Mejor que bueno: regular
El Córdoba conquista un trabajado punto en La Romareda ante un Zaragoza que lo había ganado todo (1-1) | Los de Oltra encadenan ante un cualificado adversario la cuarta jornada sin perder
No parecían frustrados los jugadores del Córdoba y el Zaragoza después de un partido jugado con gesto agrio y sin concesiones. Lo que se llevaban en los bolsillos se lo habían ganado a pulso. Un punto para cada uno y dos rachas positivas quebradas, aunque sin motivos para dejar traumas. Los blanquiverdes añadieron una jornada más -van cuatro- sin perder. Habían ganado tres veces seguidas sin encajar gol, pero salieron muy vivos del estadio más intimidante de la categoría: La Romareda el que más gente congrega en sus gradas y el anfitrión había ganado todo lo que había jugado allí hasta ahora. El Zaragoza entendió el mensaje: el Córdoba va muy en serio. No es especialmente brillante pero ha conseguido meterse en el raíl de la regularidad, ése que nunca conduce a mal destino en una Segunda División en la que los candidatos empiezan a tomar posiciones. Cuando en otras plazas ya andan metidos en crisis, despiden a entrenadores y miran al mercado de invierno, en el Córdoba están consiguiendo esquivar ese ambiente podrido de intereses y reproches que tanto daño suele hacer. Aquí las polémicas se centran en otros foros y el equipo sigue a lo suyo. Mejor que bueno: regular.
Oltra salió con la misma gente que la última vez, la que le respondió cuando llegaron las bajas, exprimiendo esa inercia positiva que hace que los entrenadores experimenten su mayor fantasía profesional: ver que el grupo funciona independientemente de las piezas. Ir a La Romareda, uno de los feudos nobles de la categoría, no es cualquier cosa. Con el Zaragoza agarrado a su pleno de triunfos como anfitrión, el Córdoba abordó la cita con las instrucciones fijadas. Dispone de un equipo cargado de veteranos, de tipos que conocen el oficio y los códigos de una categoría que no perdona las distracciones. En Segunda se vive del error del contrario. Te puedes sentar a esperarlo, a lo que caiga, o puedes tratar de provocarlo. El Córdoba escogió la segunda vía y fue, a su modo, valiente.
Nada más salir al césped, y con un escenario imponente, presionó arriba y le dio unos cuantos sustos a un Zaragoza que se sintió incómodo. A los cuatro minutos, Guille robó una pelota que pasó a Alfaro, cuyo centro se paseó por delante de la meta maña sin que llegara Rodri Ríos. Al filo del minuto 10, Alfaro lanzó una falta al borde del área que salió pegada al palo y los locales empezaron a inquietarse. Apenas eran capaces de engarzar jugadas ante un Córdoba bien dispuesto, solidario en el esfuerzo y con un Rodri muy bullicioso. Una furiosa andanada desde muy lejos de Ángel que se perdió en la grada de fondo fue el primer testimonio en ataque de los de Luis Milla, que se echaron las manos a la cabeza en el minuto 23. Pérez Pallás decretó penalti en una jugada en la que Guille Donoso burló a Casado con un autopase, cayendo después al sentir el contacto del defensa local. Rodri Ríos, con un toque certero, batió a Irureta y firmó el quinto gol de su cuenta particular en el presente curso.
Con 0-1 y el público alterado, el Zaragoza no tuvo más remedio que lanzarse arriba. Y apenas cuatro minutos después encontró el premio en su primer disparo a puerta. Manu Lanzarote lanzó un córner ensayado que le salió perfecto: Casado tocó en el primer palo y el balón le cayó a Cabrera, que cabeceó desde cerca ante un Kieszek vendido. No se arredró el Córdoba, que continuó exhibiendo un fútbol con personalidad y generando llegadas al área contraria, aunque con problemas para la finalización. Tras una fenomenal combinación, Alfaro conectó un disparo que detuvo Irureta. El bufido de alivio en La Romareda fue potente cuando llegó el intermedio, salpicado por una acción polémica en la que Lanzarote se quejaba de haber recibido una falta. Camino de los vestuarios, Pérez Pallás enseñó la amarilla a quien estaba siendo el principal protagonista del Zaragoza. La bronca desde la grada fue la banda sonora que acompañó a los equipos hasta la caseta.
El panorama se alteró en el segundo acto. El Zaragoza se presentó con energía y atosigó al Córdoba, que se replegó para aguantar las embestidas mañas. El polaco Pawel se vistió de héroe para abortar clarísimas ocasiones de los de Milla, que durante los primeros minutos pusieron a prueba al guardameta. Juan Muñoz y Lanzarote, en dos acciones encadenadas, evaluaron las condiciones de Kieszek y éste lo sacó adelante con nota. Sus paradas resultaron fundamentales para sostener al Córdoba, que en esos momentos lo pasaba mal. No dejaron los de Oltra de exhibir cierto empaque en su juego. Jamás se desmadejaron e incluso en los momentos de mayor tensión mantuvieron el control. Con media hora aún en el crono, el técnico blanquiverde refrescó el once con la entrada de Edu Ramos y Zacharya Bergdich en lugar de Caballero y Guille Donoso, ya muy desgastados físicamente. El pleito exigía sacrificio y una atención máxima. El balón parado, un arma de relevancia capital para ambos equipos, apenas apareció.
El Córdoba supo guardar bien lo que tenía y lanzar contragolpes que pusieron un nudo en la garganta al zaragocismo, que dio por bueno el empate. Con muchas escaramuzas, interrupciones del juego y un Pawel muy seguro, el partido terminó con los dos equipos más pendientes de no equivocarse que de abonarse al riesgo de un ataque total. Respeto le llaman a eso. El conjunto de Oltra sigue en su línea, construyendo sonrisas desde la seriedad.
FICHA TÉCNICA
ZARAGOZA, 1: Irureta, Isaac (Fran Rodríguez, 46'), Cabrera, Marcelo Silva, Casado, Erik, Javi Ros (Pombo, 84'), Zapater, Lanzarote, Juan Muñoz (Edu García, 69') y Ángel.
CÓRDOBA, 1: Pawel Kieszek, Caro, Jonathan Bijimine, Héctor Rodas, Domingo Cisma (Samu de los Reyes, 83'), Luso, Carlos Caballero (Edu Ramos, 62'), Guille Donoso (Bergdich, 62'), Juli, Alfaro y Rodri.
ÁRBITRO: Pérez Pallás (Colegio Gallego). Amonestó con tarjeta amarilla a los zaragocistas Ángel, Manu Lanzarote y Marcelo Silva y a los cordobesistas Carlos Caballero, Domingo Cisma y Luso.
GOLES: 0-1 (22') Rodri, de penalti. 1-1 (26') Cabrera.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente al campeonato nacional de Liga 123, disputado en el estadio La Romareda ante 17.100 espectadores.
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