La gran desbandada en el Córdoba

Lo de estimular a los futbolistas apelando a su compromiso con el club no parece que vaya a ser un argumento especialmente efectivo a partir de ahora. De hecho, no lo fue ni cuando había opciones matemáticas de salvación. Ahora, con el destino en Segunda B, los cuatro partidos que aún quedan en el calendario los disputará una formación que no tendrá nada que ver con la que quedará tras lo que se avecina a partir del mes de junio.

Ocho jugadores mantienen contrato en vigor, pero al menos la mitad de ellos saldrá de una u otra forma de la disciplina cordobesista. En cualquier caso, dada la inestabilidad del club, no se puede saber qué tipo de planes existen con respecto al interés por que alguno de los que finalizan su vínculo continúe en la categoría de bronce. El director deportivo, Rafael Berges, sí tiene firmado un año más y sigue realizando las funciones propias de su puesto. Sin embargo, que el olímpico cordobés permanezca dentro del organigrama dependerá de varios factores. El principal es saber quién tomará el timón de mando en el proyecto de resurrección del club después de que se haya certificado que abandona su sitio en el mapa del fútbol profesional español después de doce años.

¿Quiénes tienen contrato en vigor para la temporada que viene? Están el portero Marcos Lavín (2020), los defensas Fernández (2021), Álex Quintanilla (2020) y Loureiro (2020); los medios Quim Araujo (2020) y Jaime Romero (2020), y los delanteros Andrés Martín (2022) y Carrillo (2021). No se van a quedar todos. Carrillo, por ejemplo, tiene una cláusula de escape en caso de descenso y maneja ofertas de equipos del extranjero. A Andrés Martín, en el escaparate desde que irrumpió en el equipo con 19 años procedente del filial, lo venderá el Córdoba al mejor postor. Ya hay clubes de Primera y Segunda que han tanteado su incorporación: se empezó hablando de un ofertón de 4 millones por parte del Real Madrid y el último nombre en salir ha sido el del Extremadura de Almendralejo. Entre ambos puntos están el Valencia, la Real Sociedad, el Éibar, el Sevilla... Lo dicho: se marchará -previo pago de su importe- con total seguridad.

Otros dos jugadores que tienen todas las papeletas para coger la puerta de salida son José Manuel Fernández y Jaime Romero, con contratos cuyas cantidades son inasumibles en Segunda B. No parece probable que el Córdoba explote la fórmula de cesión con derecho a repesca en ninguno de estos casos. Se escucharán ofertas y se facilitará la salida. El defensa cordobés ya anda en la órbita de un club del norte del país que puede cambiar de categoría, a mejor, en fechas próximas. De Araujo ya trató el Córdoba de desprenderse en el pasado mercado invernal, aunque finalmente el catalán -que llegó al club como refuerzo invernal en enero de 2018- permaneció a las órdenes de Curro Torres primero y Rafa Navarro después, sin pasar de minutos residuales con el segundo.

¿Y los cedidos? A partir del 30 de junio volverán a ser jugadores del Córdoba los defensas Josema (Nástic de Tarragona) y Victor Mena (Salmantino), y los delanteros Zelu (Cultural Leonesa) y Sebas Moyano (Valencia Mestalla). Los que se han visto liberados de tener que regresar a El Arcángel son Pawel Kieszek y Edu Ramos, dos pilares en el Córdoba cuya ficha no se pudo activar por el límite salarial. El portero polaco seguirá en el Málaga y el mediocentro malagueño en las filas del Cádiz.

La salida de profesionales será masiva. Los jugadores a préstamo regresarán a sus lugares de origen: Carlos Abad (Tenerife), Luis Muñoz (Málaga), Menéndez (Aris Salónica), Bodiger (Toulouse), Aguado (Valladolid), Quezada (Real Madrid Castilla) y Manzambi (Sporting de Gijón). El 30J acaban contrato Miguel Flaño, Chus Herrero, Álex Vallejo, Blati Touré, Carbonell, Alfaro, Javi Lara, De las Cuevas y Piovaccari. La gran desbandada blanquiverde entrará en su fase final en cuanto termine el deambular por la Liga 1/2/3, que aún tiene dos escalas en El Arcángel (Nástic y Osasuna) y otras dos en Majadahonda y La Coruña.