Hola, soy Sasa

Entró en la alineación de modo sorprendente. Había intervenido en siete ocasiones en los once partidos que se han celebrado desde que volvió a competir en Liga en el Anxo Carro de Lugo, en el mes de febrero. Nunca jugó un partido completo. Ante el Almería tampoco, pero acabó con una sonrisa cruzándole la cara. Casi siempre la tiene, incluso cuando las cosas no le han ido bien. Se rompió la rodilla en junio del año pasado y atravesó el calvario de una dura recuperación. Este domingo, su expresión de felicidad tenía más motivo. Sasa Markovic firmó el gol de la victoria y el Córdoba está un poco más lejos de la zona de descenso. Pero, atentos, esto aún no se ha terminado.

“Ahora estamos a cuatro puntos del Almería y el Alcorcón y eso es importante, como lo son los partidos que nos vienen ahora contra el Mallorca y Mirandés”, relataba en la zona mixta el jugador serbio, que está muy al tanto de las cábalas por la permanencia. Él ha estado poco tiempo sobre el verde, pero su contribución está resultando muy notable. También marcó, en el tiempo de descuento, el gol de la victoria frente al Real Zaragoza (2-1). Dos goles y seis puntos. “Los goles son importantes si valen puntos. Hemos defendido muy bien y hemos sido un equipo”, recalcó el polivalente jugador. La diana ante el Almería tuvo una dedicatoria especial, según reveló ante los periodistas. “Va para mi hermano Domingo Cisma, que tiene la misma lesión que tuve yo. Como siempre me dice: No Sasa, no party”.

Salió al campo actuando por detrás de Rodri, en una labor encaminada a alborotar a la retaguardia almeriense. Lo hizo con un entusiasmo desbordante. En los primeros quince minutos no solo había marcado el gol, sino que había disfrutado de un par de ocasiones más. “El trabajo es de todos, tanto el defensivo como el del gol”, dijo el ex del Partizán, que fue ovacionado por el público cuando Carrión le sustituyó en el tramo final del encuentro. Había que conservar la renta. Después de sumar 13 de los últimos 15 en El Arcángel, el equipo ha respirado más aliviado.

“Con tu público todo es más fácil, pero sacamos pocos puntos fuera y nos están haciendo falta”, admite Sasa, que ya piensa en el porvenir más inmediato. En Mallorca, los blanquiverdes tratarán de poner freno a una de las peores rachas de su historia como visitantes. Llevan siete derrotas seguidas. Los baleares aguardan angustiados. Siete días después, el colista Mirandés acudirá a El Arcángel. “Si los sacamos adelante estaremos más tranquilos, en mitad de la clasificación”, reconoce el serbio, que finaliza contrato el próximo 30 de junio. Antes quiere dejar las tareas hechas.