córdoba que no quieren dejar pasar la ocasión de llevarse un recuerdo. “Me llevo un par de camisetas que me han encargado unos amigos”, dice un seguidor ataviado con la blanquiverde y todos sus avíos: mochila, bufanda y llavero de Koki. Los cordobesistas no hablan de resultados hoy. “Llegamos empatados a puntos con el Madrid”, bromean. La marea blanquiverde se deja sentir en Madrid. Para eso han venido.
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