Aquella mágica noche de 2014 en Murcia
A veces son los sueños se tornan en realidad. En Córdoba lo saben muy bien aunque sean muchas menos las ocasiones en que se produzca tal circunstancia. Si no, que se lo digan a quienes tuvieron la oportunidad de vivir, más cerca o más lejos, el histórico ascenso a Primera del Córdoba. Más si cabe quienes lo hicieron en primera persona, en los lugares en que todo ocurrió. La campaña 2013-14, no falta de etapas convulsas, acabó con el anhelado retorno del conjunto blanquiverde a la élite. El salto tuvo lugar después de 42 años en Las Palmas de Gran Canaria un 22 de junio, si bien el primer paso de gigante lo dio el cuadro califal siete días antes en un escenario muy diferente. Fue en Murcia donde la ilusión se convirtió en impulso…
Pero este hecho llegó casi seis décadas después del comienzo de una historia distinta, por mucho que en el fondo esté relacionada con la antes adelantada. El Córdoba visita el domingo al Real Murcia, que es uno de sus más históricos rivales. No en vano, son 55 las ocasiones en que los dos equipos se enfrentaron. Una cifra ésta que convierte al cuadro pimentonero en el sexto ante el que más veces se midió el califal. Del dato global surgen 27 encuentros que son exactamente los que disputaron ambos en tierras murcianas. El origen de esta larga trayectoria común lo escribieron los dos enemigos íntimos, porque así se les puede considerar, la temporada 1956-57. Aquella campaña se vieron unos y otros las caras por primera vez. El duelo pertenecía al Grupo Sur de Segunda y terminó con victoria por 3-0 de los granas.
El prólogo de la narración fue el peor posible para el Córdoba, que después acumuló un total de 16 derrotas en los siguientes 21 encuentros en tierras murcianas. Los dos equipos se midieron normalmente en Segunda, si bien en ese período se enfrentaron dos veces en Primera. En la élite, el cuadro califal arañó un empate (1-1 en la 1963-64) y obtuvo un triunfo (0-1 en la 1964-65). Esta victoria fue la segunda en el feudo del Real Murcia -la primera se dio por 0-1 en la 1957-58- y la última hasta la conseguida en Copa la campaña 2011-12 (0-1). En el torneo del KO y en Segunda B midieron sus fuerzas una vez también en la larga etapa antes mencionada, hasta la 2008-09. Tras esa vigésimo primera comparecencia en La Condomina el conjunto blanquiverde supo variar el guion.
Ya la temporada 2009-10 el Córdoba fue capaz de puntuar (1-1) y una después logró el mencionado primer triunfo del nuevo siglo ante el Real Murcia, ya en el escenario que alberga el partido del domingo. En la Nueva Condomina el equipo venció por 0-1 y eliminó en Copa al cuadro grana en la temporada 2011-12. Además, Paco Jémez recuperó confianza desde el consejo de administración. En este período, seis partidos disputaron los dos equipos en tierras murcianas y sólo uno acabó con derrota del conjunto blanquiverde. Pero el choque más importante para los califales en tiempos recientes, y en realidad en todo historial de visitas a los pimentoneros, no llegó hasta la campaña 2013-14. Curiosamente ésta fue la última en que ambos se midieron.
Tras un curso de altibajos y en el que el equipo estuvo muy próximo a las posiciones de descenso, fue posible alcanzar el play off a Primera. El Córdoba se clasificó para la promoción en el suspiro prorrogado del último de la jornada final de la liga regular. Y lo hizo en la séptima plaza al ser tercero el Barcelona B. Comenzaba en ese instante el sueño para el club y para la afición, que se reforzó el 15 de junio de 2014. Después de un empate a cero en El Arcángel, el conjunto blanquiverde acudía con tanta esperanza como nerviosismo a Murcia. Allí esperaba una bestia negra por los años pero venida a menos en los últimos. El equipo dirigido por Albert Ferrer no estuvo solo en la Nueva Condomina, que ahora se llama Enrique Roca, pues le acompañaron centenares de aficionados. La tarea era muy difícil pero no imposible. Menos cuando casi al principio del partido de vuelta de la primera eliminatoria de aquella fase de ascenso pareció que el cuadro califal había pactado con la diosa fortuna. El encuentro pudo arrancar muy mal pues el Real Murcia gozó de un penalti al comienzo. Saúl falló y el alivio se sintió en la parroquia visitante.
Por si fuera poco, dos minutos después apareció Pedro. Un ex del Real Murcia dañaba al conjunto grana con un gol que hacía soñar con más intensidad en el pase a la final del play off. Quedaba un mundo por delante pero el cuadro califal venía de una racha muy positiva lejos de El Arcángel. A ella se aferró incluso después de que Wellington Silva empatara en el 52. Fue poco después cuando todo cambió de nuevo. Sobre el césped estaba Raúl Bravo, últimamente mencionado por asuntos más turbios, ya que Albert Ferrer decidió apostar por él como una especie de carrilero. Una jugada por la derecha de Pedro terminó con un centro y la aparición providencial del zaguero, cual delantero hambriento de gol. Cabeceó, reventó las redes de la portería local y provocó el estallido de felicidad de los suyos. El éxtasis lo alcanzaron los blanquiverdes tras el pitido final: 1-2 y a la pugna definitiva por el ascenso. Ya se sabe el desenlace…
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