Roberto Carlos, leyenda del Real Madrid, repasa en Córdoba su trayectoria y su legado

El protagonista de este lunes en el Espacio Fundación Unicaja de Córdoba, que está celebrando el décimo aniversario de dicha entidad, ha sido toda una leyenda del fútbol internacional como es el brasileño Roberto Carlos. El que está considerado como uno de los mejores defensas de la historia del fútbol, ha hecho repaso de su amplia trayectoria deportiva, principalmente en el Real Madrid, además de su legado con la selección brasileña, formando parte de una generación inolvidable junto a otros reconocidos como Rivaldo, Ronaldo, Ronaldinho, Kaká o Cafú, entre otros.
El jugador ha recordado su infancia en su país natal, siendo tan solo “un niño que empezó jugando al fútbol y que quería ser internacional con su país”. De Brasil pasó a Italia, y de ahí, al Real Madrid, donde permanecería nada menos que once temporadas, convirtiéndose entonces en el mejor lateral izquierdo del mundo. Eso sí, pese a su talento, precisa que llegó a tal dimensión de juego gracias a que “tenía grandísimos jugadores a mi alrededor”, remarcando a su vez que “yo solo quería divertirme dentro del campo”, pero eso “solo es posible con mucho trabajo y dedicación”.
El actual embajador del Real Madrid ha subrayado el respeto y la humildad como dos pilares fundamentales para la vida, sea cual sea tu éxito y tu estatus profesional. Así, se ha dirigido a los más jóvenes de la sala, diciendo que todos aquellos niños que ahora quieren ser futbolistas, sus metas pasan por ser campeones de la Champions y del Mundial, aunque “lo importante en los jóvenes es que estudien para poder jugar y disfruten”.

El exjugador internacional ha hecho repaso de sus momentos de gloria con el club blanco, recordando momentos inolvidables como el gol de Mijatović en la final de la Champions de 1997-98. “Yo tiré a puerta, fue un disparo, no un pase”, matizaba entre risas, además de rememorar sus dos asistencias que sirvieron para dar el título de campeón de Europa en la 2001-02. En este caso, el protagonismo fue para el pase que le dio a Zidane, quedando la controversia de si fue realmente bueno o malo. “Si fuese malo, Zidane hubiera controlado primero con el pecho”, bromeó el lateral.
Igualmente, de su paso por Brasil, sobresalen momentos como el subcampeonato de 1998 o la victoria mundialista en 2002, además del inolvidable gol contra Francia en 1997, el cual se sigue estudiando por parte de la ciencia. “Aquello se logró con entrenamiento, aunque lo curioso es que en los entrenamientos no la metía nunca. O se iba al córner o por arriba. Pero en aquel partido entró”, explica un futbolista que quiere ser recordado como “amigo de todos”.
Uno al que su padre le bautizó así precisamente por el reconocido cantante, quien interpretaba aquella inolvidable letra de que quería tener un millón de amigos. Y eso es lo que ha encontrado Roberto Carlos fuera y dentro del césped. Odiado en su día por los rivales, ahora es admirado y querido. Y deja un mensaje final. “Yo quiero que los niños entiendan que si tienes un sueño, ve tras él. Él no va a ir a por ti”. Palabra de una leyenda del fútbol.







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