Johan Cruyff, la leyenda que inauguró El Arcángel
El entrenador holandés estrenó el banquillo del estadio cordobés en un amistoso que enfrentó el 8 de febrero de 1994 a su Barça con el Borussia Dortmund | Stoichkov y Estebaranz firmaron un 3-1
El fútbol mundial se ha estremecido hoy con la noticia del fallecimiento de Johan Cruyff, víctima de un cáncer a los 68 años. El Flaco, una presencia de importancia capital en la historia de este deporte, dejó su estela como futbolista y entrenador en campos de todo el planeta. También en Córdoba. El 8 de febrero de 1994, con motivo de los actos de inauguración oficial del nuevo Estadio El Arcángel -la oficiosa fue unos meses antes-, apareció al frente de su FC Barcelona. Eran los tiempos del Dream Team, una forma distinta de entender el juego que revolucionó los sistemas y creó escuela. “Si tienes el balón no necesitas defender, porque sólo hay un balón en el campo”, explicaba. Su filosofía funcionó. En Córdoba, con más de veinte mil espectadores en las gradas, tuvieron la ocasión de comprobar cómo emergía una leyenda del barcelonismo. Primero fue con el balón; ahora, con la pizarra.
El Córdoba CF, por entonces en Segunda B, actuó como telonero ante el filial del Barcelona y el pleito, de corte amable, terminó con un 3-3. Después salió a escena el equipo culé, cuyo prestigio europeo había crecido de manera brutal tras la conquista dos años antes de su primera Copa de Europa en Wembley ante la Sampdoria, con un zapatazo de Koeman. Muchos de aquellos campeones estuvieron en El Arcángel frente a un Borussia Dortmund cuya principal figura, Matthias Sammer, ganaría unos años después el Balón de Oro.
Aunque ya se llevaban varios meses disputando partidos oficiales en el nuevo estadio cordobés, los actos de inauguración oficial se postergaron. La presencia del FC Barcelona suponía un acontecimiento social de primera magnitud. Cruyff formó ante la escuadra alemana con Busquets, Lluis, Juan Carlos, Koeman, Óscar, Jordi Cruyff, Iván, Stoichkov, Eusebio, Romario y Quique Estebaranz. A lo largo del partido fueron saliendo Angoy, Goicoechea, Amor, Bakero y Chapi Ferrer. Los catalanes vencieron por 3-1, con dos goles de Stoichkov -el primero de penalti, tras un piscinazo cómico- y otro más de Quique Estebaranz. Al final de aquel año 1994, Stoichkov recibiría el máximo galardón individual reservado para un futbolista, el Balón de Oro, por delante de los italianos Roberto Baggio y Paolo Maldini.
Cruyff ya no volvió más a El Arcángel. El Córdoba siguió deambulando por Segunda B durante mucho tiempo más y no hubo lugar para más visitas del mito holandés. Muchos aficionados cordobeses podrán contar que Cruyff inauguró su estadio y que estuvieron allí para verlo.
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